El alma nunca olvida.

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Ed, Edd y Eddy son propiedad de Danny Antonucci.

Nathan Kedd Goldberg es propiedad de c2ndy2c1d.

Esta historia es mía para ustedes.

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El autobús de la preparatoria hacía su parada diaria en el vecindario de Cul De Sac, solo algunos lo tomaban, Kevin por ejemplo, siempre usaba su motocicleta, y ahora Edd también usaba la suya, que con ayuda de Marie estaba aprendiendo a conducirla.

Eddy, bastante somnoliento, ocupó el último asiento junto a la ventana. El clima era frío, pero ya solo lo sería un par de semanas, pues la primavera estaba a la vuelta de la esquina. El chico entre bostezos recordaba la tarde anterior.

Flash back.

La tarde estaba lluviosa, y en el cementerio de la ciudad, un pequeño grupo de personas estaban reunidas para despedirse de un hombre, un hombre que dejaba a su familia para el descanso eterno. Los paraguas negros, los protegían del clima, excepto a un chico de gorra negra, que lloraba en silencio, empapado, alejado de la gente que estaba de pie alrededor de la fosa, lista para recibir el ataúd, en cuanto el cura dijera las últimas palabras.

Emily, la ahora viuda, se permitió ir a despedirse de su compañero de vida, su largo cabello oscuro estaba recogido y un sombrero negro ocultaba su desdicha, los padres de Eddy, estaban junto a ella, brindándole todo su apoyo. En realidad los padres de todos los chicos de vecindario estaban presentes, algunos compañeros de trabajo del occiso, y otros amigos.

Edd veía la oscura escena desde una pequeña colina, no había permitido que se le acercaran, pues quería estar solo, aunque su mirada todo el tiempo estuvo distraída, como si buscara a alguien entre la gente. Marie que lo miraba, lo sabía, Edd buscaba a Kevin, que por supuesto, estaba ausente, a pesar que sus padres si estaban presentes. El mejor amigo de Edd, se encontraba presente, muy pensativo, junto a ella.

—Eddy. – Lo llamó Marie.

—¿Si?

—Sé que lo odias, pero creo que deberíamos llamar a Kevin para que...

—De ninguna manera Marie. – La interrumpió Eddy.

—Pero lo necesita, Doble D lo quiere aquí y lo sabes.

—Ese idiota no va a cambiar las cosas, esté o no esté Doble D perdió a su padre y Kevin no va a hacerlo sentir mejor.

—Eso no es verdad. Sería un gran apoyo para nuestro amigo.

—Pues no está aquí Marie, ¿crees que le importa?

—Sé que tienes algo que ver. – Le dijo con voz muy baja, y en tono molesto. Eddy se puso algo nervioso, pero fingió indiferencia. —Te vi hablando con él antes de venir, y lo que sea que le hayas dicho, lo hizo enojar bastante.

—Es lo mejor Marie. Kevin ya le hizo bastante daño. Incluso tú lo sabes, Doble D no merece estar con ese estúpido.

—Kevin no me cae bien, es cierto, y sé que lo lastimó, pero Doble D lo quiere, y Kevin a él. Todos merecen una oportunidad Eddy.

—Si Kevin lo quisiera estaría aquí a pesar de lo que yo le dijera. ¿No crees?

—No puedo refutar eso. –Le dijo Marie. La chica giró para retirarse. —Pero no tienes derecho a entrometerte, Doble D es el que tiene que decidir.

Filofobia.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon