CAPITULO 4

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Entre medio de abrazos y lágrimas, ambas mujeres tomaron rumbos distintos, la vida las separaba y el dolor que las embargaba era apenas soportable para ambas.
_ Cuidate mi niña!!!....
_ No me dejes Ani!!!....voy a estar muy sola sin ti....
_ Es por un tiempo solamente, volvere a ti apenas pueda...
_ No quiero que las cosas sean de este modo, no, porque?......

El cochero de Odette se apersono ante ellas, ahi se despedian, con su corazon destrozado subio sin mas, miro a su Ani hasta perderla de vista.
Anna cerro el lugar y se encamino a su nueva vida, lejos de todo lo que amaba.

Al llegar el doctor y comprobar el estado de salud de Liah, dio recomendaciones explicitas sobre su cuidado, era una epoca muy fria y la niña debia ser resguardada, para ello sugirio evitar el contacto externo ya que su delicada salud lo ameritaba, todo seria diferente al llegar la primavera.
Duncan apareció al escuchar tanto bullicio.
_ Se puede saber ¿Qué es ese alboroto?.
_ Duncan! hasta que por fin te veo_ dijo el doctor.
_ Hola Miles, ¿Tú aquí?, ¿sucede algo?_ pregunto intrigado.
_ Necesito hablarte sobre Liah.
_ Bien, pasemos al estudio.
_ Dime que sucede con mi hija?
_ Liah tiene un problema respiratorio más sus defensas que bajan mucho. Yo quiero sugerirte que no trates de enviarla a un lugar alejada de la casa por el momento, he sabido que deseas enviarla a un colegio interno.
_ Si, es lo que tenía planeado, un buen colegio en las inmediaciones de Francia o tal vez Italia.
_ Yo diría que esperes hasta no ver evolución favorable en su salud, por lo pronto consigue una institutriz, alguien que pueda ser de ayuda para que no pierda ejercitación en su estudio.
_ Claro, asi lo haré. Gracias Miles, mi hija salió igual de debil a su madre y eso me preocupa.
_ No temas, no es lo mismo, pero estaremos mas tranquilos si la controlamos de cerca, no crees?
_ Si, haré lo que sea necesario por mi hija.
_ Bien, me voy ahora ya dejé las indicaciones a Delia sobre los medicamentos y los horarios.
_ Esta bien, muchas gracias.

El doctor Miles salio de la casa con la seria preocupacion sobre Lia, su madre habia muerto de Leucemia hace dos años y la niña no lo pudo asimilar, sus defensas bajaban demasiado y siempre ocurria algun episodio severo respiratorio.

Duncan subio las escaleras y se dirigio a ver a su pequeña hija. Liah estaba tan pálida que de pronto muchos recuerdos lo asustaron. No soportaría perderla a ella tambien, si bien lo de su hija era de cuidado no se parecía en nada a lo de Lisset.
_ Hola pequeña! ¿Cómo te sientes ahora?
_ Papá!!!!! Pensé que no vendrías!!
_ Ni lo pienses así!, recien me acaba de decir el doctor que te sentiste algo enferma.
_ Si....pero ya estoy un poquito mejor porque estas conmigo.
Al ver a su hija tan frágil sintió su corazón desecho. Ya mismo se pondría en campaña para conseguír esa institutriz que ayudaría a Liah en sus estudios.
_ Debes descansar pequeña, Delia te traera tu medicina asi ya puedas sentirte bien totalmente, entendido?
_ Si, papá, pero no me gustan las medicinas son muy feas.
_ Lo sé y te entiendo, pero no tienes escapatoria, debes tomarlas. Hazlo por mi ¿Quieres?
_ Solo por ti papá, solo por ti.

Duncan regreso a su habitación donde lo esperaba Hether envuelta en su bata.
_ Cariño ¿Porque tardaste tanto?
_ Liah esta enferma, recien se va el doctor Miles.
_ Ohhh!!!pobrecilla!!! ¿Es grave?
_ No, pero me preocupa y mucho. Sus defensas bajan constantemente y hace que enferme asi como asi.
_ Cosas de niños seguramente!!!
Duncan la miró serio, Hether no tenía hijos asi que no podía saber lo que se siente.
_ Ojala que si _ Dijo pensativo.
_ Tal vez cuando vaya al colegio se le pase todo eso, esta muy encerrada esa niña!!
_ Por el momento el doctor no esta de acuerdo. Este año se quedará en casa, buscaré una institutriz asi no pierda sus estudios.
La cara de Hether se puso palida, contaba conque la niña se fuera por todo un año para poder tomar posesión de su padre y conseguír lo que tanto le interesaba, ser su nueva esposa.
Con ella allí, él no haría otra cosa que estar pendiente de su salud y sus caprichos.
_ Niña malcriada _ Pensó para sus adentros.
_ Creo que debes conseguirle una madre antes que una institutriz. No sé, pienso que necesita el cariño de una mujer que le haga compañía en momentos que no estés.
_ Si, lo he pensado....
Los ojos de la mujer brillaron maliciosos y expectantes ante tal situación, sería su gran oportunidad, tratar de acercarse a esa niña caprichosa.

Mi Dulce MentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora