Capítulo 25

2.7K 220 18
                                    


La nube de humo rojo apareció en el hospital de la ciudad un segundo después de que Regina, David y Emma desaparecieran del embarcadero. La Salvadora, en los brazos del padre, luchaba por volver a la consciencia. Sus ojos se abrieron y cerraron muchas veces mientras era llevada con rapidez por los pasillos, y su visión borrosa comenzaba a afectarla en cada parpadeo.

Vio a su padre y a Regina a su lado con el mismo desespero. Por un momento pudo oír, aunque lejanas, las palabras de apoyo de la Reina

«¡Aguanta, Emma!»

Quiso asentir, pero no tenía fuerzas. Se apagó otra vez y esta vez en serio.

Las carreas de David y Regina con Emma alarmó a todo el hospital. Una vez colocada en una camilla, una nueva carrera comenzó, pero David y Regina se quedaron por el camino, viendo como la rubia y el equipo médico desaparecían al final del pasillo.

«¡Aguanta, Emma!» dijo la alcaldesa cerrando los ojos con fuerza. Juntó las manos a la altura de los pechos y necesitó tragar saliva.

«Se va a poner bien, es fuerte. Ya la perdimos una vez, no puede suceder de nuevo» David estaba cansado, respiraba por la boca.

Ambos estaban en medio del pasillo, asustados. David caminaba de un lado para otro con las manos enlazadas en lo alto de la cabeza, su camisa manchada con la sangre de Emma. Era un manojo de nervios. Mientras que Regina escogió una esquina de la pared para apoyar su espalda y abrazar sus propios brazos, temiéndose lo peor.

El doctor Whale salió por la puerta del quirófano después de una hora, quitándose de la cabeza el gorro quirúrgico. La Reina y Charming que, desde hacía algún tiempo estaban inertes, se levantaron en cuanto lo vieron.

«¿Y? ¡Díganos que está bien!» Regina exigió saber, con los ojos muy abiertos y cargados de emoción.

«Conseguimos retirarle la bala, pero se produjo un disminución drástica del volumen sanguíneo, va a ser necesaria una transfusión. Está hipotensa, pero su temperatura es estable y respira con normalidad, así que en cuanto la transfusión se haga, estará estable. Si no hubiesen llegado a tiempo, ciertamente no hubiera resistido» respondió el médico.

Se produjo un suspiro de alivio por parte de los dos.

«Bien, ¿y cuándo va a despertar?» preguntó David

«No tan rápido. Todavía estará un tiempo anestesiada, y creo que será bueno que done un poco de sangre, David, tiene el mismo tipo sanguíneo que Emma»

Regina se giró, sacudiendo la cabeza con los ojos cerrados, cruzó de nuevos sus brazos

«¿Por qué no hice saltar por los aires a aquel maldito pirata?» preguntó indignada para sí misma mientras se llevaba una mano a la boca.

«Bien, tengo que volver, solo vine para informarles. Rellene su ficha en el ambulatorio, David, lo encuentro allí» dijo Whale para en seguida girarse y dejarlos solos. David asintió y miró a Regina que estaba a su lado, completamente mareado.

«¡Vaya!»

«¡Culpa de aquel pirata insolente!» suspiró de rabia Regina «¡Arggg, cómo lo odio!»

El padre de Emma tuvo que estar de acuerdo, pero todavía le costaba creer que su amigo había disparado a su hija.

«No sabía que Emma había ido al puerto, no me dijo nada»

«Es obvio que no te iba a decir nada, si hubieras ido le estropearías sus planes»

«Está bien que quisiera arreglar las cuentas con Killian, pero no esperaba que fuera sola, debió haberme llamado»

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEWhere stories live. Discover now