Capítulo II: "Expectativa vs Realidad"

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¡Hi!

Aquí les traigo el siguiente capítulo que ya leí y edite. Bueno, ¡muchísimas gracias por sus votos y comentarios!

Ahora, antes de que sigan leyendo, una advertencia:

A lo largo del fanfic, habrán muchas pistas sobre lo que va a ocurrir. Varias personas (supongo) dejarán de leer por lo que "susupone" está pasando. Es su decisión y siempre he respetado eso. ¡Aunque! Es súper lindo que varios continúen leyendo aún cuando vaya a pasar en los siguientes capítulos. Los que ya saben qué pasará, pensarán que estoy dramatizando, pero algunos me habían dicho que habían dejado de leer el fanfic por "eso" y bueno xD Luego regresaron al pasar los capítulos.

A lo que iba, ¡sería un enorme gusto que siguieran leyendo y esperando por el fanfic!

Sin más que decir, ¡prosigamos!

Los personajes de Pokémon no me pertenecen le pertenecen a Satoshi Tajiri y Pokemon Company en general.


"Por y para siempre"

"No llores, ríe. No dudes, hazlo. No calles, grítalo. No desistas, vuelve a intentarlo"

Capítulo II: "Expectativa vs Realidad"

Miró de nuevo a la mujer, sí... porque ya no era una niña. Era una señorita, elegante y gentil, como solía ser de joven, pero ahora con porte y la altura de una dama. Era increíble pensar que había pasado tanto tiempo. También era alguien que había logrado de cierta forma, lo que quería y se había propuesto. Serena era dueña de una boutique en Ciudad Luminalia, además de ser muy conocida por sus diseños. Aún no conocía todo lo que hacía; apenas había pasado una semana desde su visita.

Optó por quedarse a vivir por un tiempo en un departamento, este quedaba cerca del edificio donde vivía la castaña y también cerca de negocio de la misma. Mientras la miraba atender a unas clientas observaba su alrededor. Su fiel Pikachu lo acompañaba a mirar el lugar, que en su opinión era muy 'Serena'. Movió su vista hacía la señorita, la notó sonriente hablando de lo que le apasionaba, y su mente regresó de inmediato a sus viajes con ella.

No podía comparar, eran dos puntos diferentes, la Serena de antes y la de actual. Ahora, cuando otra vez la tuvo en frente, se dio cuenta de la verdad, de cuánto le hacía falta. Si se hubiera dado cuenta antes de sus sentimientos, quizás la hubiese buscado mucho antes, pero era tarde para eso, o al menos para lo que creía, sería una muestra real del enamoramiento que solía tenerle ella a él. Se sintió un poco culpable, sin embargo... ¿En verdad hubiese actuado bien? Tal vez la hubiese lastimado, no estaba seguro de cómo su 'yo' más joven hubiese tomado todo aquello de los sentimientos.

Tosió un poco, tratando de calmarse. ¿Por qué siempre existía algo que cambiaba su vida? Es decir, no estaba muy seguro de que si lo que sentía por la castaña, era mucha nostalgia o en verdad, un cariño inmenso.

Estaba demasiado confundido. Durante los siete días que habían pasado juntos. Bueno, que la había visitado poco, se dio cuenta que ella actuaba un poco diferente. Eso, entonces significaba que aquello que sentía por él, se había esfumado.

Pero, ¿cómo culparla? Habían pasado muchos años, por lo que entendía nada dura para siempre. Y si sabía eso, ¿por qué se sentía como frustrado?

A lo mejor, el que Serena estuviera enamorada de él, lo hacía sentir bien de cierta forma, sin embargo eso era egoísta. Sería estarse alimentado de los sentimientos de ella, para subir su autoestima. Frunció el ceño, no entendía a donde sus pensamientos estaban llegando. Entonces comprendió que él no fue hecho para eso de 'amar', al menos no de forma romántica.

¿Se iba a rendir en comprender esos sentimientos?

—Ash —llamó la mujer con suavidad—. ¿Quieres ir a comer?

—Sí —contestó, feliz—. Oh, claro sólo si no estás muy ocupada —aclaró mientras posicionaba sus manos atrás de su cabeza—, no quiero molestarte.

—Para nada —respondió ella mientras reía un poco—. Siempre tomo un descanso a esta hora.

—Bien, vamos.

Salieron de la boutique, y él comenzó a pensar otra vez en miles de cosas. Entonces, Ash recordó que no le había preguntado todavía a ella si ya tenía pareja. Aunque según recordaba no era un tema muy fácil de hablar por parte de la chica. Suspiró e intentó convencerse que seguro que sí. De cualquier forma, ¿importaba?

Al convivir ahora con ella, su mente reaccionó ante lo genial que era la muchacha. No en el amplio sentido de pareja, sino como persona; como solía pensar de sus amistades. Ella era su amiga, sin embargo tenía unas inmensas ganas de preguntarle sobre sus sentimientos. Una parte de su consciencia recordó el por qué la fue a buscar. El amor unidireccional de ella lo hacía preguntarse muchas cosas, como el cuándo, cómo y por qué. Después de tanto le interesaba de cierta forma entender esos sentimientos. Por eso había decidido volverla a ver, tenía que cerrar de ese capítulo de su vida, esa incógnita escondida bajo su amistad y su promesa de volver a verse.

Movió su vista hacia ella, caminaba alegre sin ninguna preocupación. Debería sacar todas sus dudas de una vez, pero ahí estaba como alargando el asunto por quién sabe qué razón.

—¿Has visto a los demás? —preguntó Ash como si nada.

—¿Te refieres a nuestros amigos?

—Sí.

—Bueno, sí de vez en cuando miró a Shauna, y a Korrina la veo seguido —respondió sonriente—. ¿Y tú no los has vuelto a ver?

—No, estos días he estado viendo un poco la ciudad, y a la única que he visto es a ti —comentó, relajado. No notó el sonrojo de ella.

—¿En serio? Pensé que... —se quedó a medias y dejó de hablar—. No te he preguntado todavía, ¿cuánto tiempo te quedarás aquí?

Ash escuchó atento su pregunta y estuvo unos segundos en silencio.

—No lo sé —respondió, jovial—. ¿Sabes? No planeo mucho lo que voy a hacer cuando viajo, pero... creo que como un par de meses.

—Oh, qué bien —comentó alegre la modista—. Te dará tiempo para ver a Bonnie y Clemont.

—Sería fantástico, ya sabes, estar reunido los cuatro otra vez —habló con nostalgia, siendo ésta otra de las razones por las que había ido de nuevo ahí.

Serena miró a su compañero, preguntándose el por qué parecía tan diferente a cómo hace años. Él la volteó a ver y se vieron a los ojos, entonces un viento sopló llevándose consigo el sombrero de la castaña. Ash salió corriendo para atraparlo y cuando lo hizo se lo devolvió. Una especié de déjà vu se presentó en ambos sintiéndose niños de nuevo. La castaña le sonrió y él posó su dedo en su nariz mientras reía.

Parecía haber retrocedido en el tiempo, y un par de imágenes se presentaron en la mente de él. Un viento sopló un poco fuerte, aun así ellos desde hacía unos minutos que ya no se percataban de eso. La prueba que inconscientemente Ash buscaba sobre su conexión se presentó en ese instante, aquellos silencios donde se comprendían, donde bastante mirarse y saber que todo iba a estar bien estaba ahí.

Ambos siempre estarían para el otro, aunque fuese de manera inconsciente. No deseó moverse, ella parecía sentir lo mismo. Lo sabía, lo presentía, todavía existía. Se negaba a creer que era algún invento de su cabeza.

Pero entonces, la realidad llegó y le chocó con fuerza.

Una pequeña niña se acercó a Serena, corriendo y gritándole algo que no escuchó. La pequeña era rubia, energética, tenía ciertos rasgos que se le hacían familiares. Vio cómo su amiga se agachaba para abrazarla con fuerza, no entendió como durante esos días no lo había notado.

Por supuesto, Serena ya había hecho su vida y parecía feliz.

Notas de la autora:

Aquí termina el capítulo dos. Por ahora, los primeros capítulos no tendrán muchas palabras. Del cinco para arriba aumenta el número y eso xD

¡Muchas gracias por leer!

¡Suerte, nos leemos!

Por y para siempre [AmourShipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora