Alegría y Melancolía

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JongIn abrió los ojos al sentir un pequeño cosquilleo y se encontró con unos hermosos ojos grandes mirándolo, se aproximo un poco más al pequeño conejo y sonrió internamente al observar como este volvía a cerrar los ojos. Lamió ligeramente su cabeza con su lengua y se quedó vigilando el sueño de su amado hyung.

Había sentido tanto miedo al observar al pequeño lleno de sangre e inconsciente que sintió como su mundo volvía a colapsar como cuando era apenas un niño. Cada minuto en espera de la llegada de las conejas de Red había sido una tortura para él; y ahora volvía a tener un poco de miedo, ligero muy ligero. KyungSoo y el serían padres ¿sería uno bueno? ¿llegaría a ser como su padre?, aquello no dejaba de preguntarse desde que recibió la noticia por parte de Wendy, suspiró mentalmente mientras con su pata tocaba suavemente el pequeño cuerpo que cuidaba, tenía a su hyung y ambos emprenderían una nueva aventura, ambos darían lo mejor para lograr ser unos buenos padres para sus bebes. Wendy le dijo que al parecer su hyung estaba llevando uno o dos pequeños. Elevó la mirada y observó el cielo, la noche era oscura pues no había luna y sonrió.



Era ya muy entrada la noche cuando ChanYeol salió de su tienda, giró el rostro para observar el pequeño cuerpo que yacía recostado sobre la cama arropado por mantas, arrugó el entrecejo al recordar la mirada llorosa y el ligero temblor que tenía el omega cuando llegó junto a una contrariada Wendy, apretó los puños mientras se dirigía a la tienda donde descansaban las conejas, se detuvo antes de llamar a la curandera. Retrocedió y caminó con dirección al bosque, se acomodó debajo de un árbol y suspiró, aún faltaba mucho para el amanecer.



LuHan tenía los brazos alrededor del cuerpo de su pequeño gege, mientras la cabeza de este descansaba sobre la mullida almohada. Sonrió al observar el perfil de su pareja parecía brillar más aún con la ligera sonrisa que se dibujaba en sus labios.

Cuando el omega le comunicó entre lagrimas que estaba gestando, no supo como reaccionar hasta que el mayor se abrazó a su cuerpo y este automáticamente lo rodeo con los suyos, luego de unos minutos reaccionó, tomo entre sus manos el rostro de su pareja y beso sus tiernos labios, repitiendo entre besos –Te Amo... te amo Baozi- ambos se volvieron a abrazar compartiendo su dicha sumiéndose en un momento íntimamente dulce.

Acomodó su cabeza cerca a la del mayor y se recostó, coloco su mano derecha sobre el vientre del mayor regalando caricias al cachorro o cachorros que estaban allí dentro, tratando mediante sus toques demostrarles su felicidad.

- Los amo Baozi, los amo.




JunMyeon observaba el rostro de su pareja, sus facciones eran ligeramente más marcadas que las suyas pero aún así seguían siendo delicadas, sus espesas cejas enmarcaban bellamente su rostro, sus pestañas caían bajo sus parpados cerrados, su nariz era hermosa y sus labios, benditos labios que lograban trastocar su cordura. Unió sus labios con los contrarios disfrutando la suavidad de estos. Acaricio sus cabellos mientras depositaba un beso sobre su nariz. Le gustaba contemplar por las noches el rostro de su amado beta-omega, deleitarse con la belleza felina de este. Sonrió al recordar los acontecimientos ocurridos esa noche y volvió a depositar un beso sobre los labios de su amante dormido. Quizá era hora de encargar algunos bebes también, después de todo era el alfa.




YiFan volvió a sumergirse en el río disfrutando el contraste de su piel caliente contra la frialdad del agua, le gustaba realizar dichos baños cuando se sentía demasiado estresado o mortificado, especialmente esta noche se sentía inquieto y triste. Luego de que todo el preocupante asunto de KyungSoo fuera aclarado y al enterarse de que este pequeño estaba gestando un hijo de su pequeño lobo negro, sintió tanta alegría al conocer la grandiosa noticia, pero al observar a YiXing y hacer contacto visual con este no pudo evitar sentir un amago de tristeza en su interior. Más tarde al ser abordado por un jubiloso LuHan mientras este le daba la buena nueva de sus futuros cachorros con MinSeok, volvió a ser feliz por su mejor amigo. Y fue en su tienda junto al cálido cuerpo dormido de Tao, que la tristeza azoró por completo su interior.

Ahora se encontraba en medio del río tratando de sacar los estragos de su nostalgia con el agua. YiXing yél durante dos años habían intentado tener hijos, pero Yue no les había otorgado tal dicha, cuando fueron a la manada SuJu sus ilusiones terminaron pues SungMin el curandero de la manada les comunicó de la enfermedad que tenía el omega y por consiguiente todo lo que un embarazo podría acarrear, su organismo en un intento de defenderse había rechazado los óvulos fecundados, pero si estos querían el omega podría quedar en estado pero aquello acarreaba una muerte segura.

Observó el oscuro cielo y sonrió, después de todo Yue les había dado un hijo, que ahora los haría abuelos.




Acomodó su cabeza sobre sus brazos cruzados y mirando el techo de su tienda sonrió, aún le resultaba curiosamente increíble que su pequeño hyung fuese a tener bebés de su mejor amigo, podía imaginarse cuán feliz y contrariado debe estar JongIn y por otro lado la noticia de que los jóvenes hyungs también tendrían sus hijos, era demasiado para un día. Emitió una ligera risilla al imaginarse lo tiernos que serían los hijos de ambas parejas. Giró su cuerpo quedando recostado de costado y besó la mejilla de YiXing, sabía que el omega no podía concebir debido a su salud, pero aquello nunca le importó, tenía a su lado a la persona que amaba y se encargaría de lograr que este también logre amarlo.




Despertó al no sentir el calor del cuerpo del menor junto al suyo y se incorporó en la cama buscándolo en la tenue oscuridad de su tienda, al observarse solo en ese pequeño espacio volvió a recostarse flexionando las piernas, aferrándose a las sábanas mientras después de mucho tiempo permitía a las lágrimas ganar la batalla, dejando que recorran sus mejillas, apretó los dientes mientras evitaba gritar debido al dolor que volvía a consumirlo.

Se cubrió el rostro con las pesadas mantas llevando una mano a su boca para tratar de disminuir el ruido que sus sollozos ocasionaban, pensaba que había logrado sanar esa herida, pero sólo había sido cicatrizada y esa noche con las palabras de Wendy la herida había sido abierta nuevamente y esta vez dolió mucho más que en ocasiones anteriores. Llevó sus manos a su vientre apretándolo fuertemente mientras emitía un grito ahogado. Él también quería tener bebes.


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Ah... SeHun es amor, ¿verdad?

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