Historias Sobre Vampiros Y Humanos ||Servamp||

Maldad •Jekuni•

¿Que es la maldad?

No lo sabia con certeza pero tenia una ligera idea de ello.

La maldad era todo aquello considerado incorrecto. espantoso y sin ninguna razón mas allá que el disfrute de quien cometía el acto.

Eso era la maldad según las personas, era el significado mas aceptado.

Pero...la maldad tenia sus razones ¿Verdad?

Pongamos un ejemplo... Un niño roba de una tienda todos los días, todos lo consideran malo pero no saben que no puede mantener de otra forma a el y a su hermano.
O una chica golpea a alguien tanto que lo manda al hospital, ella es la mala porque nadie sabe que esa persona la molestaba de terrible manera todos los días.

Con esto Mikuni no estaba justificando todo lo malo, pero lo que si es que estaba diciendo que se debía conocer primero al "malvado" antes de juzgarlo.

Sabemos que su servamp es el de la envidia, conocido por tener una muy mala reputacion com alguien engañoso y peligroso.

No iba a mentir, cuando lo conoció le tuvo miedo, pero tenia que hacer el contrato que salvaría a su hermano, se lleno de valentía y le dio un objeto y un nombre, formando un lazo que se rompería solo con la muerte.

Y ahora estaban juntos, y ya habían pasado por un montón de cosas a través de los años... Los sucesos de la familia Alicein, su trabajo en C3, y ahora estaban en su propio camino, uno distinto a los de C3 o los demás servamp.

Mikuni después de tanto tiempo tenia una cosa en claro:
Jeje no era tan malo.

Sabia lo aterrador que podía verse, pero Jeje no era una serpiente que te fuese a estrangular mientras duermes, es mas alguna vez lo vio en su forma animal acostarse junto a el, enroscarse en una almohada y dormir tranquilo.
una escena muy tierna y graciosa para el.

Eran solo Jeje y el, y a través del tiempo había aprendido a confiar en su servamp y su servamp en el porque después de todo eran un equipo ¿No?

Jeje era una criatura fiel, nunca lo había abandonado, y no solo por la regla de la distancia porque si Jeje lo quisiera matar directamente lo haría y lo sabia bien.

Y a pesar de que Mikuni no era la mejor persona del mundo, pues siempre le negaba la sangre a su servamp, o prometía dársela y al final rompía su promesa, a pesar de esas cosas Jeje seguía ahí, creyendo que su eve cumpliría, confiando en su eve.

Lo repetia, Jeje no era tan malo.

Tal vez no era el tipo mas conversador del mundo, pero era atento y escuchaba cualquier queja que tuvieras, cualquier experiencia o sueño, no es que te diera consejos o palabras de aliento, pero servia para desahogarte en ocasiones.

No era el tipo mas divertido del mundo, pero admitía que su compañía entretenía.

¿Saben? un día le enseño a armar pequeños barquitos en botellas, parecía buena idea, pero Mikuni termino enojándose por no poder y haciendo un pequeño berrinche, Jeje parecía enojado pero... ¿Habia escuchado una risa? tal vez fue su imaginación pues fue muy baja para oir bien, pero era una risa muy linda sinceramente.

No era el tipo mas atento o el mas cuidadoso, pero lo era aunque sea un poco, el rubio acostumbraba a dormir en el sillón, no recuerda cuantas veces amaneció en su cama, o en el mismo sillón con una cobija encima.

No era el tipo mas cariñoso, pero una que otra vez le acaricio la cabeza, sobre todo cuando abandono a su familia y se sintió culpable.

Tampoco era un tipo muy inteligente, pero el estaba hay para ayudarle, corregirlo cuando hacia algo mal, ayudarlo en sus planes y aportar algunas cosas.

Y mucho menos era el tipo mas lindo del mundo, pero lo había visto al rostro unas pocas veces, y odiaba admitirlo, pero ese rostro no merecía ser escondido, para el era lindo, mucho mas lindo de que pudiera haber imaginado.

Tampoco era alguien que pudiera encantar a las personas, pero a el, ahora cada vez que pensaba en el tendría el molesto pensamiento de que estaba enamorado, enamorado de su Servamp, nada mas molesto y estúpido que estarlo y no poder hacer nada al respecto.

No era perfecto.

No era el mas lindo

No era el mas inteligente

Ni el mas hablador ni el mas atento.

No era muchas cosas, pero tampoco era malo.

Y no cambiaría su opinión aunque todo el mundo le dijera lo contrario.