Capitulo 23 Operación Louis 2.0

Comenzar desde el principio
                                    

mente me volvió a sentar.
No… —intenté hablar, pero rápidamente me calló.
Nadie te reconocerá —susurró en tono sexy, mientras cogía unas tijeras; ¿tinte? —preguntó mirándome y negué mientras me observaba a través del espejo. Yo pasaba saliva.
Comenzó a cortar las puntas de mi cabello mientras pasaba el cepillo; lo humedeció y después pasó la secadora, cogió la plancha. El cepillo y mi perdición comenzó.
¡Transformación total! ¡Operación Louis 2.0! —dijo el chico.
Planchó mi cabello y siguió peinando; hizo algunas divisiones y después sacó las tenazas.
El resto de mi tarde pasé allí, observándome en el espejo, mirando cómo cortaba mi cabello, cómo lo planchaba, peinaba y ondulaba sin que yo se lo pidiera. Me colocó unas extensiones que inmediatamente obligué a que me quitara, ya que no quería un cambio tan drástico.
Cuando por fin terminó, me miré detenidamente en el espejo; no tenía ni una gota de maquillaje, mi cabello estaba suelto, un poco más corto y ondulado. Miré al chico y sonreí, levantando ambos pulgares.
Pudiste haber quedado mejor —murmuró.
¿Bromeas? —pregunté. ¡Está perfecto!
Luego de que pagara, busqué un baño y me adentré en él, guardé las gafas junto con toda mi ropa holgada y me coloqué el jean azul mezclilla junto con la blusa azul rey que me había comprado horas atrás. Pasé el cabello por ambos lados y salí con las bolsas entre las manos.
No pensé que llamaría la atención de algunos chicos, estaba tan acostumbrada a que solo me miraran para burlarse de mí, que se me hacía raro.
Salí del centro comercial. Luke se encontraba recargado en el auto mirando hacia otro lado; se le notaba que estaba aburrido.
Sonreí y me acerqué a él.
¡Luke! —hablé y se giró para mirarme confundido y luego abrió los ojos como platos.
¿Keysi? —asentí y sonrió. ¡Te ves genial!
Era el momento de mostrar que una nerd también puede cambiar… eso sonó tan cliché.
Luke me ayudó a subir todo al auto y después condujo hacia casa. Nos mantuvimos en silencio durante el camino como siempre, hasta que me decidí a romper el silencio.
Pronto cumpliría dieciocho años y mi madre no podría seguir controlándome, ya no iba a obedecer sus ridículas reglas.
Luke —llamé su atención y asintió sin quitar la vista del frente. Antes de ir a casa, ¿podrías llevarme a otro lugar?
¿A dónde? —preguntó, estacionando el auto debido a la luz roja del semáforo.
***
¿Qué hacemos aquí? —preguntó confundido y seguimos caminando por el pasto, en donde había algunas grandes rocas.
Ya lo verás.
Nos encontrábamos en un antiguo parque al cual las personas dejaron de ir porque consideraban peligroso para sus hijos. Solo había un resbaladero y dos columpios y, como lo mencioné, unas grandes rocas. Había una bajada en la cual teníamos que ser cuidadosos para no caernos.
Cuando tenía doce años, unas chicas que decían ser mis amigas me llevaron allí, diciéndome que pasaríamos la tarde divirtiéndonos, pero la diversión era para ellas, fui muy tonta y no me di cuenta de la realidad: yo sería su diversión. Me engañaron, diciéndome que irían a una tienda cercana a comprar refrescos, pero jamás volvieron.
Yo no conocía ese lugar, por lo cual estaba perdida; por más que intenté buscar una salida, lo único que logré fue caerme por esa bajada y romperme un brazo, muchas personas pensarán que soy una tonta, al regresar al mismo lugar en el cual sufrí una humillación y el miedo de creer que nadie me encontraría; una señora que iba en busca de unas piedras, me encontró y me ayudó a llegar a un teléfono público para llamar a casa.
Después de eso, Luke fue contratado, así que no sentía el suficiente rencor al regresar, porque gracias a eso, él había llegado.
Terminamos de bajar y me senté en un columpio viejo y oxidado; Luke me miró y después de unos segundos se sentó en el columpio de al lado.
Ahora sí, ¿qué hacemos aquí? —preguntó nuevamente.
Miré hacia el frente, observando la tierra, el pasto y las rocas.
Quiero recuperar a mi amigo —susurré y lo miré; su vista estaba fija en mí, pero no parecía entender nada. No me importa lo que diga mi madre, me ha quitado todo y desde aquel día solo comenzaste a tratarme como Keysi, la hija de los Ford; todo cambió.
Qué tontería. Palabras sin sentido.
No entiendo —parecía confundido.
Luke, tú eres mi amigo, nunca has dejado de serlo, solo tengo dos amigos, pero tú fuiste quien estuvo conmigo cuando más necesité de alguien, tú fuiste el único en escucharme, en darme atención; tú fuiste la única compañía que tenía, tú transformarse todo para mí, y no puedo dejar que todo se vaya a la…
Keysi —guardé silencio y asentí; yo solo soy un empleado, no soy tu amigo y nunca lo seré, así que, por favor, no trates de convencerme.
Pero Luke —susurré; tú me contabas historias, y gracias a ti pude encontrar algo para sonreír, que son los libros; de no ser por ti, mi vida estaría acabada y solo sería una chica que no tiene aspiraciones —esa es la verdad, gracias a esas historias y libros tenía en mente lo que realmente quería; si bien este cambio lo hice por mí, lo que más quiero es recuperar a mi amigo…
Basta, Keysi —se levantó y me miró, mostrando total seriedad. Lamento haberte hecho creer que éramos amigos, solo eres la hija de los jefes y lo único que debo hacer es obedecerte

y llevarte a donde quieras, pero no puedo hablar contigo.
Su frialdad me lastimaba, él no podía ser solo un empleado.
Entonces, te pido que vuelvas a ser tú —me levanté y lo miré. No eres así, yo sé que tú también me considerabas tu amiga, y no puedes ocultarlo.
No, no eres mi amiga, y yo no soy tu amigo, busca a personas de tu edad y de tu clase, yo no lo soy.
Eso me recordaba todas las historias típicas de amor de dos personas con diferentes clases sociales, personas que no podían estar juntas solo por esa estúpida diferencia. Pero yo creo que sí hay amor de por medio, todo lo demás no debe importar; el amor siempre es más grande y debe superar los obstáculos, y una estúpida cifra de dinero no debe separarlos, y mucho menos acabar con los sentimientos que tienen.
Yo no estaba enamorada de Luke, lo único que quería era recuperar su amistad. Solo eso.
No te estoy pidiendo matrimonio —dije; solo te pido que regreses y seas el viejo Luke, el que es mi amigo, por favor, mi madre no se enterará de nada, y si lo hace, no me importa, pronto seré mayor de edad y no podrá decidir sobre mi vida; además, yo puedo escoger a quiénes quiero de amigos, y tú eres uno de ellos, te necesito en mi vida, hablándome como lo hacías antes.
Yo no puedo ser tu amigo —susurró, y sentí mis ojos aguarse; y si ya terminaste, te llevaré a tu casa —dio media vuelta y comenzó a caminar.
¡No puedes hacerme esto! —grité, mirándolo alejarse. ¡Tú no eres Luke! ¿Por qué mostraste interés hacia mí, si nunca me quisiste?
Luke había sido el único en mostrar interés y cariño hacia mí, además de Lupe; sus simples palabras me dolían, quería su amistad, quería al viejo Luke.
Paró en seco luego de que hablé y después siguió caminando.
Vámonos —eso había sonado como una orden.
Sentí cómo una lágrima recorría mi mejilla izquierda; todo en mí comenzaba a acabarse. Di media vuelta y, sin ni siquiera prestar atención, caminé por otro lado; escuché que me llamaba, pero lo ignoré.
Si él no era mi amigo, no tenía por qué importarle lo que ocurriera conmigo.
Keysi.
¿Qué? —me giré bruscamente y mi pie resbaló, haciéndome caer por una gran bajada que no recordaba.
¡Keysi! —Me sostuve de unas ramas que sabía que no tardarían en romperse con mi peso. Sostente —dijo Luke. Corrió y estiró su brazo hacia mí. ¡Dame tu mano!

You Are My Nerd [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora