Capítulo 5.

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V había buscado al pelinegro por todo el lugar la noche anterior pero no lo encontró, tuvo que llevarse las cosas que le había dejado a su cuidado, incluso el auto, no lo podía dejar estacionado en ese lugar. Durmió un poco más esa mañana porque tenía libre y lo agradecía, ya que había llegado de madrugada, se levantó para desayunar e ir a devolverle las cosas a Hoseok, lo que menos quería era tener las pertenencias de mayor por más tiempo, además se preguntaba cómo había sido capaz de entrar a su departamento si él tenía sus llaves.

Para la suerte del menor, su padre le había enseñado a conducir y obtuvo su licencia al poco tiempo. Encendió el vehículo y manejó en dirección al edificio del pelinegro, el camino no fue difícil, utilizó la misma ruta por la que el mayor lo llevo a la fiesta y al llegar al departamento dejó el auto en el estacionamiento. Subió hasta el piso de J-Hope y tocó el timbre sin obtener respuesta, así que uso la llave que el pelinegro le había entregado en custodia.

Al entrar se encontró con el lugar a oscuras, lo que le dio a entender que Hoseok no se despertaba aun, tenía la duda si dejar las cosas sobre la mesa o entregárselas al mayor. Decidió que era mejor avisarle al pelinegro que había estado en su departamento, así que caminó hasta la habitación de este, encontrándose con la puerta entre abierta y el lugar con la penumbra de las cortinas cerradas. Abrió lentamente para no ser tan entrometido, porque ya había entrado en una propiedad ajena sin permiso, pero lo que vio lo dejo impactado y le rompió el corazón.

Hoseok estaba acostado tallándose los ojos, recién despertando y a su lado estaba ese chico rubio de la cafetería, solo que estaba vez, desnudo o eso pensó V, en la misma cama del mayor. Dejó caer las pertenencias del pelinegro y salió del lugar lo más rápido que pudo, dejando a un Hoseok que no entendía que estaba sucediendo, no sabía porque el menor se había ido tan deprisa.

TaeHyung corrió hasta cansarse, mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas, se sentía engañado, J-Hope lo había dejado solo en esa fiesta para irse a revolcar con su amigo, se arrepentía con toda su alma el haber aceptado la maldita invitación de Jung Hoseok y cuando dejo de correr porque sus pulmones ya no le permitían ir mas allá, juró nunca más volver a dejar que el pelinegro lo confundiera con sus palabras y sonrisas melosas.

YoonGi escuchó el sonido de los objetos golpeando el suelo y miró hacia la puerta, de donde provenía el ruido, encontrándose con un chico parado en el umbral por unos segundos y luego salió del lugar dando un portazo.

-TaeHyung- escuchó decir al pelinegro a su lado, pero no entendía que estaba pasando. La cabeza le dolía a horrores y sentía mucha sed, el portazo solo había ayudado a incrementar más la molestia, se sentó en la cama y miró al menor que aún seguía perplejo.

-¿Qué fue eso?- estaba molesto porque su cabeza parecía que iba a explotar.

-No tengo idea, Suga, no entiendo- el menor se levantó y tomó las cosas que V había dejado caer, sus llaves y la billetera. Entonces recordó todo y se lamentó. –Creo que he jodido todo, otra vez-

-¿Te refieres a ese chico?- Hoseok no le ayudaba a entender la situación pero notaba que algo había terminado mal. Se sentó en la cama mientras miraba alrededor buscando su ropa.

-Había ido con él a la fiesta, YoonGi- le explicó el menor mientras pasaba sus manos por la cara. –Y lo olvide completamente, lo deje solo-

-Vaya, sí que la jodiste- le dijo el mayor pero después de tomarle el peso a las palabras del pelinegro recordó que había ido con Jimin y luego J-Hope lo había llevado a su departamento. –Maldición-

Decisiones Intrincadas (YoonMin)Where stories live. Discover now