- Lo sé, pero me duele verla así.

- Eres egoísta. – tomaba un trago de su copa sin ninguna expresión alguna, sabía que tenía razón pero ¿Qué podía hacer? – Dices amarla pero no sé qué mierda haces con otra – sonrió – ¿O no? – recargue la cabeza sobre la mesa. – No digo que te alejes de Alexa, yo no soy quien para decirte lo que tienes que hacer pero solo piensa ¿Qué pasaría si Camila se llega a enterar que andas con Alexa desde la universidad? – levante el rostro, la mire con miedo y sorpresa.

- Eso nunca debe de pasar, Camila no se debe de enterar de Alexa.

- Tarde o temprano todo se sabrá –sonrió al otro lado de la mesa, me gire y vi como una hombre le sonreía.

- Te cuento mis problemas y tú comienzas a coquetear con otro.

- Te puedo dar miles de consejos pero la única que puede decidir qué hacer eres tú, solo te digo que pienses en tu familia y Alexa. Y dime ¿Quién te dolería más si las perdieras? ¿Alexa o Camila y Romina?

Comencé a meditar sus palabras y tenía razón, me dolería mucho si llegara a perder a Camila y Romina, Keana siempre sabía que decir aún estuviera a punto de tener un orgasmo, era la única que sabía de mi relación con Alexa. Ni Troy ni Lucy sabían de eso, ya que estos serían capaz de ir y contárselo a Camila.

Después de lo que fueron minutos se paró del taburete y se acercó a mí para rodearme en un abrazo.

-Te quiero mucho y quiero verte feliz y no llorando por alguna estupidez que cometiste. Amo a esa pequeña y Camila es la única mujer que te puede hacer feliz, no seas estúpida y piensa en tu familia que ellas dos son las que estarán ahí contigo en las buenas y en las malas, son las únicas que no te van a decepcionar y te aceptaran tal cual eres. Las que te harán mejor persona y con las que despertaras todas las mañanas, las únicas que te harán reír y secaran tus lágrimas. Alexa no te da nada de eso, solo tus cinco minutos de placer, es lo único que recibirás de ella. Piénsalo y no seas una mierda. Piensa con la cabeza y el corazón y no con tu vagina. – tomo mi rostro y nos vimos por unos segundos, a pesar de ser una borracha de lo peor y todo el tiempo estuviera de fiesta en fiesta era una gran amiga. Beso mi frente.

- Gracias por escuchar mi mierda.

- Para eso estoy – sonrió – así que piénsalo, debes de perdonar a Camila si quieres estar con ella, sé que te duele pero así son las cosas.

Keana se alejó de mí para acercarse a la mesa que estaba a pocos metros de nosotras para saludar a la persona con quien estaba mirándose antes, después de unos minutos ambos salieron del bar no sin antes despedirse de mí con una sonrisa. Keana nunca cambiaría, eso estaba más que seguro.

Me sentía feliz por mi amiga, era una gran persona a la cual yo aprecio mucho, incluso mi hija la adora ya que la deja jugar con su cabello.

Vi mi reloj y no me di cuenta del tiempo que ya había pasado, eran las ocho de la noche. Cuando vi los mensajes y llamadas que tenía, todas eran de Camila, pidiendo vernos o saber dónde estoy, no estaba de ánimos para nada.

- No pensé encontrarte aquí y en ese estado – Alexa se sentó a mi lado y solo la vi por unos segundos para volver a posar mi mirada en la copa, habían pasado ya algunas horas en las que me encontraba tomando.

- ¿Qué quieres? – pregunte con desganas – Te puedes ir, no quiero saber nada en este momento.

- Tranquila Cariño, aquí estoy para lo que quieras – puso su mano en mi brazo acariciándolo, lo quise alejar pero no tenia la fuerza suficiente para hacerlo. Sin embargo lo único que hice fue ignorarla, tomo mi copa y le dio un trago – Dime que es lo que te pasa porque no creo que te pongas así por puro gusto.

- Lárgate.

- Wow, ¿Así me tratas después de que vengo a ver que es lo que sucede contigo? – se acerco a mi y beso mi mejilla, yo tenia la mirada perdida y la verdad no la vi venir.

- ¿Te puedes ir?

- Me iría solo si me dices que es lo que pasa contigo.

- No creo que te importe – tome la copa y lo que quedaba de la botella para irme a unos de los sofá que se encontraban, no quería hablar con nadie y tampoco que Alexa viniera a amargarme mas el día, extrañaba a Camila y me dolía que me haya engañado, eso nadie lo quitaba.

Me senté y recargue la cabeza en este cerrando lo ojos.

- Cuéntame.

- No.

- Está bien, entonces déjame consolarte.

Sentí sus labios en mi cuello que poco a poco fue subiendo a los míos, trate de alejarla pero no tenia la fuerza necesaria para hacerlo, en estos instantes ya me encontraba muy tomada y no podía controlar mi cuerpo como para alejarla.

- Alexa no.

- Solo será un rato. – se acercó a mi odio - ¿Recuerdas lo que te hizo Camila? Se metió con alguien más y tu estas aquí llorando por ella, olvídala, quédate conmigo que yo te podre hacer feliz.

El simple hecho de que me haya recordado a Camila engañándome me dolió, la imagen que vi hace unas horas, ella en los brazos de otro fue lo peor, la rabia volvió a mi cuerpo y lo único que quería en estos momentos era olvidarla, quería olvidar. De la nada Alexa se subió en mí y le agradecí ya que no tenia la fuerza necesaria para hacerlo, sus labios atacaron los míos y esta vez no los rechace, al contrario le correspondí. Fue un beso muy diferente a todos lo que había tenido con Alexa, mi enojo, coraje, dolor, rabia, lo demostraba en ese acto; un beso brusco y tosco fue lo único que la persona que estaba sobre mi podría recibir. No sé qué tiempo duro pero el aire comenzaba a faltarme, nos separamos para tratar de mantener la respiración, pero cuando abrí lo ojos no podía creer lo que vi.

Camila estaba de pie frente a mí con sus ojos llenos de lágrimas.



Decisión Incorrecta - CamrenWhere stories live. Discover now