—Los invitados eligen —dije, dándole el mando de la televisión a James y sentándome en medio de ambos.

—Gracias, creí que terminaría tirándome por la ventana —Me susurró al oído.

Yo reí entre dientes.

Después de algunas horas viendo la televisión y hablando con James, me di cuenta de que era de esos chicos coquetos, pero simpáticos.

Aunque cuando empezaba su fase "coqueta" podía llegar a ser algo molesto, no porque a mí me importara mucho, sino porque Daniel se ponía en su faceta de "hermano-sobre-protector".

A veces daba risa porque James lo hacía, únicamente, para molestar a Daniel.

Y por eso, me cae bien este chico.

—Voy a salir un rato al patio a tomar aire —avisé levantándome del sofá.

—Bien —dijo Daniel, desinteresadamente, sin apartar la vista del televisor.

—¿Por qué? —interrogó James haciendo un puchero. Me encogí de hombros, a forma de respuesta—. Iré contigo.

—Bien —dije sin darle mucha importancia.

—Cuidadito con lo que haces, James —advirtió Daniel con un gruñido.

—Tranquilízate, amigo —Se burló James—. Tampoco es como si fuese a violarla o ella no supiera defenderse

Daniel lo miró unos segundos con los ojos entrecerrados y luego asintió con la cabeza.

—Conste que, en guerra avisada, no muere soldado —Fue lo único que atinó a decir.

Ambos nos encogimos de hombros y salimos al patio.

—Es muy sobre-protector, ¿no? —preguntó James, una vez estuvimos afuera.

—En realidad él no era así, no sé qué mierda le pasa últimamente —confesé.

—Tiene miedo de que, con tanta belleza, algún idiota se propase contigo. Y no lo culpo, yo estaría igual de estar en su lugar —explicó mirándome directo a los ojos. Mis mejillas tomaron un ligerísimo color rosa—. Aunque yo sé que tú no eres como las otras chicas que se dejan manosear —continuó—. Tú eres diferente, Isabel Clarkson.

—Vaya, eso, eso es... gracias —balbuceé sin saber qué decir, mientras sonreía. Jamás me habían dicho eso, aunque ya lo sabía.

Nos quedamos mirando. Yo, intentando descubrir si tenía poderes psíquicos y descubría qué rondaba por su cabeza. Y él..., realmente no sé qué intentaba hacer él.

De repente, escuché una risa femenina del otro lado del jardín y todos mis sentidos se pusieron alerta. Giré mi cabeza y me agaché. James me miró desde arriba confundido y yo lo tomé del pantalón y lo jalé hacia abajo, haciendo que cayera junto a mí.

—¿Qué ocurre? —preguntó acariciándose el brazo.

—Chist, baja la voz —susurré.

—¿Qué ocurre? —repitió, susurrando esta vez.

Le hice una seña para que me siguiera y gateé hacia unos arbustos que se encontraban por la cerca que separaba los jardines.

Agudicé la vista entre las ramas y vi de quién era esa risa tonta.

Tal y como lo pensé, se trataba de Melany, la perra de las perras.

Además de ser mi enemiga a muerte.

Siempre andábamos discutiendo y, una vez, cuando mis puños sintieron ganas de intervenir, la muy estúpida se puso a gritar y lloriquear.

Pero eso, obviamente, no me detuvo.

Insoportable [Sin editar]जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें