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Especial Owex

Es recomendable que para una mejor ambientación de este especial que sea leído mientras escuchan el disco de la multimedia que es "Allison - 120 Km/Hr Completo" de Pura Escena.

Antes de comenzar a leer este especial deben recordar que no será narrado desde el punto de vista de Eddward y que no habrá Kevedd, este especial va dedicado a todos aquellos que aman el Owex; está es la segunda parte del especial puesto que muchas querían la continuación del mismo.

Al final del especial se encontrará una nota importante, les agradecería bastante si la leyeran, sin más por el momento espero que lo disfruten y sea de su agrado.

Especial Owex.
-Segunda Parte.-

Aquellos hermosos ojos cafés que siempre me miraban con dulzura y mantenían un brillo precioso, ahora me miraban con miedo, dolor y decepción, su rostro se encontraba completamente pálido, sus labios se encontraba ligeramente abiertos y temblaban un poco, al igual que todo su cuerpo, pareciera como si hiciera demasiado frío y el solo trajera puesta una camisa de tirantes, esperen un momento, sus ojos si que brillaban, pero no por la razón que desearía, estos brillaban a causa de las lagrimas que se acumulaban en los mismos y su respiración estaba acelerada.

Mi cuerpo entero se estremeció al verlo de esa manera, si bien solía verlo vulnerable cuando se encontraba conmigo en una situación un tanto acaramelada, justo ahora pareciera como si una bandeja de agua fría le hubiera caído encima y estuviera parando frente a un grupo de aves de distintos tamaños y especies, pues bien, ese era su mayor temor.

Por un momento se me vino a la cabeza la primera vez que descubrí aquel peculiar miedo del menor, jamás podría olvidar algo tan tierno.

¡Flash Back!

- Andando Owen.- dijo el chico frente a mi mientras jalaba de mi mano con fuerza e intentaba hacer que avanzara con mayor rapidez.- Apúrate que habrá pie de limón como postre y necesito una rebanada porque..

- Es tu postre favorito.- complete lo que quería decir.- Yo lo sé.

Apresure mi paso para acercarme hasta el y abrazarlo por la cintura mientras caminaba pegado a el.

Su cabello olía a frutos rojos, aquella fragancia me volvía completamente loco, me encantaba el olor tan peculiar de su cabello, pero él ocupaba una loción de un aroma dulce, sin duda digno del chico más lindo, dulce y bello de esta terrible carecel a que fui a parar.

- Si ya lo sabes, ¿entonces porque te demoras tanto?.- cuestionó con molestia mientras se despegaba de mi agarre y caminaba por su cuenta.