UM: #90

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Nunca nadie sabra lo aliviado que estuvo al ver una pequeña silueta en ese lugar, esa silueta que podria reconocer muy bien. 

Chan.

No tenía ninguna herida grave, eso sí estaba totalmente helado ¿Como se le ocurría salir a estas horas? Cuando estuvo a su lado noto que no solo estaba frío si no que también sus ropas estaban empapadas, miro al suelo del panteón notando él lodo que se empezaba a secar, al parecer había llovido en esa parte de la ciudad.


Se quitó su chamarra y con cuidado se la puso encima al pelinegro que seguía mirando a la tumba mientras titiritaba de frío.
Jun lo abrazo y el pequeño se acurrucó contra el buscando calor, una costumbre que se había creado.

—Dino...

—Vámonos de aquí Jun.

El mayor se mostro sorprendido pero asintió. Antes de que empezaran a caminar fuera del panteón Chan hizo algo que no se esperaba.

Lo abrazo.

— ¿Sabes porque vine acá?  —Jun negó —Y-yo tenía que cerrar esto, hablar con él y despedirme por última vez, decirle cuanto lo ame en esta vida — Jun sintió como el menor temblaba en sus brazos a causa de los sollozos —Y también, también quería contarle que no se tenía que preocupar por mi, q-que varia gente está ahí para apoyarme, que buscare seguir adelante aun si no está conmigo —El menor levanto el rostro mirando a Jun a los ojos.

—Y que tengo a alguien que me cuidara así como él lo hizo y que yo intentare cuidarlo como hice con él, que tu nunca remplazaras su lugar, que no se tiene que poner celoso... por que el amor que le tuve es completamente diferente al que estoy empezando a sentir por ti.

Jun no sabía cómo tomar eso ¿Eso contaba como confesión acaso? ¿O tal vez le estaba dando una respuesta a la suya?

Eso no importo cuando aun con lágrimas en los ojos el menor sonrió ligeramente, no importaba que fuera una pequeña y rota sonrisa porque era la primera en meses. La primera sonrisa fue dedicada a él, ha nadie más.

Entonces me estás diciendo q...

Dino cayo las palabras que el mayor estaba a punto de decir, si no entendía con palabras, su hyung siempre habia sido un poco lento, se lo demostraría con acciones.

Lo beso.

El menor coloco sus labios delicadamente encima de los suyos dándole un ligero beso. Un beso que transmitía dolor, libertad, esperanza... y lo más importante: Cariño.

No, amor no, porque era demasiado pronto para eso, pero el cariño se puede convertir en amor con la persona adecuada y Jun era la persona adecuada para él, claro que lo era.

BAJO EL ARBOL. - JuNoWhere stories live. Discover now