Capítulo 50

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En mi cuarto, debajo de la cama hay un libro, me agacho a recogerlo y dice en su nombre Anabell Osadi Snow.

Cuando lo abro, puedo leer mucho pero en resumen dice que sus padres murieron un 3 de Julio y que su abuelo Snow quedo a cargo de ella, que crecieron juntos. El era como un padre como ella, entonces empezaron relatos de su infancia, jugaban juntos y dice que estaba contenta por ver a su abuelo tomar el puesto de presidente, que él era excelente pero todo empezó mal cuando mi mama entro a la arena, que Snow se estreso y llego al punto de la locura, ella le tenía miedo, el empezó a beber vino todo el tiempo, pero un día ella lo vio con una chica rubia. Prim. Ella estaba llorando mientras Snow la tocaba, abusada de Prim pero entonces ella salió corriendo, al menos así lo relata su diario, ella le empezó a tener más miedo cuando vio asesinando a su empleado y tomo de su sangre, poniendo una flor en su camisa para perfumar el olor a sangre. No pude continuar leyendo y cerré el diario, alguien pasa al cuarto y cuando veo hacia arriba, es Anabell.

- Dame eso. - Me ordeno. Yo moví el diario hacia mi espalda.

- ¿Que hacía en mi habitación? - Le pregunte.

- Solo dame mi diario. - Dijo.

- Yo puedo enseñarle esto a todo el capitolio, y entonces, dejaras de ser presidenta. - Le dije.

Ella empezó a caminar hacia mí y alzo su mano, iba a pegarme, pero entro Iván y sostuvo su mano antes de que ella pudiese pegarme con ella.

- Yo puse el diario aquí. - Dijo él.

- ¿Como dices primo?- Le pregunto ella, escuchar esa palabra, relacionar a la desgraciada de Anabell con Iván, es extraño.

- Necesitaba ponerte en evidencia. No puedes seguir con esto. - Le dijo con una voz fuerte y segura.

- ¿Que te hace pensar que no puedo? Mi abuelo, le dejo el puesto a la inútil de Paylor, pero en su falta, se suponía que yo debía estar a cargo, entonces simplemente, la envenene y le di una muerte lenta y dolorosa. De nuevo te pregunto. ¿Que te hace creer que no puedo seguir? - Le dijo molesta, yo estaba paralizada, no podía moverme, solo estaba para ahí.

- Anabell. Mira lo que le has hecho a una niña, de tan solo 10 años. Ver como sus amigos muere, ¿Te parece saludable? - Le dijo, entonces un sonido nos interrumpe. Agentes de la paz entran al salón.

- El diario ya ha sido mostrado a todo el capitolio y todos los distritos, tenía que enfrentarte. Como justicia, se te ha dado una sentencia. - Dijo él.

¿Una sentencia? Desde cuando estuvo planeando todo esto, ha de ser mucho antes de que yo entrara en la arena.

- Que has hecho pequeño idiota. - Le insulto, los agentes la paz empezaron a sostenerla de los brazos.

- Tu sentencia será a muerte. - Dijo él, el cuatro se sentía vació, nada mas era Iván y Anabell, se sentía tan raro.

- ¿Qué prefieres? ¿Unas vallas venenosas, veneno de rastreavispula o un tiro en la frente? - Le pregunto con frialdad.

- ¿Sabes que quiero? Tu muerte. - Le dijo Anabell y le escupió en la cara.

- Llévensela y ejecútenla, no, mejor, llévenla a la celda y no la dejen salir nunca, no quiero verla. - Dijo mientras se limpiaba la cara de la saliva de Anabell.

- Lo siento Willow. -Me dijo.

Yo lo veía a los ojos y la tenia ese brillo, entonces empezó a llorar, estaba explotando. Entonces él me abrazo y puso su barbilla en mi cabeza.

Willow MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora