Adicta a tus besos

Capitulo 9 (parte 1)

Sus cuerpos estaban entrelazados, Haru abrazaba por la cintura a Atenea quien dormía plácidamente con la cabeza apoyada en su pecho. Ella se movió un poco enterrado su rostro y abrazándolo con algo de fuerza, como queriendo asegurarse de que nunca se iría de su lado. Ella notó como una mano se paseaba por su espalda, levantó el rostro con los ojos aún cerrados, un mechón de pelo fue apartado de su rostro colocándolo detrás de su oreja. 

-Buenos días- le dieron un dulce beso en la frente. 

<<Me gusta este sueño>>- pensó

Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios. Comenzó a abrir los ojos, pero aún creía que seguía soñando. Comenzó a besarla, un camino de besos desde su frente hasta sus labios donde permanecieron un rato. Ella recorrió su espalda hasta llegar a su cuello enterrando sus dedos en su cabello evitando que aquel beso finalizara. Aquello hizo que esbozara una sonrisa. Atenea, comenzó a despertarse por completo, sus ojos se abrieron como platos al ser consciente de donde estaba y con quién estaba. <<¿¡No es un sueño!?>>  

-¿Sabes? podría acostumbrarme a esto- dijo a milímetros de sus labios

<<¿Cómo he llegado a esto?>>- pensó

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(Un semana antes)

Faltaba poco el cumpleaños de Aaron. Mi hermano cumple 23 años el 5 de mayo.  Hablé con mi  madre para organizarle algo, como no se me daba mal los postres decidí prepararle una tarta de fruta con mucha crema pastelera y nata, como a él le gusta. 

-¿Qué le podemos regalar?- preguntó Hideki

-Pues....

Ambos estaban sentados en el sofá mientras esperaban a que su madre volviera del trabajo para cenar juntos. 

-No sé, ¿te comentó algo?- dijo Atenea

-No, de todas formas ya sabes como es él. Cosa que quiere, cosa que se compra

-Eso es cierto- se recostó en el sofá- veamos...¿unos auriculares?

-Ya tiene unos

-Libros no que tiene muchos

-Ropa no porque al parecer no sabemos sus gustos- comentó Hideki

-No me hables de ropa, que la última vez le regalamos una sudadera idéntica a la que tenía y nos dijo de todo menos que le gustaba- contestó algo molesta al recordar aquello.

-Ya

-oh, ya sé

-que- dijo Atenea mirando a su hermano

-¿y si le compramos un casco de estos chulos para la moto?

-¿un casco?

-Si, el que tiene es viejo y francamente es horrible

Aquel comentario le hizo gracia- vale, pero ¿cuánto cuesta un casco de esos?

-No sé, de todas formas ¿de qué tipo? hay un montón

-Cierto- comenzó Hideki a pensar. 

- Voy a por el ordenador- se levantó de sofá subiendo a paso ligero a su cuarto

Le sonó el móvil a Hideki, al cogerlo vio que tenía un mensaje que contenía una imagen. Sus ojos brillaron y se sonrojó levemente dejando que su mente viajara un poco. Cuando oyó a su hermana bajar, bloqueó el móvil dejándolo bocabajo en el sofá a su vera. 

-Veamos cascos

Comenzaron a mirar distintos modelos y diseños.

-Mira, me gusta este- señaló Ate- le protege toda la cabeza y el rostro. Por no decir que es muy de su estilo