Bariloche Parte V (Hazlo)

4.2K 163 289
                                    


He soportado noches en vela, el trabajo despiadado, infernales bloqueos mentales.

El shippeo era lo único que me mantenía cuerdo, bueno, eso creo...ya nací loquisho.

Deberían haberme visto lanzar bolas de papel en la madrugada cuando no me gustaba la forma en que escribía mis ideas, debería hacer un reality 😂😂😂😂😂.

Aquí les entrego el tan ansiado... Capítulo (͡° ͜ʖ ͡°).

Tan malo sería si este no es el lemon ?

Lean (͡° ͜ʖ ͡°)

______________________________

P.O.V Michael.

—¡Bola al juego! —Lanzo la bola de nieve en dirección de Karol, ésta impacta en su espalda baja.

Se voltea con sorpresa mirándome iracunda, que tierna.

—¡Michael Ronda!, será mejor que corras por tu vida ahorita mismo —Sin decir más me largo a correr por la nieve como condenado.

—Vas a ver cuando te alcance, piojoso ¡Haré de ti un muñeco de nieve! —Me corretea por los alrededores de la cabaña, ambos reímos como niños.

Habíamos salido a esquiar, nos tomamos un descanso y acabamos jugando de la forma más infantil.

El grado de madurez de ambos es terrible absolutamente.

—¡Al parecer no estás en forma, bonita! —Grito saltando un tronco caído.

Continúo corriendo sin mirar atrás. Hasta que oigo un grito y algo impactando en la nieve.

Oh no.

Paro en seco y volteo...

—¡Karol! —Corro a toda prisa en su dirección, había tropezado con el tronco.

Me arrodillo y la hago sentar en la nieve.

—¿Te encuentras bien? —La miro con preocupación.

—S...si, solo traté de saltar el tronco, mi pie se trabó y caí, no te preocupes —Me dice algo avergonzada.

—¿De verdad? ¿No necesitas nada?

—Ehhh...hay algo —Titubea

—Lo que sea —Afirmo

—Un...besito, tú sabes —Lo pide.

Oh, es cierto, no la he besado en todo el día, no porque no haya querido, sino porque después del almuerzo, entre que esquiabamos y entre que nos correteabamos no se dio la ocasión.

—No hace falta ni que lo repitas, dejame reponer los besos de todo el día —Ella solo ríe. Acerco mi rostro al suyo cerrando los ojos.

Hasta sentir que mis labios chocan con algo frío y húmedo... ¡Qué diablos!

Abro los ojos y me encuentro con que ella había interpuesto su mano llena de nieve antes de que llegara a sus labios.

—Ahí te ves, la venganza es dulce, piojoso —Se escapa de mis brazos y sale corriendo.

Maldición, caí.

«Que esperabas, es actriz»

Me incorporo y me lanzo en su persecución.

—¡Es la segunda, Sevilla! ¡La segunda vez que me ves la cara con esa broma! —Observo alrededor para poder divisarla.

—¡La primera no llevaba nieve! —La oigo gritar entre los árboles. Ya te tengo, bonita.

Detrás de escenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora