Capítulo 16

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En Granny's, Mary Margaret e hija mantenían una conversación tranquila. Las tazas de café, encima de la mesa, estaban a mitad, y la rubia acompañaba con gestos lo que iba diciendo. Llevaban sentadas algún tiempo, Emma no se contuvo en compartir con su madre lo que había pasado en todo ese tiempo con Regina. Blancanieves estaba realmente sorprendida al  escuchar lo que su hija le contaba, pero no la juzgó por eso, sus sospechas sobre lo que sentía Emma por Regina estaban más que probadas, y lo que más le sorprendió fue la manera en que su hija retrataba su pasión.

«Emma, ¿por qué me cuentas todo esto?»

«Fuiste la única que percibió lo que estaba pasando, no puedo contar con nadie más»

«Está bien, quédate tranquila» la madre tocó la mano de su hija por encima de la mesa «¿Y piensas que Regina no te va a corresponder después de todo lo ocurrido?»

«Tiene miedo, y es mi culpa, he forzado todo» Emma puso expresión de desilusión

«No es tu culpa. Actúa así porque en su vida nada ha salido bien. No esperes que te acepte tan deprisa»

«Lo sé, pero tengo un peso en el corazón, es como si ella fuese a desistir y yo no hubiese conseguido ayudarla»

«También tienes que pensar en ti, también has pasado lo tuyo»

«No es eso, mamá, tengo la impresión de que ella me necesita»

Snow miraba a su hija cariñosamente

«Estás enamorada, Emma»

«Lo sé y duele» dijo la rubia con la mirada perdida

«Dicen que solo es amor si duele»

La sheriff movió negativamente la cabeza

«No era necesario que doliera tanto o me causara ojeras como está pasando» dijo en broma

«No fue diferente cuando tu padre y yo nos conocimos»

«Ya, lo vi de cerca»

Mary Margaret miró para el carrito de Neal, a su lado, para después volver a poner su atención en su hija

«Si tienes la certeza de que eso es lo que quieres para ti, Emma, espera a que Regina te diga lo que piensa»

«Ya lo dijo, me ama» Emma alzó la cejas y frunció los labios, poniendo una carita infantil. Su madre sintió pena por ella.

Más tarde en el apartamento, Mary escuchó dos golpes a la puerta, fue a abrir y se encontró con Regina y Henry.

«¡Henry! ¡Regina!» dijo sorprendida, mirando especialmente al nieto.

«Me pidió que lo trajera» Regina apoyaba sus manos en los hombros de su hijo

«Claro, entren, no se queden ahí fuera» miró a la mujer y al nieto, y se acordó de las palabras de Emma sobre la alcaldesa «Siéntense, ¿acabo de hacer bizcochos, ¿quieren?»

«Ya comí, abuela, gracias, voy a subir» Henry subió por las escaleras de hierro que había en mitad del apartamento, desapareciendo de la vista de las dos.

Regina se quedó parada sin saber qué hacer

«Siéntate, Regina, él no quiere, pero tú tienes cara de hambre, ¿ehm?» preguntó Mary Margaret.

La alcaldesa obedeció, se sentó en la mesa mientras se quitaba los guantes, no pudo dejar de suspirar insatisfecha y retirar los cabellos hacia un lado con un movimiento de cabeza

«Perdona que te hayamos molestado, Mary Margaret, pero quiso venir, parece que tiene algunas cosas aquí que necesitaba buscar»

«¿Te ha dicho algo?» Snow llegó con una bandeja que dejó encima de la mesa. El olor de los bizcochos abrió el apetito de Regina que salivó inevitablemente.

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEOn viuen les histories. Descobreix ara