capitulo 31

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Una semana tenía metida en la oficina. Por desgracia el convenio que habíamos hecho con una constructora hizo que perdiéramos miles de pesos. Todos los días y a cada hora estábamos revisando todos los contratos tratando de encontrar el error pero no aparecía, Lucy y Ally estaban apoyándome y les agradecía mucho, no pude pasar ningún momento a gusto con mi familia, estos últimos días Camila era quien venía a visitarme o sólo Romina ya que no se sentía bien.

El día estaba pasando muy lento y moría de ganas por ver a Romina. Camila me prometió que vendría con mi hija a visitarme un rato antes de que fueran a la casa de sus padres, se habían puesto de acuerdo para hacer una pijamada junto a Sofí y Romina estaba encantada por pasar la noche con sus abuelos.

- Hola mami - vi como mi pequeña entraba corriendo mientras Camila le abria la puerta de la oficina, Romina corrió hacia mí con los brazos abierto y yo gustosa la recibí, tenerla en mis brazos y conmigo era lo mejor que me haya pasado en la vida, claro, aparte de Camila que ellas forman mi mundo entero. Desde que Camila me dio la noticia que estaba embarazada fue una sensación difícil de explicar, tenía una gran emoción atrapada en mi pecho, y el día que nació fue lo mejor, no podía controlar mi alegría ni mis lágrimas, tenerla en mis brazos, ver como movía sus bracitos hacia que me enamorara más de lo que ya estaba de ella. Siempre he procurado que Romina tenga todo y darle lo mejor, que nunca se sienta triste o tenga miedo cuando está sola en su cuarto, siempre velaré por ella para que sea toda una gran mujer en un futuro.

- Hola mi amor hermoso - la llene de besos por todo su rostro y ella trataba de empujarme con sus bracitos pero fallando en el intento - ¿Cómo estas mi vida? - deje de hacerle cosquillas para verla y ella tomó mi rostro con sus manos.

- Bien Mami, estoy feliz.

- ¿Estas feliz? - puse una cara de sorpresa - ¿Porque estas feliz?

- Porque mamá me llevará a la casa de los abuelos y dormiré con la tía Sofí mientras comemos muchos dulces y vemos películas. - se giró a ver a Camila que estaba de pie frente a nosotras con una gran sonrisa en el rostro - ¿Verdad mamá?

- Si mi amor, iremos con los abuelos - se acercó y comenzó a acariciar el brazo de Romina - y nos dormiremos tarde mientras vemos la Sirenita.

- Tengo envidia - puse una cara triste - yo quiero estar con ustedes y no voy a poder.

- No te pongas triste Mami, si quieres me puedo quedar contigo. - beso mi mejilla para después abrazarme por el cuello.

- ¿Sería eso posible? - vi a Camila esperando su respuesta.

- Siempre y cuando nos invites algo de comer porque muero de hambre, a menos que no quieras y tengamos que buscar comida por otro lado - Camila hizo un puchero y eso me causó mucha gracia, vi como Romina imitaba a su madre. De seguro lo habían ensayado para poder chantajearme, ya que saben muy bien que siempre funciona. Por más que quisiera seguirles el juego y negarme no podía ante lo adorable de sus caras.

- Esta bien - me resigné - ¿Siempre buscan la manera para chantajearme verdad? - me reí ante sus rostros, parecía que las hubiera ofendido.

- No Mami, tú siempre me compras los juguetes que yo quiero sin necesidad de que yo te los pida.

- Es porque haces ese puchero del cual no me puedo resistir. - bese su frente mientras reía.

- Además yo no necesita chantajearte, siempre llegas a la cama por tu propia cuenta. - vi una sonrisa pícara en el rostro de Camila, sabiendo lo que significaba pero feliz de que Romina no lo entendiera, al contrario, estaba jugando con los botones de mi blusa, levante las cejas y ella río.

Decisión Incorrecta - CamrenWhere stories live. Discover now