Capítulo V: "Serena, Ash y Grace"

Start from the beginning
                                    

—¿Nada? —preguntó con seriedad, su compañero negó con su cabeza.

Pasaron cinco minutos en los que había estado caminando por casi todo el lugar. Cerró los ojos y respiró hondo. Ya había olvidado como se sentía hacer eso, se rio de sí mismo y siguió con lo suyo.

En lo que hacía buscaba, su mente pensó en lo último de su vida. Ahora, se encontraba visitando más seguido a su amiga de la infancia. También estaba empezando a querer a Grace, pero existía una gran duda.

En algún momento él debería irse, el tiempo corría y no tenía ni idea de qué hacer. Cada vez estaba más apegado a la idea de quedarse en Kalos, e intentar que Serena le contestara todas sus dudas. No obstante dudaba y sabía por qué, siempre había sido impulsivo para todo.

Y ahora, se encontraba sin respuestas. De un día para otro, tenía que tomar una decisión que podría cambiarle la vida. Reflexionó sobre lo que quería y lo que debía, deseaba conocer más a la nueva Serena y a su hija, pero debía de partir en algún momento.

Hacía unos días, deseaba mucho conocer todos los sentimientos que ella tenía hacía él. Ahora ya no estaba tan seguro. ¿Se iba a rendir? Sacudió su cabeza, mejor regresó a lo que estaba haciendo.

Buscó detrás de unos arbustos, donde antes había escuchado un ruido. Encontró lo que buscaba.

—¡Ay no, me encontraste! —gritó Grace, mientras salía de su escondite.

—Pues, gané entonces —comentó, sonriendo con éxito—. De igual forma, me costó encontrarte.

La niña se le acercó y le miró con admiración.

—Para la otra, yo seré quién gane —habló motivada—. ¡No me rendiré, hasta el final!

Él miró sorprendido a la pequeña.

Por supuesto, ¿cómo lo había olvidado?

Le dieron ganas de reírse. Otra vez, él estaba una situación lo hacía regresar a su juventud. Sonrió al sentirse conmovido. Bajó la vista, notando que la pequeña le veía con suma curiosidad.

—Conoces la clave para ser feliz —dijo Ash, notando los ojos brillosos de la menor.

—Mamá siempre lo dice, en sus historias me cuenta que esa era su motivación —respondió con sinceridad.

Ash sabía que había sido especial para ella, pero hasta ahora se daba cuenta de la cantidad. Era real, la admiración y la inspiración que él le daba a la castaña, iba más allá de lo que imaginaba.

La niña le hizo recordar que debía luchar. No se rendiría con nada que tuviera que ver con Serena.

•••

En el último mes, Serena había estado más ocupada, así que él no quedaba con muchas opciones.

Cuando podía llegaba junto con Grace a ver cómo estaba. Si la niña debía de quedarse en casa con la niñera, él nada más llegaba a la boutique y ayudaba con lo que podía (en cuestión de fuerza. La moda y diseño no era lo suyo), ahora era más difícil acercársele.

Desde que conoció a la niña, su amiga parecía estar renuente a pasar tiempo, juntos. Si había alguien más con ellos, lo trataba con amabilidad. Si estaban solos, se quedaba callada.

Al principio le pareció normal, pero ahora se sentía frustrado. Ninguna conversación como las que tenían antes, de niños, las tenían ahora. Parecía ser el que la incomodaba, aún cuando no estaba haciendo nada en concreto.

Había decidido hacer algo para acercársele. Grace le había pedido como treinta veces que si podían ir a su departamento. Él encontró eso como una buena oportunidad para convivir y aceptó.

Por y para siempre [AmourShipping]Where stories live. Discover now