13.-

1.2K 161 55
                                    

POV Omnisciente

Cuando Nicolás creyó que Edgar ya lo iba a parar de abrazar, sus otros amigos se unieron al abrazo grupal, haciendo que el moreno riera.

-Sé que soy un vampiro, pero igual duele que me aprieten tanto.-Dijo Nicolás con una sonrisa en su cara, sintiendo como todos lo soltaban rápidamente.

Antes de que sus amigos hablaran, el moreno sintió como Esteban lo abrazaba también.

-Yo también quería uno, aunque ayer por la noche te abracé bastante tiempo.-Murmuró el hombre lobo alfa.

Nicolás estaba seguro que aunque este hubiera murmurado lo que dijo, todos lo habían escuchado.

-Siempre puedes tener de mis abrazos.-Dijo el pequeño moreno todavía con aquella sonrisa.

Segundos después se separaron y se miraron unos segundos a los ojos. Raramente, Esteban lo estaba mirando con sus ojos rojos de alfa y el moreno lo miraba con sus ojos dorados de vampiro. Después de aquello, miraron a los amigos de Nicolás, algo nerviosos, mientras se volvían a tomar de las manos.

-Son pareja o algo?.-Fue lo primero que preguntó Manuel.

-No.-Contestaron al mismo tiempo. Nicolás con un leve sonrojo y Esteban con una sonrisa.

-Lo parecen.-Dijo Yelo con una pausa.-Los shippeo.

Esa no era la verdad. Manuel hacía eso para que Jaime deje de ser aweonao y recuperara a Nicolás antes de que sea demasiado tarde.

-Bueno, ya compartimos cama y ropa, qué falta?.-Preguntó Esteban, avergonzando un poco a su amigo.

-Hacerlo oficial?.-Preguntó el vampiro roto, sabiendo lo que estaba haciendo su amigo. Este quería hacer enojar a Jaime, también para que deje al weón con el que estaba ahora y peleara por Nicolás.

-Y para hacerlo oficial te tengo que besar?.-Preguntó su amigo alfa, con una pausa.-Yo creo que sí.

Esteban se acercó a la cara de Nicolás, mientras este se colocaba más rojo aún. Cuando el primero estuvo bastante cerca del moreno, Jaime tomó del brazo a este y hizo que lo siguiera.

-Tus cosas siguen en la habitación.-Dijo el híbrido con los ojos rojos y la mandíbula tensa, asegurándose de que no le estaba haciendo daño a su alma gemela.

Subieron la escalera en silencio. Jaime seguía tomando el brazo de su alma gemela, solo que esta vez estaba acariciando con lentitud el brazo de este, haciendo que el moreno sintiera unos nervios por todo su cuerpo.

Cuando llegaron a la habitación, Jaime le abrió la puerta a su otra mitad para que este pasara primero, luego solo pasó él.

Cerró la puerta y el moreno lo miró unos segundos y después miró el resto de la habitación. Este estaba demasiado ordenado, como si no hubieran entrado ahí hace bastante tiempo.

-Tus cosas siguen en el armario.-Dijo Jaime, recién soltando el brazo de su alma gemela.

El moreno se acercó al armario hasta que el enojón lo acorralo contra la pared, sin hacerle daño.

-Nico, lo digo de verdad, no te vayas. Este siempre será tu hogar.-Dijo el híbrido, mirándolo directamente a los ojos.

-No Jaime, te equivocas, este no era mi hogar, tú eras mi hogar.-Dijo el pequeño moreno, no queriendo mirarlo.

El recién nombrado lo observó y notó que este sentía bastante dolor, además lo sentía por el lazo que siempre los unió.

-Esta bien.-Murmuró el hombre de los ojos rojos, soltando a su alma gemela para ayudar a guardar sus cosas. Sacó las maletas y empezó a ayudarlo.

Cuando unos minutos después terminaron, Nicolás colocó una foto de Jaime y él que había en el habitación en la maleta.

Cuando el pequeño travieso iba a salir de la habitación, sintió como Jaime le susurraba algo casi en el oído.

-Tú todavía sigues siendo mi hogar.-Dijo el híbrido alfa, diciendo la verdad para luego abrirle la puerta y dejar que saliera.-Solo hazme un favor, cuando llegues a su casa, revisa tu espalda, por favor.

Nicolás lo miró confundido pero asintió igualmente. Vio cuando su otra mitad había tomado sus maletas para bajarlas por la escalera.

-Jaime yo puedo...

-Sé que puedes, siempre lo he sabido, pero quiero hacerlo.-Dijo Jaime, mirándolo un par de segundos para seguir bajando las escaleras con las maletas.

Nicolás no supo porqué, pero se sonrojó y bajó la escalera solo un poco atrás de Jaime.

Al final llegaron al living y ahí estaban sus amigos y la pareja de su alma gemela. El "novio" de el híbrido estaba alejado de sus amigos. Se notaba que a sus amigos no le caían bien ese weón ni viceversa.

Cuando el "novio" de Jaime vio a este, fue corriendo a sus brazos. El enojón lo abrazó pero hasta Nicolás pudo notar que había algo diferente en él y se confirmó cuando escuchó que Jaime le decía algo en el oído a su pareja.

-Tenemos que hablar.-Murmuró el híbrido, con un tono serio.

Su pareja se separó y miró unos segundos a Jaime y luego a Nicolás.

-Soy Michael, el novio de Jaime.-Dijo el recién nombrado con una sonrisa cínica.

Michael. Conocía ese nombre, Jaime muchas veces lo había nombrado cuando intentó explicarse. Jaime lo había engañado con él y ahora era su pareja.

Nicolás no dijo nada, solo asintió y miró a Jaime por unos segundos para luego tomar sus maletas y irse donde Esteban, quien lo esperaba con una leve sonrisa amable. Sabía que su amigo la estaba pasando mal, así que tomó con una mano una de las maletas y con la otra tomó la mano de Nicolás.

-Podemos irnos si quieres.-Dijo su amigo alfa, mirándolo.

El moreno volvió a asentir y desaparecieron de ahí rápido, sin decir cuando volverían.

Cuando Nicolás y Esteban llegaron a la casa de este, el moreno casi se fue corriendo con sus maletas a la habitación en donde dormía ahora. Dejó las maletas sobre la cama y cerró la puerta del cuarto. Apenas hizo esto, se sacó la polera para ver su espalda en un espejo que había en la pieza.

Vio su marca intacta y se quedó en shock por un tiempo. Jaime no lo había superado ni estaba interesado en alguien más.

Jaime seguía interesado en él.

Broken (Jainico). Where stories live. Discover now