Capítulo 28

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Al volverse hacia su hombro, Angelique quedó más que deslumbrada ante la tierna sonrisa que tenía Duncan, un poco de rubor cubrieron sus mejillas al sentir sus ojos fijos en ella.
Liah rompió ese hechizo y dio gracias por ello.

- Papá!!!!, que bueno verte llegar temprano!!!- y corrió a su encuentro para lanzarse en sus brazos que ya la esperaban abiertos.
- Mi niña dulce!!, ¿como ha sido tu día hoy?
- Feliz!!!, Angie y yo terminamos la clase y vinimos a jugar al jardín, tengo un secreto, ella ya lo sabe, también puedo mostrártelo a ti.
- ¿Es verdad?¿De que se trata eso tan misterioso?- Todo esto iba acompañado de miradas entre ambos.
- Ven te mostraré!!!
Al pasar junto a Angie una corriente eléctrica se hizo notar, ambos debieron de haberla sentido, porque Angelique se corrió del lugar brusca , mientras él sonreía burlonamente.
- Mira mi secreto papá!!!, ¿te gusta?- dijo la niña.
- Demasiado - dijo él sin perder de vista a Angie.
- Señor...voy por un refresco o un té tal vez, lo que prefiera. - dijo tímidamente.
- Gracias, pero solo con tu presencia basta.
Liah no pudo ocultar la emoción al escuchar a su padre.
- Ohhh, ¿y yo?¿y Antenas?, ¿somos invisibles? - dijo avergonzando a ambos.
- No, Liah, ¿tú también deseas que te traiga algo?
Esto era demasiado embarazozo, la niña era muy despierta y comenzaba a mirar con más curiosidad lo que sucedía.
- Si. Quiero una rebanada de pastel, y unas hojas frescas por favor!
- ¿Hojas frescas? - dijo curiosa.
- ¿Tú creés que Antenas no come?
Angie y Duncan comenzaron a reír de las ocurrencias de Liah.
- Ohh no se burlen de mí!!!

La tarde se pasó entre risas compartidas por los tres, si alguien se detuviese a verlos diría que es una familia feliz, es lo que tanto soñó Duncan con su esposa, pero que el destino arrebató sin pedir permiso, nuevamente surgía una oportunidad en sus vidas y estaba feliz por ello.
Al terminar la cena, Angie acompañó a Liah a su habitación, ella estaba rozagante de felicidad.

- Angie.... Hoy fue un gran...gran día!!, estoy muy feliz, papá también lo estuvo.
- Me alegro mucho Liah!!, yo tambien lo pasé muy bien.
- ¿Te sigue gustando papá?- dijo curiosa.
- Ohh Liah!! Ya habíamos hablado de eso...
- Si, pero fue hace mucho, ¿te gusta o no ?
- No sé.....
- No es una respuesta, es si o no.
- Duermete, mejor hablaremos mañana.
- Ohhh siempre mañana, ¿hasta cuando seré una niña???
- Sé obediente!- le dio un beso en la frente y huyó antes que dijera algo más.
Ya en el pasillo cuando iba a retirarse a su cuarto, Duncan la esperaba ansioso. Ambos se miraron cómplices, como sabiendo que algo no estaba dicho.

- Necesito hablar contigo - dijo suavemente.
- Ehhh...si..¿donde?
- En el estudio ¿te parece?, te sentirás mas cómoda.
- Esta bien.
Ambos bajaron las escaleras manteniéndose a una distancia prudencial, como si fuesen dos adolescentes.
Ya en el estudio Duncan le ofreció sentarse y ambos compartieron el gran sofá de terciopelo.

- Hablé con Hether, ya está todo dicho, nuestros planes de boda ya fueron cancelados y cada uno ya es libre al fin - dijo emocionado.
- ¡Que bien!, ¿no se molestó? ¿Quiza algún berrinche o algo?- dijo preocupada.
- No creas que fue fácil, pero lo principal ya está listo!, ahora....soy libre para....fijarme en cuanta jovencita se me cruce en el camino.- sonrió malicioso.
Angie no pudo evitar oir el comentario e imaginarse esa escena.
- Bien!, me alegro por usted entonces - dijo ofuscada.
Y al levantarse para irse a su cuarto Duncan dijo:
- Ven aquí!!, no te tomes todo tan en serio!, es una broma.
- ¿Lo es?- dijo dudosa.
- Claro que sí, todo este revuelo es por ti, por querer estar contigo.
Sus manos fuertes apretaron sus brazos con una presión leve y la atrajo a su lado.
- Yo...aún no entiendo el porque usted se interesaría por alguien como yo. - dijo mirándolo fijamente y a la vez buscando una respuesta a sus dudas.
- Porque me gustas y mucho...y eres la persona que realmente quiere a Liah, y eso es muy importante para mí.
- Adoro a Liah, eso es verdad, es imposible no quererla. - sonrió para sí.
- No te apenes por demostrar tus sentimientos hacia ella, los necesita mucho.
- Soy feliz junto a ella....
- Y podrías serlo también a mi lado?...

Ambos fijaron sus miradas y la atracción que existía entre ellos no podía negarse, todo eso se fundió en un suave beso de parte de ambos y el cual se profundizó en un instante.

- Dime que sientes lo mismo!
- Ohh sii!!!, pero tengo miedo...
- ¿Miedo? ¿a que?
- A todo, la gente, el que dirán.... No sé.. como explicarlo.
- Nada de miedos, yo estoy contigo, nada te dañará, creeme.

Y al ser consciente de su protección se sintió mucho mas segura, su poca experiencia y los prejuicios que la gente suele exponer sin medir las consecuencias la preocupaban, pero él realmente estaba interesado en ella, y la cuidaría de toda esa maldad.
Ambos tomados de la mano y mirándose como hace días lo hacían, sus miradas eran  imposibles de desviar, este momento era sublime y muy bello para Angelique, el hombre de sus sueños al fin era real.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora