17. "Querida Blair, soy una caja de sorpresas."

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Mire a Simón con una ceja arqueada, el sonrió provocando que el arito de su labio se moviera.

— ¿Qué se supone que estás haciendo?—Pregunte curiosa.

Había invitado a los chicos a casa, James y Jess se fueron después de un rato pero Simón todavía seguía allí no solamente eso el estaba en la cocina y parecía que el intentaba cocinar algo <<Vaya>> lo que yo siempre cocinaba terminaba con olor a quemado en cambio el parecía no tener problema con eso.

—Estoy preparando mi especialidad. —Dijo y chasqueo su lengua.

— ¿Sabes cocinar? Increíble.

—Tengo muchos talentos. —Su mirada recorrió mi cuerpo, tosí falsamente cuando esta llego a mis bubis, el me sonrió inocente. —Como sea, no me ha quedado otra opción...A veces tengo que cocinarle a mi hermanita cuando mamá está trabajando.

— ¿Tienes una hermana?

—Querida Blair, soy una caja de sorpresas.

—Ya lo veo. —Mordí mi labio inferior inconscientemente. —Eso es muy lindo de tu parte.

— ¿Estás diciendo que soy lindo?

— ¡Yo nunca dije eso!

—Pero tampoco lo negaste.

Bufe rendida, no pensaba decir nada más.

¿Por qué mentir? Simón no era para nada feo. Sus ojos azules se habían vuelto uno de mis colores favoritos, tenía unos labios carnosos y rosados contemos también la manera en la que se vestía y su cabello...

—Blair ¿Sigues ahí? ¿O estás muy ocupada violándome con la mirada?

Pero lo que tiene de lindo lo tiene también de tarado.

—No estaba haciendo eso. —Aparte mi mirada y con todas mis fuerzas le suplique a mis mejillas que no se sonrojaran tan estúpidamente.

— ¿Entonces por qué te sonrojas?

Seguí sin mirarlo, esto era demasiado extraño.

—Mírame. —Ordeno fríamente, no le hice caso y gracias a eso él se encargo de levantar mi mentón con sus suaves dedos.

El apenas relamió sus labios, sus ojos recorrieron mi rostro como si estuviera buscando leerme.

¿Quería besarlo?

<< ¡Por supuesto que quieres besarlo!>>

Simón termino leyéndome, porque acerco sus labios a los míos y ambos comenzaron a jugar entre ellos.

Se siente bien, se siente condenadamente bien.

Me gustaba besar a Simón, creo que en realidad me gustaba Simón por dentro sabía que esto estaba mal y que debía parar antes de que sea tarde y los dos termináramos lamentándonos. No quería lastimarlo y si seguía con esto, lo destruiría.

—Para. —Suplique suavemente mientras nos separábamos. —Esto está mal, muy mal.

— ¿Por qué? ¿No te gusto?

Solté un gruñido y lo empuje un poco lejos.

—No. No es eso. Solté un suspiro. —No lo entenderías... Además, tienes novia. —Le recordé.

Otro pequeño detalle...

—Cierto...—Bufo. — Lo siento.

—Está bien. —Murmure.

Prohibido besar a Cameron OlsenWhere stories live. Discover now