Capítulo 9 (parte 2)

8 0 0
                                    


Llegó el inesperado día, habían terminado de decorar la casa cuando llegaron ambos hermanos del colegio. Prepararon la mesa junto con el regalo que habían envuelto con mucho cariño. Su madre no tardó en llegar. Subió rápidamente a cambiarse. Hideki y Atenea estaban listo para darle la sorpresa a su hermano. Atenea llamó a Haru (número que le pidió ayer para estar en contacto) para que trajera a su hermano a la casa con la excusa de una cena. Cuando oyeron la moto se escondieron los tres apagando todas las luces. Aaron entró en la casa y al encender las luces los tres gritaron "¡Sorpresa!". Aaron miró a su amigo de reojo quien mostraba una sonrisa de complicidad. 

Atenea y Hideki se acercaron a abrazar a su hermano y felicitarle nuevamente. 

-Muchas gracias- dijo con una amplia sonrisa. 

Aaron se acercó a su madre quien abrazó con mucho cariño. Hideki se acercó a la mesa diciéndole que tenían la tarta que tanto le gustaba y un regalo para él. Atenea se acercó a Haru.

-Gracias

- De nada

-Ven- dijo con una pequeña sonrisa- tenemos tarta para celebrarlo

-No me gustan mucho los dulces

-¿n-no te gustan?

En su interior se estaba imaginando la conversación ante aquella confesión. 

-Bueno, hay aperitivos salados y...-miró hacia la mesa donde estaban enciendo las velas- mi madre ha preparado algo de cena allí.

Haru se la quedó mirando sin entender muy bien lo que decía.

-Ha preparado comida española- aclaró con una pequeña sonrisa- creo que te gustará probar comida de otro país, además  casera. 

-seguro- respondió

Ambos caminaron hacia la mesa y tras cantarle el cumpleaños feliz (primero en japonés y luego en español) sopló las velas. 

-Ate, ¿la has hecho tu?- preguntó Aaron tras darle un muerdo a la tarta

-Sip

-Esta muy rica- contestó

-Me alegro que  te guste. 

A medida que pasaba la noche, Atenea se sentía algo cansada. Había trabajado duro para conseguir recaudar el dinero que les faltaba para el regalo. Hideki le entregó la caja a su hermano quien lo miraba con curiosidad. Comenzó a romper el papel y posteriormente abrió la caja. Sus ojos centellaron de emoción. 

-¿Qué es ?- preguntó Haru con curiosidad

Aaron lo sacó de la caja sin dejar de mirarlo, su expresión era de absoluta emoción. 

-Pensamos que necesitarías un casco nuevo para la moto- dijo Hideki con una sonrisa de triunfo

-Este te protegerá más- dijo Atenea- y es del estilo que te gusta

Aaron abrazó a su hermano quien estaba sentado a su lado. Él comenzó a darle golpecitos en el hombro indicando que aflojara un poco porque se estaba ahogando. Luego se levantó para abrazar a su hermana quien también se levantó. La abrazó y la levantó del suelo quedando sujeta por sus brazos que rodeaban sus costillas. Le dio un beso a Aaron en la mejilla, le encantaba ver a su hermano tan feliz.  La dejó en el suelo pero no dejó de abrazarla. 

-Gracias hermana

Ella deshizo un poco el abrazo- de nada- se apartó un poco de él- es un regalo de los tres. 

Aaron se acercó a su madre a quien le dio un gentil beso  y un brazo lleno de cariño pero no tan apasionado como el que le había dado a sus hermanos.  Había brindado con un cerveza la cual no paró de rular, la madre de los tres hermanos se fue pronto a la cama llevándose a Hideki con ella para evitar que bebiera. Aquello hizo que se enfurruñara un poco, estaba cansado de que le trataron como un niño. Aaron se retiró al cabo de dos horas, se metió en la habitación de Hideki a dormir donde su madre había dejado preparado una cama para él. Quedaron en el salón Haru y Atenea quienes seguían hablando en un tono algo bajo para no molestar a la gente. 

Adicta a tus besosWhere stories live. Discover now