Ámame

Especial SuChen parte I

Extendió la manta que acababa de lavar debido a que nuevamente la había mojado en la noche al haber orinado sobre ella, se sentía triste por seguir haciendo cosas que sólo los niños más pequeños hacían, el a sus siete años sin embargo seguía mojando la cama. Al finalizar de extender la manta se sentó sobre el pasto verde que era cubierto por un frondoso árbol protegiéndose así de los fuertes rayos del sol y de la vergüenza que sentía, a pesar de que su padre no lo regañaba JunMyeon se sentía muy mal por mojar la cama debido a sus pesadillas o por temor a levantarse en medio de la noche para poder ir a orinar fuera de su tienda, la oscuridad le aterraba desde aquella trágica noche.

Flexionó las piernas logrando colocar su cabeza sobre sus rodillas mientras abrazaba sus piernas y contemplaba a las hormigas caminar tranquilamente debajo de él, iban ordenadas desde la primera a la última haciendo un gran equipo. Tenían cierto parecido a su manada pues en SUJU todos trabajaban ardua y conjuntamente para mejorar, JunMyeon admiraba mucho a su alfa Zhang JungSo pero sobre todo admiraba a su padre ShinDong, era su héroe y su modelo a seguir pues a pesar de criarlo solo, nunca fallaba en alguna de sus tareas sino todo lo contrario, siendo elogiado por sus compañeros. JunMyeon quería crecer rápidamente para poder retribuir todo lo que su padre hacia por el, siempre se comportaba de manera educada tal como su padre le había enseñado, era amable y generoso como su madre siempre le decía que debía ser, su padre continuamente le decía que le recordaba mucho a su amada Kang ShiNae, por tal razón JunMyeon se esforzaba en ser cada día mejor para tratar de amilanar el dolor que la perdida de su querida madre significaba para su papá, aunque él nunca lo hubiese dicho el pequeño sabía que tenía gran responsabilidad en la muerte de su madre.

Las lagrimas recorrieron su bonito y triste rostro mientras trataba de esconderlo tras sus rodillas, pensar en su difunta madre siempre lo entristecía y lo cubría de un profundo dolor por saberse culpable de la pronta partida de esta, trató de ahogar sus sollozos mordiendo sus pequeños labios pues no quería que nadie oyera su llanto, no quería preocupar a nadie mucho menos a su padre.

-Oh querido JunMyeon ¿otra vez estás llorando?- Asintió levemente con la cabeza sin levantarla al reconocer la dulce voz del otro niño. Se dejó abrazar por los delgados y pequeños brazos de su mayor mientras seguía llorando.

-So-soy un mal hijo.

-No es cierto JunMyeon, a tío ShinDong no le gustará escuchar eso- YiXing depositó un suave beso sobre la frente del más pequeño consiguiendo que parase de llorar debido al sorpresivo acto y tiñéndose de rosa sus mejillas.

Sólo había una persona aparte de su madre a quien consideraba bonita y ese era Zhang YiXing, el único hijo del alfa, un niño muy bueno y bastante lindo con unos adorables hoyuelos que salían a relucir en sus mejillas cada vez que sonreía, YiXing era su mejor amigo pues siempre lo cuidaba y él al otro pequeño o bueno trataba de hacerlo cada vez que YiFan, el hijo del beta Wu y el omega HeeChul, dejaban que se acerque al otro pues YiFan era demasiado celoso de YiXing, por eso no le agradaba mucho, sumado a ello era primo de uno de los más pequeños miembros de la manada,ByunBaekHyun, otro niño lindo que era mejor amigo de la pesadilla de JunMyeon, Kim JongDae, hijo del beta Kim KyuHyun y la omega SeoHyun procedente de la manada GG, JongDae era la antítesis de YiXing pues cada vez que podía terminaba molestándolo junto a su compañero BaekHyun, sabía que no debía molestarse con niños más pequeños que él, pero el niño Kim rompía todos sus límites además siempre se burlaba de él porque lo encontraba llorando o peor cuando descubrió que había mojado su cama, tuvo que soportar una semana entera las burlas de JongDae seguido de las risitas de BaekHyun. Definitivamente Kim JongDae no era alguien que le agradara mucho.

El sol brillaba en lo alto del cielo y las flores mostraban sus colores coquetamente a todo aquel que las observase, pero ninguna se veía tan linda como Yixing con la pequeña flor de lavanda sobre su oreja izquierda sonriéndole tiernamente, su pequeño corazón latía fuertemente cada vez que observaba el bonito rostro de su mayor, sintió unas inmensas ganas de besar su mejilla y comenzó a acercarse lentamente al rostro del pequeño omega pero antes de depositar un casto beso sobre su mejilla el otro giró, ambos abrieron cómicamente sus ojos al sentir los labios del otro tocar los propios, sus mejillas se tiñeron de rojo mientras se alejaban sorprendidos, JunMyeon se llevó una mano al pecho en el lugar donde se supone estaba su corazón y sintió como latía con más desesperación, podía escuchar los latidos de este retumbando en sus oídos, a su lado YiXing tenía el rostro cabizbajo con una mano sobre sus labios.

-Lo sineto... no yo... lo siento hyung.

Yixing solo se limitó a asentir con la cabeza y el se sintió incómodo pues parecía que su hyung estaba triste sin embargo JunMyeon sentía una gran felicidad dentro suyo, sonrió suavemente y trató de acariciar el cabello del mayor pero justo en ese momento se alertó al percibir un movimiento tras un árbol frente a ellos, elevó la mirada encontrándose con la mirada felina de un sorprendido JongDae.

Con tan solo dieciséis años era considerado un gran prospecto de alfa por parte del alfa de su manada quien se había reunido con él la noche anterior para hablar sobre sus metas y objetivos, sorprendiéndolo al consultarle si estaba interesado en contraer matrimonio con YiXing, el alfa no había sido preciso pero había hecho entrever una posible futura unión entre ellos emocionándolo profundamente pues sus sentimientos por el hijo omega del alfa habían crecido y madurado a lo largo de los años. Pero a la mañana siguiente la realidad le había dado un duro golpe al contemplar la estrecha relación que tenían YiXing y YiFan quienes se encontraban recostados a orillas del río, riendo entre ellos hasta que las risas fueron acalladas por el beso que procedieron a darse, rompiendo el corazón de JunMyeon.

-Deberías dejar de espiarlos- Giró su rostro un poco avergonzado al verse descubierto por JongDae.

-No los estoy espiando, llegué por casualidad... eres tú quien debe dejar de seguirme.

-No te sigo, simplemente me gusta este lugar- Bufó molesto al observar al menor retozar tranquilamente al pie de un bonito roble que curiosamente era el mismo en el cual él solía reposar de niño.

-Creí que estarías en tu tienda, escuché que ayer te pusiste mal ¿ya estás mejor?

-Como si te importara- JongDae lo observó por un breve instante antes de cerrar los ojos y apoyar su cabeza sobre sus brazos mientras se recostaba al piel del roble, JunMyeon se quedó mirándolo por un instante más, notando los rasgos infantiles del menor aún en su rostro, después de todo el pequeño beta seguía siendo un niño a sus ojos.

-Sigues siendo un niño majadero.

-Lo mismo dice mi padre ¿algo nuevo?

-Eres insufrible.

-Mamá dice que soy adorable, punto para mí.

A pesar de no querer hacerlo sonrío al observar la sonrisa felina dibujada sobre el rostro de JongDae, a él le gustaba mucho esa sonrisa ya que era única y especial como su portador.

-Adiós- Dio un último vistazo a la pareja que seguía ensimismada en ellos mismos antes de marcharse, quizá era mejor no hacerse ilusiones, sólo guardar un poco de esperanza pues quizá en el transcurso de los años que faltaban para llegar a la mayoría de edad, podría ganarse el amor de YiXing.