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lunes, 2004

La mano de su tía subía y bajaba por su espalda, dándole a entender que quería demostrarle todo su apoyo.

Pero, ¿cómo se le daba apoyo a un niño que perdió a sus padres?

Apretó más su mano en cuanto vio salir a una enfermera de una edad avanzada.

-Necesitan hablar con el niño. -Miró con repulsión al pequeño. -Es urgente.

Jimin se escondió detrás de su familiar, apenas vio a dos hombres con uniforme acercársele.

Recordó el día en el que capturaron a su padrastro, y sus ojos se cristalizaron.

—Jimin no está en condiciones de hablar con nadie. —dijo la joven, quien no pasaba más allá de los veintitrés, rodeando a su sobrino con sus brazos.

—Señorita Park, necesitamos hablar con el menor. —suspiró uno de los uniformados.

El otro se arrodilló y miró a Jimin con tristeza. —Te dejaremos ir con tu tía en cuanto terminemos de hablar.

—... ¿Lo prometen? —murmuró, jugando torpemente con sus dedos.

—Lo prometemos.

Las gotas que se colaban en la parte superior de las ventanas caían, produciendo un sonido grave.

Los dos pequeños, que se encontraban abrazados en el último cubículo de los baños, aún soltaban pequeños suspiros de frustración y desesperación.

—Jimin, todo estará bien. —aseguró Jeongguk, repitiendo el gesto de la tía del menor.

—Me voy a volver loco, estoy volviéndome loco.

Sus ojos se conectaron, y Jeongguk sonrió. Limpió las lágrimas de su mejor amigo.

—Tú eres un héroe, Min, eres como superman. —acarició la mano del contrario con su pulgar. —Eres fuerte, yo sé que puedes seguir así.

—Pero, y si me vuelvo loco... —tragó en seco y luego miró al chico, con sus hermosos ojos cristalizados. —... ¿Perderías la cabeza conmigo?

- Yo perdería todo por tí.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora