30- INCREÍBLE (1)

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INCREÍBLE
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Canción: The love - Antillas & Alpha force ft. Lauren Evans (Manchild Cinematic Mix).
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Hay algo mágico acerca de besar a la persona que quieres. La manera en que tu cuerpo parece cantar y ponerse en sintonía con el cuerpo del otro. La forma en la que tu piel se sensibiliza y cada uno de tus órganos parece volverse loco. El corazón parece querer salir de tu pecho y correr lejos. O tus pulmones, que parecen perder su capacidad de expandirse con cada respiración. Tu cabeza que da vueltas y te hace creer que todo el mundo desaparece a excepción de ustedes dos. Y luego ese sentimiento tan apabullante dentro de ti que no sabes dónde se origina, si en el centro de tu pecho, en tu estómago o si todo está dentro de tu cabeza, en tu imaginación. Y esa sensación de que todo es un sueño... Sí. Todo aquello lo sentía mientras Levi me besaba y me sostenía con ternura entre sus manos.

Y mientras sentía el calor desprenderse de su piel y acariciar la mía sentía ese nudo creciendo en mi garganta. Después de tanto tiempo, esto estaba pasando. Mi sueño se estaba volviendo realidad. Mi mayor deseo se estaba cumpliendo. Levi me tenía entre sus brazos, me besaba con amor e infinita ternura y yo le correspondía sintiendo que en cualquier momento rompería a reír o llorar. Era tan grande la emoción que sentía que las lágrimas amenazaban con salir. Debió de haberse dado cuenta de aquello, porque después de unos segundos de nuestros labios acariciándose se separó de mí.

—¿Estás bien? —cuestionó, preocupado.

—Sí, estoy bien. Solo... —Sonreí al pensar en lo tonta que debía verme con los ojos anegados con lágrimas y reí.

—No llores —pidió acariciando mis mejillas.

Volví a reír al escuchar su genuina inquietud y rodeé sus muñecas con mis manos.

—No lloro. Es solo que estoy tan feliz...

El ceño entre sus cejas fue alisándose al escuchar esto y poco a poco una sonrisa curvó sus comisuras. Una lágrima se aventuró a resbalar por la costura de mi ojo.

—¿Eso significa que son lágrimas de felicidad?

—Puedes estar seguro de ello.

Apenas estas palabras salieron de mis labios, Levi se inclinó hasta quedar a mi altura.

—Y tú puedes estar segura de que nadie jamás ha sido más afortunado que yo ahora —murmuró. Esa sonrisa de medio lado que tanto amaba en él se hizo presente y le arrugó las esquinitas de los ojos, haciéndome pensar que la afortunada ahí era yo.

—En eso tienes razón.

Me encogí de hombros y él rio.

—Dios, Lucette. Cuánto te quiero.

Me abrazó al decir esto y yo me limité a cerrar los ojos, le devolví el abrazo y apoyé mi sien en su pecho.

Nada podía ser más perfecto que aquello.

***

—¿Y cómo fue que te diste cuenta? —quise saber.

Ambos estábamos tumbados sobre el sillón con nuestros pechos tocándose y las miradas enganchadas. Llevábamos alrededor de una hora, si no es que más, hablando como los amigos que siempre habíamos sido, solo que en esta ocasión Levi me besaba en cada oportunidad que tenía. Enredaba mechones de mi cabello alrededor de sus dedos o pasaba estos últimos sobre mi rostro con ternura. No alejaba la mirada ni un segundo de mi rostro y yo no podía dejar de sonreír por esto. En verdad parecía estar enamorado de mí y aquella realidad hacía estremecerse de felicidad a mi corazón.

Siempre has sido tú ✔ (EN LIBRERÍAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora