3.

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Mingyu dirigió su mirada al sofa usurpado por una criatura de menos de un metro de altura y resopló. Por su bien y el de su paciencia, decidió sentarse alejado de Ki Su para no despertarlo y provocar el llanto.

Pero eso no basto para mantenerlo tranquilo por mucho tiempo; tan sólo cinco minutos después, el pequeño despertó y comenzó a llorar... pero eso no fue lo peor.

—Ay, no puede ser... —dijo cerrando los ojos y cubriéndose la nariz con una mano— ¿Qué te dieron de comer, ah?

Sin poder soportar el olor, sujetó al niño lejos de su cuerpo y lo llevó a su habitación, recostándolo en su cama y echando desodorante en el aire.

—Quédate aquí, no soportaré tu olor —ordenó y regresó a la sala. Pocos segundos después Ki Su gateaba a toda velocidad hacía él—. Te ordené que te quedaras allá, ¿cómo diablos te bajaste de la cama, mocoso? —gruñó volvió a llevar al bebé a su cuarto— Que te quedes aquí, ¿me oíste? Que-da-te.

Se alejó de la cama y caminó hasta la puerta, antes de salir volteó a ver al pequeño para descubrir que comenzaba a bajarse de la cama una vez mas. Con impaciencia, Mingyu pegó su frente a la pared.

Tomo su teléfono y comenzó a teclear: "¿Cómo cambiarle el pañal a un niño?"

—Maldita sea. Yo no tengo todas esas cosas... —resopló al ver que para cambiar al niño necesitaría un pañal limpio, toallas húmedas y aceite para bebé— Que te alejes, Ki Su.

¿Por qué era tan inquieto y oloroso? ¿Era normal que un niño de un año despidiera tal olor? Definitivamente debía hacer algo para solucionar eso si no quería terminar inconsciente.

—A ver... Ven aquí, apestoso —dijo recostándolo sobre una toalla vieja en su cama con una pinza para la ropa en su nariz—. Veamos, ¿cómo diablos se hace esto?

Con manos torpes, quitó el pantaloncito azul de la criatura y luego desabrocho el pañal con lentitud y una mueca de asco en el rostro.

—Oh no, no y no. —dijo volviendo a tapar al niño con su pañal, el cual rio al ver a Mingyu con esa cosa en la cara y una voz rara— Definitivamente no. No pienso usar una de mis toallas para limpiar eso.

Con una mano en el rostro, observó como Ki Su movía sus piesitos de manera juguetona. Tuvo que admitir que le causo ternura y comenzó a pensar en alguna manera de limpiar eso sin arriesgarse a ensuciarse.

—Por favor, no te muevas —suplicó.

Con el miedo de regresar y encontrar su cama completamente sucia de excremento de bebé corrió hasta el baño y abrió la grifo de la tina dejando correr el agua tibia. Al regresar, agradeció a todos los santos por encontrar todo tal cual había lo había dejado segundos atrás.

—Bien... hagámoslo —se alentó a si mismo mientras se quitaba la pinza de la nariz ya que comenzaba a dolerle.

Sin quitar la expresión asqueada de su rostro, limpió lo mas que pudo al bebé con el pañal y luego de cerrarlo, levantó a Ki Su de la cama para llevarlo al baño con los brazos estirados hacía adelante y su torso inclinado hacía atrás. Cuanto mas lejos de aquella criatura sucia estuviese, mejor.

De cuclillas junto a la tina, inclinó al bebé e hizo que el agua que corría se encargara de limpiar la suciedad de su traserito por si sola. Una vez que se aseguró que no quedaba nada de popó en su cuerpo lo sacudió levemente y lo envolvió en una toalla y para llevarlo hasta su cuarto una vez mas.

Ya estaba todo listo, solo faltaba algo importante... ¿con que reemplazaría el pañal sucio? Se quedó mirando al niño envuelto en una toalla por unos segundos sin saber que hacer hasta que por su cabeza paso la idea de ponerle uno de sus bóxers viejos y gastados.

—Podría entrar un segundo niño ahí dentro —rio al ver a Ki Su con su antiguo bóxer rosado.

Envolviéndolo de la mejor forma posible para que no se le caiga, le dejo el bóxer y sobre él le puso nuevamente su pantalonsito azul.

Regresó a la sala con el niño de mejillas regordetas y se sentó en el sofá a mirar tele y a rezar que su vecino regresara rápido. Se sentía agotado, como si hubiese peleado en alguna guerra o algo por el estilo... y ni siquiera había pasado una hora desde que el imbécil de Wonwoo había irrumpido en su casa y dejado al pequeño a su cargo en contra de su voluntad.

—Ojala encuentren a tus padres rápido, si tengo que volver a cuidarte no lo soportaré —habló mirando al niño mordisquear el mando a distancia—. ¡Oye, eso no! Hasta un perrito es mas tranquilo que tu.

  Con algo de brusquedad le quito el objeto de las manos y se lo guardó en el bolsillo del pantalón, obteniendo un fuerte grito del niño seguido de un llanto.

—No llores, niño —suplicó cerrando los ojos con fuerza—. No te lo devolveré, eso no es para comer. Ki Su, cállate, ¿quieres ver dibujos animados? Te pondré dibujos animados.

  Tomó el control remoto en sus manos y empezó a cambiar de canal mientras impedía que él pequeño se lo intentara arrebatar. Pocos segundos mas tarde, ambos se encontraban viendo Dora La Exploradora; Ki Su entretenido y calmado, y Mingyu poniendo ojos en blanco cada vez que la niña hacía alguna pregunta estúpida.

—¿Cómo es posible que no vea ese puente gigante detrás de ella? Que alguien compre unos anteojos, por favor —resopló.

Si Jeon Wonwoo no regresaba pronto para llevarse a ese pequeño bastardo, sin duda alguna iba a enloquecer.




N/a: Hey~ Buenas noches (acá en Arg, es de noche, zori :v). Bueno, lamento actualizar tan tarde, pero estuve un día entero sin luz y no pude ni terminar de escribir el capítulo D: Pero bueno, aquí lo tienen, tarde pero seguro y completo(?), espero que les haya gustado♥

The Kid (Meanie)Where stories live. Discover now