capítulo 26

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Sentí mi cuerpo arder al momento de ver que alguien más besaba a Camila, era un sentimiento difícil de explicar ya que nunca antes lo había sentido, era como querer morirme, matar a esa persona que tenía al frente o salir corriendo. No lo pensé más y me acerque a él para tomarlo del brazo y empujarlo lejos de Camila. Mi cuerpo estaba hirviendo de rabia.

- No la vuelvas a tocar – lo tome del brazo ya que estaba distraído, le di un golpe en el rostro para después darle dos más.

- Lauren no – escuche la voz de Camila pero en estos momentos no quería nada de ella, no quería verla.

- Nunca más la vas a volver a ver porque si lo haces te mato – grite en su cara y a la fuerza lo saque del salón. Vi cómo se alejó del lugar.

Las lágrimas recorrían mi mejilla, no podía ocultarlas, lo que vi me dolió mucho.

- Lauren, no es lo que crees - ¿Cómo se atrevía a decirme que no es lo que pienso? ¿Acaso piensa que no la vi besándose con otro? No podía decirme esas cosas, no se daba cuenta del daño que me estaba haciendo.

- ¿No es lo que creo? – gire a verla, estaba muy enojada que no podía ocultarlo, nunca antes había sentido tanto dolor y decepción con el simple hecho de verla de esa manera, me dolía como la mierda – Explícame, porque no entiendo que fue lo que vi – hable con sarcasmo y ella lo noto, las lágrimas recorrían sus mejillas pero esta vez no iba a caer aunque me dolía verla así.

- Mi amor, escúchame por favor.

Se acercó a mi tratando de abrazarme pero de inmediato me aleje de ella, no quería que me tocara, pude ver dolor en sus ojos pero no debía de importarme, ella se estaba besando con el tal Zac en su trabajo ¿No pensó que nuestra hija podría entrar y verla de esa forma? Como pude logre limpie mis lágrimas.

- Nunca lo pensé de ti y no sabes lo decepcionada que estoy.

Sin más, salí del salón lo más lejos posible, no quería ver a nadie en estos momentos y menos a Romina, no quería que me viera de esta forma. Escuche los gritos de Camila a mi espalda pero no le hice caso, no la quería ver en estos momentos.

Subí al auto y una vez en este no pude contener el llanto, parecía niña pequeña que lloraba porque no le daban un dulce o se le moría su mascota. Apoye la cabeza en el volante sin parar de llorar, tenía el rostro húmedo gracias a las lágrimas.

Aun no podía creer lo que Camila me hizo ¿Acaso me estaba pagando con la misma moneda?

Ella no es así, podía creerlo de otra persona pero de Camila no, me niego a pensarlo. ¿Todo este tiempo estuvo con él? ¿Hubo alguien más aparte? Muchas cosas pasaban por mi cabeza y no lo soportaba, me dolía como la puta mierda.

Salí del estacionamiento sin rumbo definido, no podía controlar las lágrimas, no podía pensar bien las cosas. Por un momento estuve a punto de volver con Camila pero sabía que podía pelear una vez que la vea. Quién lo diría, me dolía lo que me hizo pero tampoco quería dejarla ir.

Sin pensarlo tome el celular y marque a la única persona con la cual podría contar en estos momentos sabía muy bien todo lo que pasaba en mi vida.

Habíamos quedado en ir a un bar y eso era lo que yo necesitada en estos momentos, ahogar mi dolor con lo que sea y olvidarme de todo por un tiempo.

Nos encontrábamos en la barra, tenía la copa de tequila en mis manos y la botella a un lado, Keana estaba mi lado escuchando mi historia, mientras más recordaba más lágrimas soltaba. Le detalle tal cual como sucedieron las cosas y prestaba atención a todo lo que decía.

- Es estúpido – dijo mientras bebía de su copa – No puedo creer que te pongas de esta forma cuando tú le has puesto los cuernos no solo por un momento o días, si no por años.

Decisión Incorrecta - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora