17.IRREAL

6.2K 562 108
                                    


Esta es la primera vez que veo a Eric desde que me mandó al hospital. Eric era un hombre encantador cuando le conocí. Guapísimo, muy atento, educado y detallista. Era agente inmobiliario, el agente inmobiliario que me atendió cuando buscaba mi primera casa en propiedad en Los Ángeles.  Fuimos viéndonos diferentes días, visitando diversas propiedades y así él fue metiéndose poco a poco en mi vida. Un día era un café, otro un almuerzo, otro una copa... Me reía con él, lo pasaba bien, disfrutábamos juntos y poco a poco fuimos enamorándonos. Tanto, que nos casamos. Me enamoré profundamente de Eric y nuestra felicidad fue completa cuando nos dimos cuenta de que estaba embarazada de Daniel. Entonces decidimos que yo dejara de trabajar una temporada para ocuparme del niño y yo creía que mi vida no podía ser más empalagosamente perfecta.  Si no me hubiera encerrado en mi burbuja rosa quizás me hubiera fijado en las señales, quizás hubiera podido interpretarlas, quizás hubiera podido ayudarle.


No sé en qué momento comenzó a jugar compulsivamente Eric, si ya tenía cierta afición al juego antes de casarnos o se le despertó después, ni sé en qué momento o con qué juego esa afición pasó a convertirse en adicción. Esos dolores de cabeza, la falta de sueño, los cambios de humor debieran de haberme alertado, pero teníamos un bebé que nos mantenía en danza y había hecho que nuestros horarios se hubieran vuelto locos, así pues, la bola fue creciendo hasta que se descontroló totalmente. Aquel día habíamos dejado a Daniel en casa de los padres de Eric, porque esa noche teníamos una cena con Carl (mi representante) y otro par de amigos. Habían conseguido arrastrarme fuera de mi hogar. No me gustaba dejar a Daniel  en casa de nadie, pero lo cierto es que debía limpiarme un poco ya esa pátina de "mami" y recuperar el "aura Eliza". Sonó el teléfono.


-¿Sí, dígame? -dije al descolgar.

-Hola Eliza. ¿Está Eric? -el que llamaba era el jefe de mi marido.

-Ah, hola señor Ressler -saludé-. No, todavía no ha llegado. ¿Quiere que le de algún recado?

-Eliza, lo que voy a decirte es muy delicado. Nos están haciendo una auditoría económica en la empresa y han anotado un descubierto de más de trescientos mil dólares.  Eric debe de ponerse en contacto con nosotros cuanto antes para aclararlo -oí que me urgía al otro lado del teléfono.

-¿Eric? -dije extrañada-. ¿Qué tiene que ver Eric con eso?

-Eliza es mejor que en cuanto llegue a casa le digas que venga. Te lo ruego -antes de que pudiera decir nada, colgó.


La llamada me dejó preocupada, pero no en un punto en el que se me hubiera pasado por la cabeza ni por un minuto que Eric tuviera que ver con ese dinero que no cuadraba porque se lo hubiera embolsado de alguna manera, sino porque debía de haber un error con la contabilidad que en algún punto descubrirían, pero que seguro iba a requerir la atención de Eric durante un largo periodo de tiempo. Adiós a la cena con nuestros amigos, pensé.  Intenté localizar a mi marido en el móvil, pero no respondía.  Estaba en la cocina preparando unas verduras a la plancha para comer, cuando oí entrar a Eric en la casa. Se dirigió a la cocina, me saludó y se acercó a darme un beso.  Olí el alcohol en su aliento.


-¿Donde estabas, cariño?  Llevamos toda la mañana intentando localizarte    -se metió la mano al bolsillo de la chaqueta y sacó su móvil apagado.

-Vaya    -dijo- .  Por lo visto se ha quedado sin batería. Lo siento. Cuando dices que lleváis toda la mañana intentando localizarme a ti y a quién más te refieres?

ANTES DE AHORA(ELYCIA  AU) COMPLETAحيث تعيش القصص. اكتشف الآن