Introducción

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Atenea estaba sentada de mala gana en la sala de espera con los cascos puestos y la música puesta, a que su madre volviera con los billetes de viaje. Con la mirada fija en las pantallas que anunciaban los continuos vuelos repasaba una y otra vez los motivos por los que tenía que abandonar su vida en España para viajar a un país del que apenas había oído hablar y que veía en fotos. 

A pesar del continuo ruido de la gente que andaba o corría, el traqueteo de unos tacones resaltaba en el ambiente. Ella tenía el volumen alto, pero podía oír a su madre acercarse a paso ligero hacia ella. Desvió la mirada hacia su madre quien le indicaba que se levantara, se puso en pie y se puso a andar tras su madre mientras llevaba sin muchas ganas su maleta de color negro. Mientras su madre caminaba a paso ligero ella lo hacía a un paso casi lento. Se agolparon en su mente las escenas del día anterior donde se despidió de sus amigos tomando su última cena juntos, muchos le dieron un pequeño regalo para que no se olvidara de ellos en ningún momento. <<Tranquilos que tengo pensado volver a veros>> les dijo con una sonrisa nerviosa intentando no ponerse a llorar. 

Una mano apresó su brazo comenzando a agitarla levemente, aquel gesto hizo que volviera  a la realidad. Se apartó uno de los auriculares de la oreja para poder oír a su madre decirla que se diera prisa o perderían el avión.  Resoplando apretó el paso sin más ganas que darse la vuelta y volver a su casa para volver a la escuela con sus amigos de siempre. Subida en el avión se sentó al lado de la ventanilla sin prestas atención a lo que su madre le decía, no tenía ganas de hablar y menos con ella. Al ver que Atenea no le hacía caso decidió dejarla absorta en sus pensamientos mientras ella ponía el móvil en modo avión y leía un libro que llevaba en el bolso. 

<<Ya verás como te gusta. Harás nuevos amigos y seguro que te lo pasas bien con ellos>> 

Aquellos argumentos de su madre para decirle que se iban del país no hicieron más que afianzar la negativa de su hija. Aunque acabó siendo arrastrada a aquel avión con la excusa de que no podía estar sola. El avión ya había despegado y un largo trayecto le quedaba por delante, para ser exacto haría escala en EE.UU para coger otro  que las llevaría a su destino. Con solo pensar en aquella odisea no hacía más que aumentar sus ganas  de no ir allí por mucho que se empeñara su madre. Era cierto que Japón es un lugar maravillo para ir  a visitar, también es el sueño de la gente que le encanta la vida y la cultura japonesa; pero a ella no le hacía especial emoción, su madre le hablaba de su lugar de origen, de sus costumbres y tradiciones pero nunca tuvo una gran necesidad de ir a conocer aquel exótico país. 

-Hija- una mano se posó en su hombro

Atenea se quitó los auriculares, se apartó un mechón del rostro poniéndolo detrás de la oreja

-¿Qué tal estas?

-Bien- respondió sin mucha emoción

-Ya verás como te integras bien en tu nuevo colegio. Tus hermanos ya están allí y les va bien.

-¿Ya me has inscrito en uno?

-Si, no quería que perdieras un año, hablé con tu tío y movió algunos hilos para que te aceptaran ya con el curso empezado. 

-Que bien- respondí sin muchas ganas

-Te he comprado algunos libros para que vayas leyendo por el viaje

-¿Qué libros?

-Bueno, hay algunas cosas que tendrás que estudiar de antemano

-Cómo que estudiar de antemano

"me estas vacilando" - pensó Atenea sin dar crédito a las palabras de su madre. 

-Si, por ejemplo- sacó un libro de una bolsa de tela que tenía debajo del asiento- Historia de Japón

"Genial, no solo tendré que aprender la mía sino que también la de Japón"

Cogió el libro que su madre le dio, lo abrió por cualquier página. Sus ojos se abrieron como platos al ver que estaba escrito en japonés.

-Mamá, eres consciente de que no soy prácticamente capaz de leer esto, ¿no?

-oh, hija si sabes- respondió con una pequeña sonrisa- seguramente lo entiendas, si tienes alguna duda dímelo. Así de paso mejoramos tu control sobre el idioma.

-Va a ser un viaje muy largo- respondí mientras pasaba las hojas.

Adicta a tus besosWhere stories live. Discover now