Before the light.

Capítulo 2

     Jenna y yo estábamos preparadas. Ella se había recogido el pelo en una trenza porque no le gustaba su pelo. No entendía como no podía gustarle porque era todo pelo que cualquier chica querría tener. Pero yo era la menos indicada para hablar, sabía perfectamente que todo lo que tenemos no nos gusta y nos gusta tener lo que tienen otros, y cuando pierdes lo tuyo es cuando lo echas de menos. Seguía mirándola y la vi preciosa. Era ya preciosa de por sí y con maquillaje era mucho más guapa. Algunas veces le tenía envidia, pero era una envidia sana y ella lo sabía. Se había puesto una camiseta blanca y una falda azul que le pegaba con los ojos por encima de la camiseta y tenía unas converse blancas.

     - Creo que es la primera vez que te veo con zapatillas - mientras me reía ella dejó de hacer cualquier cosa que estaba haciendo y me miró. Tenía mi sudadera gris de Oxford, unos vaqueros azules oscuros y unas converse también blancas. 

      - ¿Te vas a poner eso? - cogió la manga de mi sudadera y miró los vaqueros - Tengo una camiseta que pegaría de maravilla con los vaqueros - negué con la cabeza pero ella siguió inspeccionándome - Al menos tienes bien el pelo - cogió con sus suaves manos mi pelo y lo sacó por fuera de la capucha de la sudadera - Te ha crecido - me guiñó el ojo. Tenía el pelo largo, de unos 23 centímetros de color castaño claro que a la luz del sol parecía rubio pero mis ojos eran del mismo color - ¿Vamos? - cerramos la puerta con llave y cuando llegamos al auditorio había una cola tremenda. Muchas chicas gritaban, habían carteles con sus nombres por todos lados.

      - ¿Quién es Union J? - le pregunté señalando uno de los carteles.

     - Son los teloneros - me guió por detrás del auditorio y el guardia que había detrás nos dejó entrar - Tenemos VIP - me dijo Jenna antes de que pudiera formularle la pregunta. Dentro todo era acción, la gente iba de un lado para otro llevando focos, cascos gigantes encima de la cabeza, chicas con maletines gigantes de maquillaje y un chico desesperado gritando. Jenna y yo encontramos un sofá y me quedé ahí sentada cruzada de piernas esperando - ¡AHHHHH! - Jenna empezó a gritar de tal manera que pensé que estuve sorda por un momento. Empezó a correr y se abalanzó a abrazar a un chico. Era rubio, según lo que recordaba se llamaba Niall. Estaba nerviosa, me temblaba todo el cuerpo así que decidí levantarme y me recogí el pelo en una coleta alta.

     - ¿Brook? - oí esa voz que me removía todo por dentro, me di la vuelta y allí estaban esos ojos verdes que tanto adoraba. Las piernas me temblaban más que un chihuahua asustado. Puso sus manos encima de mis hombros. Estaba tensa, demasiado tensa. Y entonces lo hizo, me estrechó entre sus brazos como hacía hace cuatro años, como hacía cuando eramos pequeños. Pasé mis manos hasta rodearle y hacerle mío. Hundí mi cabeza en su pecho. Aún seguía siendo más alto que yo - No puedo creer que seas tu.

     - ¿Ya ibas a celebrar que me habías perdido de vista? - se separó de mi pero seguía mirándome como si hubiera revivido de entre los muertos. 

     - Sigues siendo igual de tonta - resoplé aliviada al ver que seguía siendo el mismo de siempre, que no había cambiado. Bueno, sí que había cambiado. Ahora era mucho más guapo. - Tu madre me dijo que te habías mudado aquí y me ha dado tu dirección.

     - ¿Y cuando pensabas venir a visitarme? - le di un empujón cariñoso y en ese momento detrás de Harry apareció otro chico. Moreno de ojos marrones con los mismos o más tatuajes que Harry. Sí, recordaba su nombre, era Zayn.

     - ¿Ya estás ligando? - le preguntó este risueño. Harry me presentó a Zayn y después vino también Niall y los otros dos que sólo pude recordar sus nombres al decírmelos. Habían cambiado tanto, hace tres años y medio eran normales, eran como Jenna y como yo. Bueno, como yo. Porque Jenna siempre había sido tan guapa que parecía sacada de una revista de Teen Vogue. - ¿Tu eres Brook? No sabes cuanto ha hablado Harry de ti - Zayn me guiñó el ojo.