Capítulo 18

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«Mi día hoy has sido tú, me he quedado con tantas ganas de verte, de encontrarte. No consigo estar un minuto sin pensar en ti, te echo de menos» dijo Emma, en voz baja, por el móvil.

Estaba escondida en una esquina del apartamento para que no la vieran, antes de la cena. Hablaba con Regina y la conversación ya se había alargado más de lo que las dos tenían previsto.

La alcaldesa, del otro lado de la línea, emitió un sonido como de sonrisa, pero no tardó en contestar

«No puedo negar que muchas veces me ocurre lo mismo. Me gustaría verte de nuevo»

«En la comisaría tenía que ponerme a organizar unos archivos, pero fue sentarme para trabajar, y mi pensamiento no estaba ahí, sino lejos, contigo»

«Yo sentí lo mismo» dijo Regina entre risas «Emma, creo que...creo no, tengo la certeza, algo muy bonito nos está pasando»

«¿Sabes lo que es? Amor, es amor, Regina» Emma suspiro aliviada al estar escondida, ya que su mano izquierda estaba sudando mientras agarraba el teléfono en su oreja. Siempre que Regina hablaba, ella se enrojecía de forma nada normal, y fue lo que ocurrió cuando le dijo algunas cosas más «Llevamos al teléfono dos horas, y no quiero colgar. Sé que mañana tienes que trabajar, yo también...así que venga. Mañana hablamos, un beso» en ese momento Swan cerró los ojos con sufrimiento, la típica manera que tienen los enamorados de despedirse.

Colgaron. Swan se quedó un tiempo mirando el móvil en la mano, observando el registro de la llamada que acababa de hacer. Mientras estaba escondida en esa esquina del apartamento, Mary Margaret terminaba de preparar la cena con la ayuda de David, y Henry estaba entretenido haciendo los deberes. Se equilibraba en la silla, sacando sus pies del suelo y poniéndoles casi encima de la mesa.

«¡Quita los pies de la mesa, Henry!» dijo su abuela cuando llevaba a la mesa los cubiertos. Henry retrocedió las piernas como quien acabara de recibir un susto.

Alguien llamó a la puerta, y el ruido resonó por toda la casa. Emma salió de donde estaba, apurando el paso

«Debe ser Hook, deja, yo abro» dijo ella, haciendo exactamente lo que decía. Hook sonrió con aquella expresión de siempre cuando la vio, y como si estuviera en su casa, entró y cerró él mismo la puerta.

«Vaya, Swan, ya hace algún tiempo, ¿ya no me vas a apuntar con un arma?»

«Sin duda» le sonrió ligeramente, metió las manos en los bolsillos traseros de los vaqueros y movió la cabeza positivamente «ni te voy a decir que como si estuvieras en tu casa, ya lo has hecho, ¿no?» bromeó

«Hook ya es de la casa» dijo David que llevaba en las manos enguantadas una fuente llena de pollo aliñado. Todos salivaron al mismo tiempo, si se apostara, se acertaría al decir que todos los estómagos sonaron de igual manera.

«¿Todo eso es hambre, amigo?» preguntó el capitán al muchacho, acercándose «Siempre te veo tan alegre, tienes una cara»

El muchacho no respondió. En vez de eso, soltó el cuaderno y el bolígrafo y se espatarró en la silla esperando a que le sirvieran.

«Debe haberse acordado de tu cabaña, de cómo aquello es estrecho para él» Swan bromeó de nuevo, los Charming rieron.

«Hablas de mi cabaña, pero aún no os habéis mudado de aquí»

«Pronto lo haremos, ya estoy mirando una casa a dos manzanas de aquí, está bien y con seguridad tendrá más espacio que este apartamento»

Emma empujó una silla hacia ella, dejándose caer en ella, haciendo bastante ruido, lo que le llevó una mirada de reprobación por parte de la madre.

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEKde žijí příběhy. Začni objevovat