Terror a media noche

Nota de un suicida

¿Tiene sentido continuar en un mundo sin razón? He tomado mis propias decisiones en la ignorancia, y no ha sido hasta muchos años más tarde que no he visto los errores que he cometido. Aunque... ¿algo importa? Somos motas de polvo en un espacio infinito, destellos de luz en la historia del Universo. No hay un sentido para la vida, más el de vivirla propiamente. ¿Y luego? La oscuridad, la nada. No importan el bien ni el mal, Dios no existe fuera de nuestros corazones, no hay un "yo" más allá de nuestro cerebro. ¿Qué me detiene de salir a la calle y cometer alguna locura? La moral se reduce a la nada, sólo una pequeña voz me susurra que no lo haga.

Ando por la calle y miro los rostros de la gente. Me imagino extremas barbaridades por placer: asesinatos, violaciones... Nada de ello sería menos atroz que matar a un insecto.

No hay razón para la bondad ni el sacrificio si todo lo que nos queda es una vida. Ni siquiera el amor, ya que éste comporta el sufrimiento, y hay formas más sencillas de conseguir el placer corporal.

¿Estudios, trabajo? Nada, sólo dolores de cabeza innecesarios, creados para entretener al rebaño.

Me siento vacío. Vacío de emociones, de respuestas. Te lo he dado todo, y tú no me has dado absolutamente nada.

No creo que haya enloquecido, simplemente he abierto los ojos a una realidad poco placentera.

Me desvelo por la noches pensando en mi futuro, y la cuenta regresiva que tengo en mi ser.

Yo no pedí nacer, yo no quise estar en este mundo podrido hasta las entrañas.

Igual otro gallo cantaría si la naturaleza humana hubiese sido de otra manera, si tú nos hubieras creado de forma diferente, si tú realmente existieras.

Sólo queda una solución: negarme a existir. No quiero hacer nada de lo que imagino, ni quiero seguir sin hacer nada.

Por fin podré mirarte a los ojos si estás ahí, sino, simplemente me esfumaré.

Nos vemos tarde o temprano, en la tranquilidad de la muerte.

S.