¡DEMOSLE LA BIENVENIDA A--...! No..

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Todos los monstruos se encontraban expectantes de saber lo que había bajo la gran sabana que cubría una extraña máquina.

—B--bienvenidos todos... Rey Asgore, Reina Toriel, Princesa Frisk... Esta máquina que presento la he llamado: Acumuladora de las moléculas biológicamente clonadas de base 0. O AMBCB0 para abreviar. —carraspeó— funciona... Bueno...¿qué tal si lo demuestro?

El rey alzó su mano pidiendo permiso para hablar, obviamente la científica aceptó gustosa la cuestión.

—Dinos qué vas a hacer, Alphys—Una sonrisa cálida es lo que recibió la científica por parte de su soberano

—Como todos sabréis...H--hace unos meses...f--falleció un amado amigo nuestro...S--Sans el esqueleto...—De detrás de la máquina sacó algo...

Frisk dio un respingo tan pronunciado que Corey se sobresaltó. La joven, preocupada, lo meció inconscientemente mientras pensaba.
El objeto que portaba Alphys en las manos no era otra cosa más que la chaqueta azul de Sans que le había dado a Papyrus...

—Con los retos de polvo que quedan en esta chaqueta los puedo clonar y agrupar a su forma original con el polvo biológico del monstruo en cuestión—limpió sus gafas y metió la chaqueta en el interior de la máquina

El corazón de Frisk palpitaba violentamente mientras sus brazos se adormecían y su pecho se llenaba de inquietud. ¿Si eso funcionaba que le diría a Sans? Supuso que se lanzaría a sus brazos olvidando a Corey y lo abrazaría llorando desesperadamente rogando que nunca más la dejara sola. Pero la verdadera pregunta era...(NA: ¿dónde está Perry?) ¿y si no funcionaba? ¿Qué ocurriría si se llenaba de esperanzas y no funcionaba?
Bueno, siempre le quedaría Corey.

La máquina comenzó a hacer brillar una leves luces de tonalidades carmín y otras color violáceo.
La sala entera parecía haber perdido por completo el aliento, de no haber sido por la curiosidad que tenían por ver si funcionaba, más de uno hubiese perecido en aquel lugar.
Hasta Mettaton, la estrella del subsuelo y de los monstruos en general, parecía extrañamente sorprendida ante aquel acontecimiento excepcional.

Corey, con sus inocentes ojitos observaba como con nerviosismo aquella máquina. Al ser tan pequeñito el pobre tantas luces le debían estar sorprendiendo o incluso asustado.

El aparato dejo de emitir las luces y el más absoluto silencio, más impaciente y espeso que el anterior, reinó en la sala. Alphys compartía una mirada triunfal con la heroína mientras se hacían alguna carantoña a distancia.

Los ojos dorados de Frisk se fijaron el la puerta de la máquina. No había en ese momento ser o acontecimiento que pudiera apartarla de sus plegarias y del contacto visual en la máquina que soportaba. Sus ojos parecían incluso más llenos de vida que cuando encontró a Corey, sentía muchas emociones en ese mismo instante. Sus manos empezaron a sudar y su garganta se antojaba seca, paseó la lengua por sus secos labios mientras nerviosamente trataba de vocalizar a pronunciar algo.

De la máquina salía humo mientras se habría con lentitud la puerta. Iba a salir en cualquier momento, sus amigos estaban todos expectantes, casi parecían un depredador a punto de lanzarse y devorar a su presa de forma voraz y desmesurada.

Una mano esquelética asomó por la puerta. Todos parecían tan felices...

Pero había un problema que no tardó en ser notado. La mano se hacía camino desesperadamente entre el humo, algo no iba demasiado bien.
Un pitido ensordeció a los asistentes indicando que de verdad esto era más grave de lo que se creía.

Frisk dejó a la velocidad de la luz a Corey en brazos de la reina y corrió hacia Alphys y la máquina con una desesperación tan palpable que se podía alimentar de ella.

Gritó desesperadamente el nombre de Sans, exclamaba en la voz más alta que podía que saliese de ahí lo más rápido posible...

PERO NADIE SALIÓ

La máquina había terminado explotando.
Con horror y la poca consciencia que le quedaba solo podía pensar en que lo había perdido otra vez...

Despertó en el campo.
La reina la observaba con alivio y satisfacción, mientras que el pequeño Corey, con una caliente ropa nueva, estiraba sus manitas hacia la muchacha.

—¿Mamá?¿Dónde estamos?—se sorprendió al escuchar su propia voz ronca y demacrada

—...veras mi niña... tristemente...el campamento explotó junto a la máquina

—¿¡Entonces no fue un sueño!?—Sus manos taparos su cabeza como último recurso al aislamiento —Sans no...

La reina negó

—La edificación del campamento se derrumbó. Si por un casual sobrevivió a la explosión...creo que murió bajo los escombros.

Otro hogar perdido al cual no poder regresar.
Otra vez su amigo perdido sin haber podido despedirse o contarle todo lo que quería.
Creyó ver en la lejanía del bosque una pequeña luz que le recordaba a un cuento que Sans le había contado una noche en la cual ella había enfermado.

"El sabio milenario del bosque... Es aquel que llega para traer a alguien que viene para quedarse y para despedir a alguien que se va para no volver"

Los ojos de Frisk se volvieron pesados, su respiración irregular y su mirada borrosa.

—¿Mi niña?

PERO NADIE ESCUCHÓ

Undertale AU UnderPower ||Overpower||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora