Prohibido besar a Cameron Olsen

02. El lunático de Paisley...

Blair.

Pase mis manos por mi cara mientras me deslizaba por la silla, sin preocuparme por disimular lo harta que estaba de la hora de matemáticas.

¡Malditos números, salgan de aquí!

Apoye mi cabeza sobre el banco y en el proceso sentí una terrible apuntada, siempre me dolía mucho la cabeza cuando hacia frío y hoy no seria la excepción.

Varias imágenes del día de ayer vinieron a mi mente, Hanna y yo en la casa de los Olsen con ese jodido Dios griego.

Sonreí al recordarlo, era demasiado lindo.

Unos dedos huesudos se hicieron presente en mi pupitre, levante la cabeza con cuidado y un ojo entre cerrado.

-¿Por qué no esta con su grupo, Sellers? -Frunci el ceño ¿Es que acaso ya se había vuelto demente? ¡Y me lo perdí!

-No se de lo que habla, señora Steffeind.

-Si prestaras atención a mi clase, no pasarían esas cosas. -Dijo firme y de una manera que aparentaba dar miedo. Me forcé para no reír. - Con el señor Paisley, ahora.

De repente me vi odiando la situación y odiando mi vida ¿Por qué no podía estar en la misma clase que Cameron? ¡Hanna, te envidio! Ella tenia al perfecto Olsen y yo, tenia al lunático de Simón Paisley.

¡Esto apesta!

Camine aferrándome a mis libros hacia el aciento de Simón y a pesar de que el era un chico rudo -O al menos, temible.- No era como todos los chicos rudos que solemos encontrar en los libros.

El era bastante popular y se hablaba con casi todo el mundo, tenia un increíble gusto musical y lo sabia porque siempre llegaba con camisetas de Pink Floyd, Nirvana y Green Day (Entre otras) aunque el tipo era un cabrón se vestía muy bien. Tenia un promedio de los más altos y casi nunca se metía en problemas.

Todavía no me olvido cuando me tiro su asquerosa goma de mascar en el cabello, y ahora estaba sentada junto a él leyendo un estúpido libro de matemáticas.

¿Qué era? ¿Rayita?

Mire a Simón sin cuidado o disimulo alguno, su cabello negro estaba desordenado, sus músculos cubiertos por esa estúpida y cliché campera de cuero negra.

¿Es qué acaso los chicos malos no saben que existen otros colores?

Sus ojos color hazel estaban perdidos en aquel libro azul, e inconscientemente su lengua jugaba con sus labios.

De : Hanna
Hora: 10:50 AM

"¡Cameron se ha quedado dormido en filosofía, es un bebito!"

De: Blair
Hora: 10:50 AM

"¡FOTO FOTO FOTO! Yo estoy con el lunático Paisley. ¿Recuerdas a Simón? Ni siquiera me dijo "Hola, bienvenida a mi banco fingire que no te odio por esta hora."