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POV Omnisciente

Cuando Jaime terminó de explicarles todo sobre su familia materna, que eran brujas y cosas así, todos quedaron bastante impresionados.

-Y por qué no pudiste revivir antes?.-Preguntó Naiko algo curioso, cuando el enojón terminó de contar la historia.

El enojón miró a todos de su manada y dejó a Nicolás para el final. Luego de eso bajó la mirada.

-Porque no quería hacerlo.-Respondió Jaime apenas pudiendo hablar, sintiéndose algo incómodo por toda esta situación. Podía sonar egoísta, pero cuando no quería volver a la vida fue cuando no vio como estaba su familia reaccionando a su muerte. Él por varios días creyó que eso era lo mejor para todos.-Iré a dar una vuelta, si?

No dejó que nadie contestara cuando ya se había ido de la mansión. Caminó algo lejos de la casa, cuando vio que un humano caminaba desconcentrado, y algo que no le pasaba hace demasiado tiempo, finalmente pasó. Jaime sintió unas desastrosas ganas de tomar sangre, sentía como sus ojos cambiaban de color solos, haciendo que el humano lo mirara raro. Este último supo que algo malo le iba a pasar y salió corriendo, pero ya era demasiado tarde, el híbrido lo había agarrado por la ropa y ya tenía sus colmillos afuera.

Ni siquiera usó la compulsión en su presa, haciendo que este gritara cuando sintió los colmillos del híbrido morderlo, tomando toda la sangre que tenía en su cuerpo en solo segundos. Luego, Jaime soltó el cuerpo muerto de su presa, pero eso no detuvo su sed.

Necesitaba más.

Pero primero, tomó el cuerpo y desapareció de ahí para ocultar este bastante lejos. Cuando hizo lo anterior, se limpió la sangre que le había quedado en sus labios y volvió a aparecer cerca de la mansión.

Vio a un grupo a lo lejos de jóvenes. Definitivamente quería la sangre de ellos. Cuando estos por fin estaban algo cerca del híbrido, este usó la compulsión en todos estos y hizo que lo siguieran como a un callejón. Cuando llegaron ahí, comenzó a morderlos para tomarles toda la sangre, dejando que se murieran a los segundos después. Un minuto después, Jaime vio varios cuerpos en el piso, todos inertes. Hizo lo mismo que antes y llevó los cuerpos a otra parte para esconderlos. Se volvió a limpiar la sangre y notó que le había quedado un poco de esta en su ropa, haciendo que se puteara por dentro.

Volvió a la casa y entró a esta, notando que todos seguían en sus mismas posiciones, ahora estaban algo serios, todavía sin darse cuenta que Jaime ya había llegado. Nicolás fue el primero en darse cuenta. Le sonrió hasta que vio que su alma gemela tenía sangre en lo que estaba usando, haciendo que frunciera el ceño. Segundos después ya estaba al frente de Jaime, examinando la sangre.

-Fuiste a buscar una presa?.-Preguntó el moreno, para luego mirarlo.

-Algo así.-Contestó el híbrido sin mirarlo a los ojos. No estaba orgulloso de lo que había hecho, pero seguía teniendo una sed insaciable que no podía controlar.

El pequeño moreno lo observó por bastante tiempo. Sabía que había algo que su alma gemela no le estaba diciendo, pero no quería discutir al frente de sus amigos. Mejor dicho, no quería pelear con Jaime ya.

-Esta bien.-Dijo Nicolás, igualmente sabiendo que tenía que hablar con Jaime respecto a eso.

El vampiro roto tomó de la mano a su novio, haciendo que este tuviera una leve sonrisa en sus labios.

-Quieres seguir hablando o quieres irte?.-Preguntó el pequeño moreno, mirándolo, intentando adivinar que había hecho su esposo.

-Quiero irme, amor.-Respondió Jaime, mirando unos segundos a su otra mitad para luego mirar a la manada.-Vendré mañana tal vez para seguir hablando.

Jaime no se quiso despedir y sus amigos tampoco querían que lo haga, solo porque les recordaría al día de la muerte de su amigo, así que el híbrido desapareció junto a su novio.

Segundos después aparecieron afuera de la casa de los corazones rotos. De inmediato entraron y Jaime cerró la puerta.

-No pude controlarme.-Fue lo primero que dijo el híbrido cuando cerró la puerta, captando la atención inmediata de su pareja.

-Qué no pudiste controlar Jaime?.-Preguntó el moreno algo confundido y preocupado por su alma gemela.

-Yo no pude controlarme y los maté.-Respondió el hombre de los ojos rojos, mirándolo a los ojos.-No pude evitarlo, lo necesitaba y todavía no se pasa esta sed, Nico.

-A cuantos?.-Preguntó el vampiro moreno, refiriéndose a cuantas personas mató cuando había salido.

-Nueve.-Contestó el único hibrido, diciendo la verdad.

Nicolás se quedó callado solo un par de segundos, sintiendo por el lazo la desesperación que Jaime tenía para que él contestara.

-Vamos a solucionarlo, al igual que tú lo hiciste conmigo.-Dijo el moreno tomándose un tiempo para continuar hablando. Sintió como su novio se relajaba por el lazo y también viéndolo.-Vamos a salir a buscar una presa los dos, y si veo que los estas dejando sin sangre, te detendré y les daré de mi sangre para que sanen.

Y su esposo por fin hizo algo que extrañaba demasiado. Gruñó.

-No quiero que les des de tu sangre a ningún culiao.-Dijo Jaime en un gruñido, todavía con sus ojos rojos, mirándolo fijamente.

-Entonces vas a tener que hacer el esfuerzo de no dejarlos sin sangre.-Dijo el vampiro roto, como si no tuviera más opción que esa. Notó como Jaime se acercaba rápidamente a él para acorralarlo contra la pared de la mansión. Nicolás agradecía que no había ningún mueble ni nada, o si no le hubiera dolido bastante.

-Nico, tú eres mío, yo soy el único que puede probar tu sangre, ningún weón más, entiendes?.-Preguntó el enojón con la voz ronca, mirándolo directamente a los ojos.

-Lo siento Jaime, pero si tengo que darle de mi sangre a alguien más para que te puedas controlar, lo haré, sin importar que yo sea tuyo.-Dijo Nicolás, intentando no colocarse nervioso y por primera vez, funcionando.

Jaime volvió a gruñir antes de atacar los labios de su esposo con posesión y celos. Solo al imaginarse a otro weón tomando de la sangre de su alma gemela, hacía que su sangre hirviera por los celos.

Nicolás no se demoró nada en corresponderle el beso, sabiendo que su enojón quería marcarlo como suyo, de las dos formas.

Y claro, a Nicolás no le molestaba para nada que Jaime lo marcara de las dos formas.

Broken (Jainico). Où les histoires vivent. Découvrez maintenant