Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)

Cap.32

-¿Por qué no me cuentas algo de ti?-Rompí el silencio que nos invadía mostrándome un poco más contenta.

-¿Qué quieres que te cuente? Me llamo Logan, tengo dieciocho años, vivo en Minnesota...

-Una vez dijiste que te mudaste.-Le interrumpí.

-Sí... Me mudé de Londres.-Dijo algo... ¿Triste?

-¿Londres?-Me sorprendí- Eso queda lejos, muy lejos de Minnesota... ¿Por qué te fuiste?

-Mis padres no querían recordar...-Miró al horizonte y sus ojos se cristalizaron. Pero bueno, siempre tenía que meterme en todo- Mis padres no querían recordar lo que pasó allí... y nos mudamos.

-Me da miedo preguntarte.-Le miré a los ojos.

-Mi hermana falleció.-Llevé mi mano para cubrir mi boca.-Sólo... sólo tenía cuatro años.

-Lo siento, lo siento, Logan...-Ahora fui yo la que derramé lágrimas- Soy una idiota, no debí preguntarte nada...

-Tranquila.-No me miraba- Ya lo superé.-Asentí llorando. -Pero bueno, ¡Eres una llorona!-Dijo entre risas animando el ambiente- No llores por eso, ya lloré yo bastante. Anda...-Me empujó hacia un portal. Hacia mi portal. Sin darme cuenta, ya estaba en mi casa.-Nos vemos el lunes.-Di un beso en su suave mejilla.-Adiós...

Narra Kendall:

No puedo pensar en la palabra que define mi estado ahora mismo. Traicionado. Angustiado. Enfadado tal vez... Pero es insoportable. Primero lo de la fiesta. Fui un imbécil al ligar con (Tn)_____... aunque... bueno, eso no fue del todo tan malo. Lo que realmente me siento un imbécil es de haber confiado en Samantha. Nunca pensé que me iba a mentir... ni que... ¿Le gustaba? Seguro. Pero ella a mi no. Y jamás me gustaría. 

-Hermano...-Emily abrió la puerta de mi habitación.

-Qué quieres...-Le dije mirando al techo mientras jugaba con mis pulgares tumbado en mi cama.

-Quiero que me lleves al parque.-Se sentó en mi silla de ruedas.

-Ahora no.-Le dije de mala gana. Quería un montón a mi hermana... pero estaba destrozado.

-Pero quiero ir...

-Ahora no, Emily.-Le repetí.

-Pero...

-¡Que ahora no!-Le grité y salió de mi habitación llorando.

Perfecto Kendall. Hoy estás que te sales. Lo que faltaba era gritarle a tu hermana... Bueno, mañana sería otro día... con muchas horas para arreglar lo roto, lo destrozado... Lo único que podía hacer coherente era dormir. Dormir y olvidarme del horroroso día que había pasado. Era lo único.

...

-¡Que no!-Oí un grito proveniente de la planta de abajo. Que me hizo despertar.

-¡Te dije que te llevara!-Una voz masculina a la cual nunca había oído nunca me entró la curiosidad. Me acerqué a las escaleras y vi a Emily discutir con un chico moreno. Me sonaba su cara... pero no conseguía acordarme de su nombre.

-¡Pero me dijo que no!-Estaba por bajar. Ni mamá ni papá estaban en casa... sólo Emily y yo... hasta ahora.

-Bueno, pues no podré darle la sorpresa... y tú me las pagarás.-¿Pero que se creía amenazando a mi hermana?

-Qué quieres que haga... sólo soy una niña.-Buena respuesta.

-¡Quiero que te lleve al parque, joder! Eres una niña muy inútil... ¡Estúpida!-La empujó contra la pared. No aguanté más.

-¡Pero que se supone que haces!-Le embestí y cayó en el suelo.

-Emily... me dijiste que estaba dormido...-Miró a la niña con furia.

-¡Que haces en mi casa! ¡Y qué haces golpeando a mi hermana!-Eso era lo que más me importaba- ¡Fuera de aquí o llamaré a la policía!

-Hey, hey... para el carro... Soy amigo de tu hermana.-Se levantó como pudo.

-Ya claro, con quince años más que ella.-Dije con ironía.

-Me llamo Carlos, Carlos Pena.-Me paró la mano, pero no se la estreché.-Venga... nos conocimos en la discoteca... Te serví esas copas que tanto te gustaron.

-¡Imbécil!-Le empujé de nuevo haciéndolo caer al suelo- C-Como te atreves a... Como te atreves a decir eso... Y más delante de una niña...

-Oh, ¿Tanto te sabe mal?-Miró a Emily- Mira cariño... tu hermano el "Sobreprotector" se emborrachó la otra noche y casi se tira a una chica...-Le tapé la boca con una cachetada en la cara. Ahora fue él quién me pegó. Me dio al estómago y casi vomito, sinceramente.

-¡Carlos! ¡Deja a mi hermano!-Me defendió Emily- ¡No sabes lo que haces!

-Pues claro que lo sé pequeña... Tú y yo hicimos un trato y lo rompiste. Ahora tú y tu hermano me las pagaréis...-Me levanté quitando a Emily de sus brazos.

-¡¡Ya basta!!-Grité enfadado- ¡Fuera de mi casa! ¡Y no vuelvas a tocar a mi hermana! ¿Entendiste? ¿Quién se supone que eres?

-Soy Carlos Pena-Repitió- el primo de la exculida por ti... Samantha.