Capítulo 6

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El sueño de Henry fue perturbado por quinta vez seguida. El muchacho despertó empapado en sudor bajo la vigilancia de Emma, allí presente para confortar a su hijo que llamaba por Regina. La salvadora fue en su ayuda todas las veces, temiendo que el sueño nada agradable de Henry tuviese que ver con la última discusión entre la alcaldesa y ella. Y el hecho es que su hijo soñaba lo mismo que Regina: la salvadora arrancándole el corazón y destruyéndolo. Él podía sentir el dolor de la Reina Malvada como si estuviese en su propia piel, y siempre que despertaba, lloraba como un bebé en los brazos de su madre rubia que lo recibía tiernamente.

«Ya pasó, chico. Estoy aquí» decía ella mientras sus manos subían y bajaban por la espalda de su hijo

«Duele» dijo Henry abrazado a ella

«¿Quieres hablar de ello?»

«Creo que no vas a querer oírlo»

«¿Por qué?» intentó mirar al chico a los ojos, se separó un poco de él para levantar su cara con dos de sus dedos «Henry, mírame, si no me cuentas lo que pasa, nunca voy a saber»

La tristeza de su rostro ya iba desapareciendo

«He soñado contigo»

«¿Conmigo?» ella pareció sorprenderse

«Contigo, y haces algo muy malo»

Emma frunció el ceño

«¿Qué quieres decir?»

«Que matas a alguien» fue directo, separándose para coger el vaso de agua que estaba al lado de la cama

«¿Estás bromeando?»

Él bebió mitad del líquido en una fracción de segundo.

«No. Matas a Regina»

En ese momento, Emma respiró hondo, desvió su mirada del hijo y puso cara de pocos amigos.

El tema Regina Mills se había vuelto tabú en el apartamento después de lo ocurrido. Henry volvió para la casa de su madre biológica al día siguiente de la discusión que presenció desde lo alto de las escaleras. A la morena le mintió, pero con Swan fue sincero y le dijo que había escuchado la mitad última de la conversación de esa noche. Emma sentía un amargo arrepentimiento, deseaba dar marcha atrás para en lugar de haber golpeado a Regina, haberla abrazado. A pesar de la situación nada confortable, Henry la consoló y finalmente ella se durmió como deseaba, no tuvo pesadillas con su hijo y la alcaldesa. Se había quitado un peso de la consciencia al decirle a Regina todas esas cosas que tenía atragantadas, pero ni de lejos la bofetada resolvería nada, ella prefería solucionar sus dudas pacíficamente, pero no tuvo elección al hacer lo que hizo, pensó.

Emma pidió a la familia un tiempo antes de mudarse, se quedarían allí unos días antes de pensar a dónde se mudarían definitivamente, y a ser posible, nada cerca de la casa de la alcaldesa. En la ciudad corría el rumor de que Regina andaba frecuentando la tienda de antigüedades del señor Gold y que lo hacía diariamente. El rumor se expandió y llego a oídos de Charming y lo comento en la comisaria con la hija. Aquel no fue el único rumor relacionado con la alcaldesa, se decía que Robin se había ido, el reencuentro con Marian había sacudido de forma significativa el corazón del bandido y había decidido marcharse con su mujer e hijo para nunca cruzarse en el camino de la Reina Malvada. Para donde irían no sé sabía, pero se sabía que el hombre había sido visto con Mills y después de lo ocurrido, ella fue vista varias veces conversando con el Señor Oscuro. Las malas lenguas decían que ella estaría negociando alguna magia para revertir los últimos acontecimientos. En opinión de Emma, era justo contarle a Henry que su madre estaba siendo diana de los rumores, ya que temía que el muchacho viera algo que no quería cuando a escondidas fuera a verla.

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEWhere stories live. Discover now