Bad Boy. [Sin editar]

.76.

Maraton 2/2

Mi cuerpo dolia, mi rostro ardia, y tanto mis manos como mis pies, se sentian entumecidos a causa de las sogas que me aprisionaban. Hace poco mas de veinte minutos desperte y aun no me siento lo suficientemente segura de querer abrir los ojos. El frio me hace temblar, el silencio me abruma y estoy tan asustada que las lagrimas no tardan en abandonarme una vez mas. No se cuanto tiempo estuve inconciente, tampoco sabia si permanecia en la misma habitacion de antes. Lo unico que si podia asegurar, es que mi cuerpo aun se encontraba amarrado a la silla.

Sentia en el medio de mi pecho una sensacion de vacio, dolor y angustia practicamente incontrolables. Tenia sed, hambre, frio, miedo. Deseaba irme de este lugar y retroceder el tiempo de ser necesario.

Tomo un gran cantidad de aire intentando calmar mi estado actual, y con dificultad, me aventuro a abrir los ojos. Cada parte de mi cuerpo temblaba, mis dientes titiritaban sin cesar, y sentia un extraño vibreteo dentro de mi pecho que poco a poco se hacia aun mas doloroso. Lo primero que observo, son mis muñecas completamente lastimadas, del mismo movimientos que hacia, la soga habia logrado traspasar ligeramente mi piel dejandome leves cortaduras que en algun momento, dejaron rastros rojos en la soga blanca. Acto seguido, continuo deslizando mis ojos a travez de la habitacion en la que me encontraba y tarde solo unos segundos, en comprender que aun seguia en aquel cuarto donde Jake me habia golpeado.

Los recuerdos de ese momento me invadieron con brusquedad y de pronto, siento mi cuerpo comenzar a temblar con mayor intensidad mientras mi llanto, se hace practicamente incontrolable.

Jake. El dulce y simpatico, Jake. Mi compañero de trabajo en el bar. Él era Ben. Él es jefe de Zayn. El hombre que le ordena recuperar a la persona que amo arriesgar su vida para recuperar su propio dinero. Jake. Jake, es hombre mas peligroso de todo Londres. ¿Como... Como fue capaz de esconder tan facilmente su identidad? Incluso Zayn desconocia el aspecto de Ben, pero... él siempre estuvo frente a sus narices y.. y...

Unos cuantos pasos me sobresaltan y me obligan a regresar a la realidad. Con los ojos bien abiertos y el cuerpo completamente tenso, intento enfocar mi mirada en la puerta, pero mi cuerpo inmovilizado y la posicion en la que estaba, lo hacian practicamente imposible. Desesperadamente, comienzo a mover mis manos, mis piertas y basicamente, todo mi cuerpo sin siquiera pensar en el daño fisico que aquellos movimientos causaban. Solo queria salir de alli, queria huir y desaparecer.

-Ire por ella.-

Oigo la voz de TJ antes de que la puerta se abra y no puedo evitar romper en llanto una vez mas. Sus pasos se aproximavan lentamente, haciendo cada segundo aun mas tortuoso que el anterior. Sentia la urgentisima necesidad de gritar y pedir ayuda, pero la cinta adhesiva cubria mi boca.

-Veo que despertaste, lindura.- dice al mismo tiempo que su cuepo se coloca en cuclilla frente a mi.- Y justo a tiempo.

Observo su sonrisa escaloriante y la oscuridad revalsando por sus ojos. El miedo se apodera de mi, pero con mayor intensidad que antes. Le didico una mirada suplicante mientras las lagrimas continuaban cayendo por mis mejillas, como pude, intente murmurar que por favor, no me hiciera daño, pero lo unico que podia oirse eran simples balbuceos inentendibles y absurdos.

-Tranquila.- dice mordiendo su labio inferior y acariciando mi mejilla.- No voy a hacerte daño.- sonrie finalmente mientras continuaba deslizando su mano hacia abajo.- Al menos no aun.

Continuaba rogandole mientras que él, solo ignoraba por completo mis suplicas. TJ con lentitud, desato mis pies y luego mis manos, pero a una velocidad inhumana, volvio a amarrar mis muñecas con tanta fuerza que juro senti toda la habitacion girar. En cuanto las cuerdas estan bien sujetas, TJ me toma del brazo y sin cuidado alguno me obliga a ponerme de pie. Instantaneamente el dolor en mi cuerpo se profundiza y no puedo evitar sentir como mis piernas flaquean y fallan. TJ, por su parte, parese molestarse por aquel traspie y con total brusquedad me eleva, obligandome esta vez a mantenerme de pie.