Capítulo 3

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¡Que me está pasando! Acabo de despertar y a que no adivinan con lo quién acabo de soñar. Es algo espantoso, no tanto como las cucarachas, pero aún así se puede ir acercando, sí, exacto, lo han adivinado, con Jake ¡Puaj!

Él estaba a mí costado en la clase de pintura, y no se por qué se paró encima de su pupitre y empezó a bailar como retrasado. Debo admitirlo, me dió risa. Pareciera esos tipos que bailan en el tubo o algo así.

-Hasta que te despertaste -sonríe Marina.

-¿Cuánto he dormido? -pregunto con voz ronca.

-Una hora completita -responde.

-Guau, pensé que sólo fueron unos minutos -digo.

-Así es cuando haces algo relajante, el tiempo se va volando -dice- A verdad, el chico ese de la cafetería te vino a buscar.

-¿A mí por qué?¿Qué quería? -pregunto sorprendida, no me esperaba eso a decir verdad.

-Yo que sé, pero dejó esto, me dijo que lo leyera si quisiera, pero quería que despertaras para que lo leyeras tú primero -me entrega un papel.

-¿Qué carajos con él? -desdoblo el papel y me encuentro con la caligrafía de Jake, es muy bonita a decir verdad, es corrida y muy elegante, en cambio la mía es palmer y no me gusta, si la intento hacer corrida me sale más fea de lo que ya es. Bueno, dejando de lado su hermosa caligrafía comienzo a leer la carta atentamente.

Hola Scott

Sí, soy yo, dirás ''que pesado este tipo'' pues sí lo soy, acostumbrate. Bueno os vengo a invitar a ustedes dos a la fiesta de principio de año universitario, toda la vida ha sido así, no se preocupen por venir arregladas. Bueno, tú no, pero tu amiga está bien buena en serio, dile que la ví mirándome el culo así que si quiere ver lo demás... Ya paro, mejor se lo digo en persona, que luego te me pones de mala onda. Las espero en la espalda de la cafetería, siempre es ahí, a las 9:00 pm.

Con todo mi odio, Jake.

-¡Idiota! Hasta se crée que voy a ir -arrugo el papel y lo boto en el cesto de basura.

-¿Qué pasó? -me pregunta Marina.

-Nos invitó a una fiesta -digo.

-¿Y que esperas para arreglarte? Vamos a ir -me dice decidida.

-Ni de chiste, yo no voy -digo.

-Vamos, por favor, aunque sea un rato -insiste.

-Que no, estoy cansada de tanto dormir, así que dormiré un poco más a ver si me pasa.

Estuve negándome a ir, pero me insistió tanto que tuve que ceder. Me lo debe de agradecer, dejé de lado mi hermoso sueño para ir con ella, eso es demasiado.

Camine hacia mi cómoda y saque un poco de ropa. Me puse un jean negro y me quedé con mis zapatillas, también me puse una blusa a cuadros y ya, me voy. Creo yo que ya estoy bien.

Cuando llegamos a la parte tracera de la cafetería había un montón de gente, cosa que me gustaba, no me tendría que topar con el idiota de Jake en toda la fiesta.

-Hasta que decidiste despertarte -dice una voz masculina.

¡Gracias universo por escuchar mis plegarias!

-La verdad no quería venir, pero ya vez, me obligaron -digo señalando a Marina que esta bailando con un chico.

-Ajá, todos quieren venir a estas fiestas, deberías estar agradecida que fuera yo el que te invitó -dice sonriendo.

-Sí, creo que es verdad ¿se me nota tanto lo feliz que estoy de verte? -lo digo sarcásticamente.

-No mucho, pero bueno, hay una chica ahí de nuestra clase -señala a una chica medio bajita y de pelo largo, no es muy agraciada en mi opinión- sí, ya se, no es tan bonita, pero tiene unas bubis y un culo, igual y la convenzo de hacer otras cosas con esos dones que le dio Dios -creo que se dio cuenta de mi cara de ''no me importa nada de lo que me digas -disfruta la fiesta Scott-y se va.

Fui a la mesa de comida y ahí estuve comiendo y bebiendo. Como demasiado y nunca engordo, ¿quién lo diría?

-¿Cómo vas Scott? -dice Jake que acaba de venir.

-¿Otra vez tú? Ya cánsate -digo

-Vale, me cansaré si bailas conmigo una canción -me sugiere.

-No, ahora que lo pienso ¿No tendrías que estar con la nalgona de tu amiga? -digo

-Pues como no traía preservativo no quería, ¿Bailas?

-Te dije que no.

-Olvida lo del lápiz hombre -me dice- anda vamos a bailar.

-Que no -digo y me jala del brazo hasta la pista de baile- ¡suéltame! ¡Jake!

-Te dije que bailarias conmigo y Jake no acepta un no -responde y me deja justo en frente de él, intento escapar pero nada, es imposible ¡Este tipo es un pesado!

-¡Jake déjame pasar! -digo.

-No -responde burlón.

A las finales tuve que ceder y bailar con él, yo no quería pero no tenía de otra ¡La canción es demasiado larga! No podré soportar a Jake ni un rato más. Me coge de la cintura ¡Está
mal de la cabeza!

-Oye... no te pases -digo algo incómoda.

-Pero si no te estoy haciendo nada, esta es una postura normal para bailar -dice sonriendo- aunque ahora que lo dices, me pasaré un poco contigo.

-¿Qué... -no me dejó terminar mi pregunta porque puso sus labios junto a los mios, por alguna razón me gustó el beso, aunque no tardé en zafarme de él, no era porque no me gustara, sino que me trae malos recuerdos. Por su jueguito, no sólo se llevó un beso mío, también un cachete rojo.

-¡Pero qué mierda! -dice tocándose su cachete izquierdo.

-Nunca en tu vida vuelvas a besarme, ¿Me escuchaste, idiota? -salgo de ahí hechando humos.

Ya eran como las doce de la noche, le avisé a Marina que iría a mi habitación. Ella me dijo que si quería que me acompañara, pero prefería irme sola.

Cuando por fin llegué a mi habitación fui al baño y me lavé muy bien mí boca, aunque Jake sea muy guapo, no le quita lo estúpido.

Me metí a a la cama e intenté olvidarme de todo lo que pasó hoy, mí cabeza está hecha un lío y todo por el estúpido de Jake.

Contigo ni a la esquina © #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora