18.-Noticia inesperada

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Samuel sintió una fuerte opresión sobre su pecho cuando escucho lo que le dijo Yadira, era verdad que no se llevaba bien con Andrea pero tampoco quería que nada malo le pasara, de echo, su corazón se encogió y se le fue la respiración de tan solo pensar que ella podía estar grave.

"¡Maldita sea! Que no le pase nada malo por favor" pensó apretando los puños y azoto la puerta de su habitación dejando sacar un gruñido de frustración, para después bajar y tomar un auto para irse directo al hospital, tenia que saber en que condiciones se encontraba. Esperaba con todo su corazón que ella estuviera bien.

Escucho que si móvil comenzó a sonar pero lo apago casi al instante cuando se dio cuenta que era Naomi quien lo llamaba en ese momento no tenia ganas de hablar con ella, de echo no quería nada más que ver a Andrea.

Samuel: Disculpe estoy buscando a la señori...a la señora Andrea del Junco.-dijo llegando a la recepción del hospital y la enfermera lo miro.

Enfermera: Que parentesco tiene con ella?

Samuel: Es mi esposa, la trajeron por un accidente de caballo, al parecer se cayo o algo así.-dijo desesperado.-Por favor dígame como esta, como se encuentra?...

Gil: Samuel!-grito levantándose del lugar donde estaba y se acerco a él. Por cada paso que daba los deseos de romperle la cara se hacían más fuertes, pero también sabia que el no había tenido la culpa de nada, y que los accidentes pasaban.

Samuel: ¡Se suponía que tenias que cuidarla!-dijo enfadado cuando Gil se acerco a él.

Gil: Fue un accidente, ella quiso algo más que solo aprender, quería ya cabalgar como una experta y...las cosas se salieron de control.

Samuel: Si, hasta el punto de que ella este aquí, metida en este hospital y quien sabe en que estado!.-grito alterado y la enfermera pidió calma.-Todo esto es culpa tuya.

Gil: Tu sabes que no, y si tanto te importara como dices no la hicieras sufrir.

Samuel: Yo no la hago sufrir!

Gil: Ay por favor Samuel, mira, si tanto te molesta que este conmigo, dedícale más tiempo a TU esposa, si tu te hubieras ofrecido a ayudarla a montar tal vez esto no hubiera pasado. Tal vez no es culpa mía sino tuya.

Samuel: Quiero que te largues en este momento de aquí. Y no te vuelvas acercar a ella.-dijo tomando la camisa de Gil con ambas manos para hacer que él lo mirara a los ojos.-Andrea es mi esposa, y aunque tengamos dificultades ella siempre me elegirá a mi, por encima de todo así que si tenias esperanzas de tener algo con ella resígnate.

Gil: ¿Así? Pues no estés tan seguro Samuel, por como están las cosas, estoy seguro que Andrea preferirá mil veces mi compañía, que todo la tuya.-dijo serio y Samuel apretó la mandíbula.

Medico: Familiares de la señora Andrea del Junco?-pregunto y ambos se acercaron a él.

Samuel: Soy su esposo, como esta mi mujer?.

Medico: Tuvo golpes en las costillas, piernas, y seguramente con la caía se golpeo en la cabeza, por eso le haremos un electroencefalograma, para ver si tuvo algún daño, auque no lo creo.

Samuel: ¿Y la puedo pasar a verla?

Medico: Si, pero ella esta sedada, así que no le vería el caso, pero si quieres no hay oposición.-dijo y Samuel asintió sonriendo levemente.

Samuel: Si, si quiero verla.-dijo y el medico lo condujo hasta donde estaba la habitación de Andrea. Mientras Gil lo miraba con fastidio y se sentaba en una de las bancas.

Cuando entro sintió entre dolor y ternura al ver lo indefensa que se veía Andrea en esa cama, estaba más pálida de lo normal, pero lo que le dijo el medico hizo que Samuel no se preocupara al verla, sonrió al sentirse tranquilo de que estaba bien y se fue acercando a ella.

Era estúpido, pues se sentía nervioso, como si lo que estuviera haciendo, fuera la primera vez, la verdad era que si, Andrea nunca había caído en un hospital de los años que llevaban juntos, y ahora que la veía a ahí se sentía muy culpable, más con las palabras que le dijo Gil, aunque lo odiara sabia que tenia razón.

Samuel: Ay Andrea...-susurro acercando sus dedos hasta la suave mejilla de Andrea.-Un día te prometí cuidarte y mira, como siempre, termino fallándole a todos, le prometí a mi padre que iba a cuidar su dinero y ahora no tengo ni un solo centavo de lo que era su dinero, a mi madre le prometí que jamás lastimaría a una persona y lo hice contigo cuando me case sin amor. Y a ti....a ti te he fallado más que a nadie. Se que no me estas escuchando por eso me atrevo a decirte estas cosas tan personales, ¿sabes? Siempre me he preguntado el porque me elegiste a mi en lugar de Gil, yo no soy más que un fracasado, sin dinero estable y con una madre enferma, mientras que tu Andrea, tu eres la mujer más exitosa y perseverante que he conocido en toda mi vida.-susurro tomándole la mano.-Tal vez por eso te envidiaba tanto, tu hacías las cosas que yo quería hacer y no podía, como ganarte el cariño de mi abuela. Pero ahora lejos de envidiarte...te admiro-dijo y sin poderse contener más se acerco a sus labios dando un tierno y dulce beso para después levantarse y caminar hacia la puerta.-Espero mañana estés mejor...



Andrea despertó desorientada, la cabeza la daba vueltas y la luz que tenia directamente en sus ojos, hacia que el dolor y la confusión aumentara todavía más. Se quiso levantar de la cama en donde se encontraba pero su espalda no la dejo, y le dolían las piernas y el abdomen, entonces recordó todo lo que había pasado y porque estaba ella ahí, el caballo, ella aumentando la velocidad, de pronto el caballo comenzó a inquietarse e hizo que ella se cayera y rodara tierra abajo, después vagas imágenes de Gil, llegando a donde estaba ella y preguntándole si se encontraba bien mientras la ayudaba a incorporarse, de ahí ya no recordaba nada más.

Medico: Buenos días señora Andrea.-dijo entrando con una sonrisa y ella lo miro atenta.-¿Sabe porque esta usted aquí? Recuerda lo que paso?

Andrea: Si.

Medico: ¿Cómo se siente?-pregunto.

Andrea: Me duele un poco la cabeza y el cuerpo, más mi abdomen, no me puedo sentar.

Medico: Bueno, tuvo lesiones algo delicadas aunque nada de peligro, ni siquiera por el golpe de la cabeza, solo le duele por el golpe, seguro también tiene heridas pero en su electroencefalograma no salió nada de lo que debiéramos preocuparnos.-dijo y ella sonrió.

Andrea: Me alegro.

Medico: Aunque...cuando hicimos la revisión para checar sus heridas internas, hubo algo que me preocupo, y no por usted, sino por la acción que tomo al montar.-dijo y Andrea frunció el ceño algo confusa.

Andrea: ¿De que me habla?.

Medico: Que en su estado me parece una irresponsabilidad que monte. Más con cuatro semanas de gestación.-dijo y Andrea se puso pálida.

Andrea: ¿Que?

Medico: Si, ¿es que acaso no sabia que esta embarazada?...

Te sigo amandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora