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viernes, 2003

El cumpleaños de Jeongguk se acercaba, y de todos los compañeros que sabían de la existencia del chico, solo Park Jimin estaba formalmente invitado a la celebración.

Y este último estaba sumamente nervioso sobre el regalo que le daría a su mejor amigo, por eso y porque finalmente conocería a la familia del chico.

¿Y si no era de su agrado? ¿Y si no les gustaba su camiseta? ¿Qué tal que sean alguna banda de asesinos en serie que matan niños? Pensó el pequeño pasando sus sudorosas manos por el pantalón.

Un punzante, pero momentáneo dolor sintió al pasarlas fuertemente por ahí.

Sabía que debía contarle a su amigo sobre lo que le estaba pasando. Pero no, no lo haría ahora. No en este momento.

Jeongguk se apareció delante de Jimin con una sonrisa formada en sus labios. Los dos menores se dirigieron a su clase de gimnasia hablando de cosas sin sentido.

Al llegar al camarín, comenzaron a desvestirse. Jimin comenzó a quitarse sus pantalones con cuidado, sin embargo, el menor vio unas pequeñas marcas en las piernas del chico, por lo que se levantó rápidamente.

—¿Jimin? —preguntó en un casi inaudible susurro, el mayor trató de tapar con sus manos las cicatrices que se extendían por todo su muslo. —¿Qué tienes ahí?

—No es nada. —Su respiración se encontraba acelerada y sus manos comenzaban a sudar nuevamente. —No te preocupes.

Jeongguk levantó las manos de Jimin, y las vio.

Eran cortes.

En las piernas de su Jimin.

—¿Qué son? —preguntó en voz baja, sus ojos estaban cristalizados.

- Las constelaciones son bonitas y yo quiero ser bonito.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora