Andrea estaba despertando poco a poco, sentía el cuerpo cansado, y tenia algunas molestias en el, su cabeza le daba vueltas y cuando abrió los ojos los volvió a cerrar por los rayos de sol que pegaban directamente a su cara, comenzó a parpadear varias veces, y puso la mano enfrente para protegerse de la luz cuando escucho como Samuel cantaba.
Y lo pudo distinguir, estaba sentado en el sillón junto a la puerta, casi al lado de ella, mirándola y a la vez bajando la mirada hacia sus brazos, en donde tenia a la bebé, envuelta entre una cobijita color rosa. Andrea lo miro y dibujo una leve sonrisa cuando cayo en cuenta que estaba haciendo ahí, entonces Samuel se levanto del asiento en donde estaba y se acerco a ella.
Samuel: Te presento a mami.-susurro cerca del oído de la pequeña, y se acerco a Andrea para colocar a la bebé con cuidado en sus brazos.
Andrea miro a la pequeña y no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lagrimas, estaba dormida, tenia sus pequeños ojos cerrados, y sentía su ligera respiración, paso un dedo por su pequeña carita, y la acaricio con ternura, después sus manos, y por ultimo su cabecita, la acerco a ella y beso con la mayor ternura su frente, su hija estaba tan pequeña que temía causarle algún daño.
Samuel: Felicidades mi amor, ya somos padres.-dijo sonriendo y ella lo miro para volver a fijar la vista en la pequeña.
Andrea: Es una hermosura.-susurro con vos entrecortada y miro a Samuel con lagrimas en los ojos.-No es porque sea mi hija pero es la cosa más bella que he visto en mi vida.-dijo y Samuel sonrió acercándose a ella.
Samuel: Lo se.-dijo sentándose en la cama y paso sus dedos por la mejilla de la bebé.-Y es nuestra, nuestra hija a la cual vamos a cuidar, y le vamos a brindar todo el amor que podremos.
Andrea: Te amo.-dijo y Samuel se acerco a besarla con ternura y amor.
Samuel: Yo te amo más, a las dos, las amo más que a mi vida.-susurro y la volvió a besar...
Los días fueron pasando y Andrea cada ves se iba sintiendo mejor e iba mejorando, ya se sentía más fuerte, y más preparada para irse de viaje como habían planeado todo, Samuel le había contado lo que sucedió con Naomi y ella aunque aun no estaba muy segura de que esa mujer hubiera dicho la verdad, o su renuncia fuera sincera, quería creer que si era verdad. Cecilia había roto le vinculación que tenia con Samuel y según supieron se había marchado con su familia de nuevo.
Ahora estaban en la clínica donde se encontraba la mamá de Samuel, Andrea no podía entrar ya que no se lo permitían con la niña y él también prefirió que se quedara en el auto sabia que su mamá no era una persona agresiva pero no quería correr riesgos. Andrea lo vio salir y le sonrió mientras él se acercaba, sabia que algo dentro de Samuel estaba en paz cuando visitaba a su mamá y casualmente el se sentía bien y tranquilo.
Andrea: ¿Cómo te fue?
Samuel: Bien, le platique todo lo que nos paso y que por fin nació nuestro hijo, le enseñe algunas fotos y por un momento ella volvió a ser la de antes, tal vez sean ideas mias pero tenia la misma mirada que ponía cuando me miraba a mi.-dijo con nostalgia y alegría.-También me felicito y...después volvió a lo mismo.
Andrea: Sabes que esto es así.-dijo tomándole la mano mientras cargaba a la bebé.
Samuel: Si, lo se, ahora mejor vámonos que tenemos un largo viaje que hacer y es recomendable que entre más pronto lleguemos mejor.-dijo encendiendo el auto.
Andrea: ¿Y que lugar escogiste?
Samuel: Uno muy hermoso que se que les gustara tanto a ti como a mi pequeña Arlene.
Andrea: ¿De verdad?
Samuel: Estoy seguro.-dijo y la beso.-Vámonos.
El recorrido fue largo aunque no tanto como Andrea se lo había imaginado, solo había sido un viaje de cinco horas, parándose por tiempos para que Andrea se pudiera enderezar o hacer un poco de movimiento.
Andrea: ¿Dónde encontraste este lugar?-pregunto mientras llegaban a unas cabañas, no eran muchas y estaban lo suficientemente alejadas para que cada quien tuviera su privacidad pero el lugar era muy agradable y de solo llegar se respiraba aire puro y limpio.
Samuel: Ya te lo dije, me lo recomendaron.
Andrea: No habrás venido aquí con alguna de tus novias verdad Gallardo?-pregunto y el comenzó a reír.
Samuel: No, claro que no, los hoteles salen más baratos.-dijo y Andrea lo miro indignada.
Andrea: Eres un...te pasas.-dijo mientras Samuel se estacionaba y bajo para abrirle la puerta y ayudarla a salir.
Samuel: Me lo recomenzó mi abuela, y lo busque por internet y me agrado, así que rente una de las cabañas y me obsequiaron esta, cuenta con todo, luz, acceso a internet, y servicio a cuarto, más cómodos no podemos estar.-dijo mientras pasaban.
Andrea: Pues todo esta hermoso.-dijo sonriendo y se acerco a besarlo. Pero el quejido de la bebé hizo que se separaran.-Creo que la aplastamos.
Samuel: Espero que no.-dijo sonriendo.-Déjame ayudarte, la has cargado durante todo el viaje.
Andrea: Gracias, porque aunque la veas así de pequeña, a la larga cansa mucho el cargarla.-dijo sobándose sus brazos. Mi amor, hablando de Lucia, nunca me has dicho porque no te llevas con tu abuela.
Samuel: De eso prefiero que hablemos en otra ocasión si?-pregunto mientras ella lo abrazaba por detrás.
Andrea: Siempre me dices eso, tan grave es que no quieres que me entere.
Samuel: Digamos que en parte fue mi culpa, mira...ella nunca se llevo con mi mamá, porque sabia de su enfermedad y cuando mi padre la llevo a vivir a la casa pues...que te digo, le hacia la vida imposible, después cuando se entero que estaba embarazada fue peor, convirtió la vida de mi madre en un infierno, o por lo menos eso me contaban mis padres, y también cuando tuve edad me daba cuenta.-dijo sentándose en el sillón mientras cargaba a la bebé.
Andrea: ¿Y porque tu papá nunca se llevo a tu mamá para otro lugar?-pregunto sentándose junto a él.
Samuel: No lo se, supongo que porque no quería dejar a mi abuela, o le daba miedo comenzar de cero con mi mamá, cuando mi papá se murió y a mi mamá la llevaron a la clínica ella intento acercarse a mi, me pidió perdón y me dijo que a mi si me quería. Pero en ese momento estaba tan dolido y enojado, la culpaba por todo.
Andrea: ¿Qué le hiciste?
Samuel: La desprecie de todas las maneras posibles, le grite cosas horribles delante de toda la gente que estaba en el entierro de mi papá, y la culpe por todo lo que estaba pasando, de ahí en adelante nunca le obedecía, siempre hacia exactamente lo contrario a lo que ella decía. Solo quería convertir su vida en un infierno como ella lo había echo con mis padres, y creo que durante muchos años lo logre, hasta que apareciste tu.
Andrea: ¿Por qué no te caí bien?-pregunto pasando sus dedos con ternura, por los labios de Samuel.
Samuel: Porque cuando llegaste a la casa hiciste a mi abuela muy feliz, fuiste un consuelo, todo el cariño que yo negaba a que me diera lo recibías tu con los brazos abiertos, la hacías sentir bien, y gracias a eso me di cuenta que al final el que había perdido había sido yo, mi abuela te tenia a ti y yo...no tenia nada, ni a nadie. Estúpidamente te culpe por hacer feliz a Lucia y acabar con todo, mi opinión hacia a ti empeoro cuando mi abuelo te dejo todo, creía que te habías acercado a ellos por el dinero y bueno lo demás ya lo sabes...
Andrea: Yo solo quería hacerte feliz. Te veía tan triste en la universidad, que el único motivo al ir a tu casa era para estar contigo.-dijo y Samuel sonrió.
Samuel: Y mira...lo lograste, me haces el hombre más feliz del mundo, el más alegre y lo más importante es que me has dado una familia.-dijo y se acerco a besarla.-Te amo Andrea, más de lo que piensas y más de lo que yo me imagine...
