Mí Humano, Mí Mate II ©

Capítulo 1

Tío Ashton suelta un sonoro suspiro mientras niega con la cabeza - Ya sabes como es esa mujer Kyle, es muy terca y obstinada, pero qué le voy hacer es la mujer qué amo - de pronto el tío Ashton se sumerge en sus propios pensamientos, quizás recuerde la historia que a tenido con la mujer qué ama y con la qué ha formado una familia - no debés preocuparte Kyle, ella es muy fuerte más de lo qué puedas creer, solo tu madre podía frenarla en uno de sus ataques de celos cuando alguna loba o vampira sé acercaba a mí - suelta una risa - es muy posesiva.

- Eso porque eres solo de nosotras Papa - la voz de Cynthia detiene a mí tío - no me gusta como té mira Charlotte, como un trozo de carne - termina de hablar, para luego salir trotando a los brazos de su padre, quien la recibe con los brazos abiertos.

(...)

- Papa Papa dejanos acá - frunzo el ceño en dirección a Cynthia - no me veas así Kyle, solo no quiero qué Charlotte vea a Papa.

- Éso es absurdo hija, los dejaré en la entrada - responde el tío Ashton a Cynthia qué solo hace un mojin.

Ya que pronto llegaremos a la Universidad, es cuando Cynthia no quiere qué la secretaria del rector vea a su Papa, pero qué por alguna razón qué desconozco, Charlotte la secretaria siempre esta recibiendo a los estudiantes en la entrada saludandolos, pero qué al ver llegar al tío Ashton, ella solo sé concentra en seguirlo con la mirada.

Al ver al tío Ashton desde dónde me encuentro, no ha cambiado nada segun las fotografías qué he visto, éso desde qué su amada esposa lo convirtió en vampiro, y darle un anillo mágico para poder andar bajo la luz del sol, e igual cómo el qué tiene Cynthia en su dedo.

Al llegar a la esquina,  se detiene el auto,  la primera es Cynthia al bajar no sin antes despedirse del tío Ashto,  así qué sin esperar más hago el amago de bajar,  pero la gruesa voz del tío Ashton me detiene.

- Kyle - me llama,  por lo qué doy medía vuelta - recuerda lo qué te hemos dicho Samantha y yo,  yo te acerques al bosque.

- No te preocupes tío,  no lo haré - el asiente al igual qué yo - le diré a Mykee,  qué me llevé con los abuelos.

- Okey Kyle,  saludalos por mí - dice con gran triteza en su respuesta - cuidate hijo - sin más sale rumbo a la oficina,  y yo me quedo ahí estático,  han sido muy pocas las veces que me ha llamado hijo el tío Ashton.

Al ver qué la camioneta negra toyota se pierde de mí alcance de visión,  volteo a ver sí Cynthia me ha dejado atrás nuevamente,  sonrió al verificar qué es así.

- El faltar las primeras horas nada a mí promedio de noventa seis - mascullo para mí mismo.  Y sin esperar más salgo rumbo a por los abuelos.

(···)

Mi respiración se a tornado un poco pesada,  mís pulmones gritan metafóricamente por más oxígeno.

- Debo ejercitarme más seguido - mascullo jadeante,  por la falta de aire, ya he caminado más de diez kilómetros hasta acá.  Me acerco a la malla,  rápidamente cruzo ágilmente para no hacer mucho ruido,  aunque sepa que casi nadie viene acá, debo ser muy cuidadoso de que nadie me vea acá.

Ya un poco lento me encamino entre las flores,  este lugar lo conozco muy bien ya qué tengo tres años de venir acá,  y por ello sé donde está. A unos dos metro la veo,  con un gran nudo en la garganta me acerco y al llegar me posiciono frente a frente.

- Hola abuelo Sebastían - digo a la vez qué me arrodillo y pongo el ramo de flores encima de la lápida de donde descanzan los restos de mi abuelo - venia a verte a ti primero abuelo - digo al sentir que mí corazón se acelera - y luego iré a ver a la abuela.

Todo fue muy rápido,  el chofer del camión dormido,  el asfalto mojado,  los neumáticos gastados,  son muchas cosas las qué influyeron en el accidente donde murió el abuelo.

- Tío Ashton envía saludos abuelo - digo al recodar lo que me pidió,  también recuerdo qué el fue quien ayudó a los abuelos a qué entendieran quién soy,  y qué soy,  pero cómo yo no puedo transformarme,  fue la tía Samantha quién les enseñó su forma vampirezca.

- Pero qué tenemos acá - mí cuerpo se tensa al escuchar esa melodiosa voz - él lobito qué no puede transformarse.

Doy medía vuelta,  y ahí está la hija del Alfa Josh,  la hermosa Aska,  he sentido atracción por ella,  pero ella sólo se burla de mí.

- A-Aska qué ha-haces acá -tartamudeo por lo qué me maldigo internamente.

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