Trece.

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Pablo se encontraba de buen humor a pesar de la mala decisión que había tomado. Con mi mamá intentábamos sonreír y demostrar que todo estaba bien, aunque por dentro moríamos de dolor al saber que casi perdemos a Pablo. 

La familia apenas se entero llego, le llevaron regalos y lo hicieron pasar una mañana distinta. Salí un rato de la habitación estaba sofocada de tanta gente y además estaba muy cansada. No había pegado un ojo en toda la noche. Cuando cerré la puerta y me di vuelta, tenía a Cameron en frente mio. Lo único que supe hacer fue abrazarlo, rodearlo con mis brazos y sentirme segura con él ahí. Sentí como mi cuerpo se relajaba, y como el me daba las fuerzas que necesitaba.

- ¿como esta tu hermano? - pregunto preocupado.

- Bien, esta mejor... ahora esta con la familia ¿queres pasar? - pregunte. 

- Después - contesto y acariciaba mi cabello. 

- Gracias por venir - le dije mientras nos sentábamos. 

- Anoche estuve en una reunión familiar y tenia el celular apagado. Hoy cuando lo prendí y apenas escuche tu mensaje vine. - Paso su mano por mi mejilla e impidió que una lagrima recorra mi mejilla. 

Volví abrazarlo. 

El silencio de la sala nos acompaño por unos segundos, solo se escuchaba de fondo las risas que salían de la habitación donde estaba Pablo. 

Fue hasta la cafetería y me trajo algo de comer para mi mamá y para mi. Se quedo todo el día conmigo, entro a la habitación a ver a Pablo y hablaron de todo. Los deje un rato solos y salí afuera a tomar un poco de aire. Lo necesitaba. 

Me senté en el cordón de la vereda y disfrute del viento que corría. Me sentí libre por un rato, me sentí bien y me olvide de todo. 

- ¿Como esta Pablo? - pregunto una voz detrás de mi. 

- Ignaci... - conteste cuando me di vuelta para ver quien era. 

- Hola, me entere lo de tu hermano y vine... ¿se encuentra bien? - pregunto una vez más.

- Si - le dije levantándome. 

- ¿Puedo verlo? Con Pablo siempre me lleve bien, y lo quiero mucho. 

- Si, claro que puedes verlo - conteste y entramos al hospital. 

Entre a la habitación, Cameron y Pablo estaban llorando de la risa. Ignaci entro detrás de mi y Cameron dejo de reír enseguida y se levanto de la silla. Pablo sorprendido al ver entrar a Ignaci, pero enseguida lo recibió con una sonrisa. 

- Ey Pablo - dijo Ignaci acercándose a él - ¿como estas? 

- Bien, mucho mejor... ¿vos? - contesto Pablo sentándose en la cama. 

- Bien... - mira a Cameron - Hola. 

- Hola - respondió Cameron y salio de la habitación. 

- A vos te tengo que matar - dijo Ignaci a Pablo, ignorando que Cameron se había ido. 

- Perdón - dijo luego de un largo suspiro mi hermano. 

Me quede un rato con ellos, luego salí de la habitación pensando que Cameron estaba ahí. 

"¿Donde estás?" fue mi mensaje. 

"Llegando a mi casa" contesto enseguida él. 

"¿Porqué no te despediste Cameron?

Cameron no contesto más. Me senté en la sala de espera y me di cuenta que no estaba de animo para andar con tantas vuelvas, no quería pelear, no quería saber nada. Solo quería salir de ese hospital junto a mi hermano. 

Pasaron varios días, Pablo ya esta en mi casa. De Cameron no he sabido más nada, lo llame varias veces pero nunca contesto una llamada ni un mensaje. Decidí dejarlo en paz y no molestarlo más, por algo no me contesta ni nada. 

Me recosté sobre mi cama y disfrutaba escuchar como la lluvia golpeaba mi ventana. Abrí las cortinas y tome mi cámara, era linda escena para tomar una fotografía de la lluvia. Cuando mire la foto no me convenció, volví a tomar otras, pero ninguna me gustaba. Deje la cámara dentro de un cajón y decidí no usarla por un tiempo.

Baje a la cocina cuando escuche el grito de mi mamá ofreciéndome un te con galletas hechas por ella. Pablo se encontraba en el living mirando una película con Laura. Ella me vio y me regalo una sonrisa, la salude con la mano. No quería molestarlos. 

Mi mamá estaba en la cocina sacando del horno las últimas galletas. Me senté en la mesa y miraba mi celular a cada rato, creyendo que en algún momento iba a caer un mensaje de Cameron pero estaba equivocada. Al rato entraron Pablo y Laura, pasamos una hermosa tarde, contando anécdotas, riendo como nunca. 

El amigo de mi hermano - Cameron DallasWhere stories live. Discover now