31.-Problemas

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Se subió al auto comenzando a manejar a donde había quedado con aquella mujer, y cuando llego tuvo que esperar unos minutos para que la mujer apareciera ya que había llegado muy temprano. Pidió agua mientras se sentaba a checar la propuesta de la mujer hasta que escucho una voz detrás de él.

###: ¿Samuel Gallardo?-pregunto a sus espaldas y el volteo quedándose perplejo al ver de quien se trataba.-Si eres tu, ya veo que no has cambiado en nada.

Samuel: Nunca me imagine que fueras tu.-dijo serio mientras la veía.

###: ¿Porque no? ¿El nombre de Cecilia no te dijo nada? Además vaya, al parecer Naomi se quedo corta al describirte, estas mucho mejor que como estabas en la universidad, los años te han sentado muy bien.-dijo mirándolo de arriba abajo.

Samuel: No puedo creer que de todas las Cecilias de este mundo, hayas sido precisamente tu.

Cecilia: ¿Y que tiene de malo? -pregunto tocando el brazo de Samuel y este lo quito.-Bueno bueno, ahora lo importante son los negocios. ¿No te parece?

Samuel: Olvídalo, creo que eso no podrá ser.-dijo dándose la vuelta para irse, pero ella lo sujeto del brazo. 

Cecilia: Samuel vamos, independientemente de que yo sea la amiga de Naomi no significa que sus problemas tengan que afectar nuestra relación de trabajo, una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Samuel: Entre Naomi y yo ya no hay problemas, porque no somos nada.-dijo y ella sonrió.

Cecilia: ¿Ósea que estas libre?

Samuel: No, estoy casado tengo una esposa y voy a tener un hijo con ella.

Cecilia: Vaya...eso si no sabia. Bueno entonces no hay problema, cerramos el trato y te vas con tu esposa. A mi solo me verías mientras se arregla lo de la publicidad que quiero para mi empresa.-dijo y el la miro serio, todavía sin creer si era verdad o no.-Pero porque me miras así?

Samuel: Esta bien, siéntate.-dijo y ambos tomaron asiento.

Cecilia: Ahora si, dime que te pareció mi idea?-pregunto sonriendo y ambos comenzaron a charlar...

Andrea estaba en el jardín junto a la fuente de agua, viendo a lo lejos como el sol se metía y la luna comenzaba a salir, ya estaba oscureciendo y Samuel nada que llegaba, era extraño, ella nunca se había sentido tan inquieta, ni siquiera cuando suponía que iba a verse con Naomi.

Yadira: Todo bien?-pregunto acercándose a ella y sentándose a su lado mientras arrancaba una flor de la enredadera que estaba en la fuente.

Andrea: Samuel no ha llegado y decidí salir a ver como se metía el sol.

Yadira: Si, eso es muy divertido.-dijo y Andrea sonrió.

Andrea: Se te ocurre una idea mejor para una mujer que tiene prohibido conducir y hacer movimientos pesados?

Yadira: No supongo que no. Estoy buscando a mi conejito, no lo has visto? Es un blanquito con orejas largas. Se llama cody-dijo y Andrea comenzó a reír.

Andrea: No, no ha pasado por aquí. ¿Cómo es que se te perdió si nunca lo sueltas?

Yadira: Me enoje con él, hizo sus necesidades en mi armario y lo eche pero del cuarto no de la casa, creo que se confundió y me dejo porque no lo encuentro por ningún lado.

Andrea: Lo siento mucho.-dijo riendo y Yadira sonrió.

Yadira: ¿Cómo es que mi dolor te divierte?

Andrea: Perdón, perdón.-dijo y la abrazo.

Yadira: A ti te pasa algo verdad? Los conozco a ti y a Samuel desde que era joven, y se cuando no están bien. ¿Qué te ocurre?-pregunto y Andrea hizo una mueca.

Andrea: No se, creo que estoy celosa pero no entiendo el porque? Antes no era así, solo que ahora siento...no se como explicarlo. Me siento rara.

Yadira: Aun no le crees completamente a Samuel verdad?-pregunto y ella guardo silencio por un momento.

Andrea: Me dijo tantas veces que no me amaba que...ahora no se que pensar, una parte de mi se sentiente emocionada por eso, deseo aferrarme a la idea de que el se haya enamorado de mi, pero eso es justo lo que me preocupa, que sea tanto mi amor por él que solo me este aferrando a algo que posiblemente no sea.

Yadira: Te entiendo, y la verdad no se que decirte, se que hablar con el no te despejaría la duda, creo que lo único que puedes hacer es confiar en lo que te diga el.-dijo sujetando la mano de ella para ponerla justo en el lugar de su corazón y Andrea sonrió.

Andrea: Gracias, siempre me ayudas mucho cuando estoy confundida.

Yadira: De nada, bueno, ya me voy, seguiré buscando a Cody.-dijo cuando vio que Samuel se acercaba y siguió caminando.

Samuel: ¿De que hablaban?-pregunto cuando llego al lugar donde estaba Andrea y ella sonrió.

Andrea: Me estaba preguntando por su conejito, al parecer se le ha perdido. ¿Cómo te fue?

Samuel: Bien, cerramos el trato y todo salió de maravilla, empezare a trabajar lo más pronto posible para acabar pronto.-dijo y Andrea asintió.

Andrea: Te tardaste.-dijo abrazándolo.-Te extrañe.

Samuel: Y yo a ti. Estuve extrañándote todo el tiempo.-dijo sonriendo y le tomo la nuca para besarla con pasión e intensidad, al instante sintió como ella le correspondía moviendo los labios en sincronía a los de él mientras dibujaba una amplia sonrisa, mientras él la tenia sujeta de la cintura, ambos estaban saboreando y devorando sus labios  al mismo tiempo le mordisqueaba los labios de una manera que le erizo la piel y la embriagaba de una manera arrolladora.

Hasta que después de unos segundos ambos se separaron con la respiración agitada y mirándose mientras sonreía.

Andrea: Ya veo que si me has extrañado.-dijo colocando sus brazos alrededor del cuello de Samuel y este asintió.

Samuel: Como no tienes idea.-dijo y la miro detenidamente, por unos minutos se le paso por la cabeza contarle sobre lo de Cecilia y su amistad con Naomi, pero ya habían pasado por suficientes problemas, y en ese momento solo quería un poco de tranquilidad. 

Andrea: ¿Pasa algo?

Samuel: No, ¿Cenamos?

Andrea: Vamos.-dijo y ambos comenzaron a caminar hacia la casa.

Después de eso se fueron a dormir, Andrea se metió al baño para refrescarse un poco mientras Samuel se lavaba los dientes, después intercambiaron lo que estaban haciendo y se fueron a la cama, a pesar de que ambos se sentían cansados cuando comenzaron a platicar y recordar un poco de su pasado se les fue el tiempo sin que lo sintieran. Y ambos por fin se durmieron, abrazados y con una tranquilidad que solo la noche les podía ofrecer.

Al día siguiente Andrea fue la primera en despertar, y mientras miraba a Samuel comenzó a pasar sus dedos por su mejilla, sus gruesos labios, sus parpados acompañados por unas hermosas y largas pestañas, y su fuerte mandíbula. Sin poder evitarlo se acerco a depositar un dulce y delicado beso sobre sus labios y siguió hasta su mejilla sin embargo el ruido del móvil hizo que se detuviera.

Andrea: Samuel...mi amor, tu móvil esta sonando.-susurro cerca de su odio.-Samuel...

Samuel: Uhmm contesta tu.-dijo con voz pesada y se dio la vuelta para poder dormir mejor.

Andrea: Eres un flojo!-dijo sonriendo y se levanto para sujetar el móvil de Samuel, pero no era una llamada sino un mensaje.

"Hola Samuel, ojala hoy también podamos vernos, me encanto como la pasamos ayer, también podríamos invitar a Naomi, claro sin que tu esposa se entere. Besos Cecilia." ...

Te sigo amandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora