29.

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—Una niña... una niña... tendremos una niña —Mingyu repetía esa frase una y otra vez, Wonwoo suspiró un poco cansado.

—Lo sé, mi amor —asintió—. Pero ya deja de repetir eso —suplicó, riendo.

—Lo lamento, es que estoy emocionado —sonrió—. Siempre quise tener una niña.

 De verdad, Wonwoo comenzaba a creer que en lugar de un novio tenía a un niño de ocho años al que debía cuidar de que no haga ninguna tontería. Aunque básicamente de eso se trataba su relación.

—Si, también lo sé.

—¿Y sabes donde dormirá nuestra bebe cuando nazca? —preguntó. Wonwoo abrió la boca para decir que también lo sabía, pero se dio cuenta que no era así.

—Por Dios, ¿cómo es posible que no hayamos pensado en eso hasta ahora? —la pregunta fue mas para él mismo que para Mingyu.

—Podemos poner la cuna en nuestro... tu cuarto —se corrigió, aun no vivían juntos oficialmente (aunque se la pasaran todo el tiempo uno junto al otro)—. Y cuando ya la niña ya no entré la cuna, dormirá con nosotros hasta los veintiún años. Así ningún chico se le acercará.

—¿Dormir con nosotros hasta lo veintiuno? ¿Qué ningún chico se le acerque? —repitió, sin creer lo que oía— Debes estar bromeando.

—Si, tonto... bromeo —rió el menor—. Bueno, no con lo de los chico. No dejaré que mi princesa salga herida como tu con Junhui. Los hombres son unos idiotas.

—Mingyu, por favor... la niña aun no nace y tu ya la estas sobre protegiendo —el azabache puso los ojos en blanco—. Ademas, tal vez la lastimen, si. ¿Pero quien te dice que mas tarde no encuentre a su propio Kim Mingyu que la haga feliz?

—¿Y que luego la embarace? —inquirió. Wonwoo suspiró, definitivamente ese chico era un caso perdido— No, no y no. ¿Me oyes, hija? Ningún chico se acercará a ti mientras yo esté vivo.

El moreno se levantó del sofá y se metió en la cocina, debía empezar a hacer la cena.

—Princesa, él es tu padre —susurró—. Es un poco tonto, pero nos ama... —rio.

Con el estomago vacío, Wonwoo se levanto y fue tras Mingyu a la cocina con la esperanza de encontrar algo para comer. Pero el moreno recién había comenzado a cocinar.

—Tengo hambre, ¿falta mucho? —curioseó.

—Si, Wonwoo —rio—. Acabo de empezar.

—Tengo hambre... —comentó.

—¿Y me dices a mi que parezco un niño? —rio el menor.

  Para suerte de Wonwoo, la comida estuvo lista en menos de una hora; la cena constaba de carne con verduras, su platillo favorito.

—Dejarle un poco de comida al resto de Corea —dijo Mingyu entre risas al ver que Wonwoo se levantaba a buscar su segundo plato de comida.

—En mi defensa, debo comer por dos personas —levantó el dedo y señaló su vientre abultado. Mingyu río—. Ademas, sabes que amo esto... te sale delicioso.

*    *    *

—¿Que nombre quieres ponerle? —preguntó Wonwoo, recostándose en la cama.

—No lo sé, ¿que nombre te gusta? —respondió el menor, abriendo los ojos para mirarlo.

—Hm, me gusta Sae Ron —sonrió, pensativo.

—Entonces así será —Mingyu le devolvió la sonrisa y besó su frente con ternura—. Kim Sae Ron —susurró—. Suena precioso.

—¿Tu no propondrás otro nombre? —inquirió.

—Me gusta ese nombre, amor —sonrió—. Además, soy malo para estas cosas.

—De acuerdo —rió y tocó su vientre—. Siente sus pataditas.

Wonwoo tomó la mano de su pareja y la colocó en su vientre, para que pueda sentir el movimiento de la niña en su interior.

—Saeronnie, princesa... ¿dejarás a tu papá dormir está noche, verdad? —preguntó, repartiendo caricias por su piel—. Si no lo haces, me molestará toda la noche... —bromeó.

—Prometo no molestarte sólo si tu no te ocupas toda la cama —sonrió el mayor.

—No puedo prometerte eso... 

—Ahora me entiendes —replicó, con diversión.

—Pero yo no lo hago con intención, estoy dormido... no sé lo que hago mientras duermo —se excusó y Wonwoo rió antes de acurrucarse en sus brazos.

—Buenas noches —susurró, con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.

The Kid (Meanie)Where stories live. Discover now