Capítulo 34 | Nena |

6.9K 324 10
                                    



UN AÑO Y MEDIO DESPUÉS

— Ya me vino.

Dije entrando al cuarto de mi mejor amiga. Me lancé boca abajo sobre su cama y suspiré pesadamente.

— Menos mal. Vos podes defender a tus pastillas anticonceptivas todo lo que quieras, pero yo sigo siendo team forro.

Su comentario me hizo reír. Giré sobre mi cuerpo y me senté apoyando mi espalda en el respaldar.

— ¿Le dijiste? - preguntó.

Lancé una carcajada.

— ¿Qué estaba muerta de miedo porque tenía un atraso y no nos cuidamos la última vez? Ni en pedo.

— Bueno, seguro fue por el estrés. Sigamos.

Dijo agarrando los apuntes para continuar con la densa sesión de estudio que teníamos desde la mañana.

— Si aprobamos, ¿podemos ir a emborracharnos hasta perder la razón?

Pregunté como quien no quiere la cosa.

— ¿Y si no aprobamos?

— También - contesté.

Estábamos preparándonos para la última prueba de la carrera antes de la tesis de grado. Durante el último año me enfoqué en esto con el objetivo de mantener mi mente ocupada de mi patética situación amorosa, y por suerte estaba funcionando.

Supongamos.

Seguir después de Agustin siempre será difícil porque una parte de mí siempre estará vinculada a él. Fue muy doloroso enterarme de su engaño, y sanar esa herida seguía siendo un desafío para mí. Cuando terminé las cosas con Mateo hace un año y medio no me relacioné con nadie más, hasta que conocí a David. Con él todo ha sido más fácil porque sentía que el fantasma de Agustin ya no me taladraba tanto la cabeza. En cambio Mateo se merecía a alguien que haya soltado por completo su pasado, y lamentablemente eso a mí me duró muy poco. No quería lastimarlo al engañarme a mí misma con que podría soportar el peso de estar con él. El tiempo me enseñó que no estaba preparada para darle mi todo a Mateo, aunque moría por hacerlo.

Los días pasaron, y con ellos la aprobación de mi último final, y por supuesto, la tesis.

El acto fue la definición de agridulce. Haberme recibido de Licenciada en Administración de Empresas fue algo que el 13 de enero del 2016 vi imposible. De alguna manera estaba agradecida con la vida por haberme dado una segunda oportunidad al hacerme despertar esa tarde en el hospital, pero por otro lado le tenía rencor porque no pude compartir este día tan maravilloso con mi hermana.

Para celebrar fuimos con mis padres a cenar a nuestro restaurante favorito, y David se unió a nuestra pequeña celebración. Estaba nerviosa porque era la primera vez que él conocería a mis papás. Los presenté siendo lo más breve posible y se saludaron con una honesta alegría y felicidad. Me dio un beso en la mejilla y sonreí.

David y yo nos conocimos en la facultad. Nosotros aún no tenemos el "título" oficial, pero para los ojos de los demás sí. Estudiamos lo mismo, pero él es un año mayor que yo y se recibió el año pasado. Es un amor de persona, tan dulce y honesto. Fue super comprensivo con el tema de Agustin y Mateo como nadie, y me hizo sentir que nunca se hace tarde para un nuevo comienzo. Ya tenemos cuatro meses saliendo y tratamos de llevar las cosas con calma. Por eso ese atraso de hace semanas me hizo entrar en pánico, pero pero por suerte todo fue una falsa alarma.

AfterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora