Undertale AU UnderPower ||Overpower||

La nueva vida en el exterior

Después de que ambos, esqueleto y humana, se tranquilizaran entraron en la casa.

-Habéis acabado muy pronto-Toriel estaba cocinando la comida muy sonriente

Frisk titubeó y empezó a temblar

-¿Mi niña?¿Estás bien?

-Me encontraba mal Tori-respondió Sans ni corto ni perezoso-Frisk sugirió que debía descansar.

-Oh, genial Sans... Descansa pues-Murmuro Toriel dejando de remover el contenido de una olla- ¿Necesitas algo?

-Naaa~... Que venga la niña si quiere, podríamos hacer algo fuera de lo común y divertirnos un rato.-Sans se quitó la chaqueta azul quedando en camiseta
La muchacha Morena asintió y siguió al esqueleto hasta su habitación. Sans se sentó en la cama

-Niña, he de serte sincero. El estado del mundo humano es realmente MUY peligroso. Tienes que dar todo de ti. Tienes que sobrevivir Frisk... Si no quieres hacerlo por ti misma hazlo por nosotros...por Paps...-rió-no querrás hacer llorar a Paps ¿verdad?

-¡¡Jamás!!

-Es por eso niña que he hablado con Undyne. Hoy no hay entrenamiento de lucha con ella

-¿Entonces cómo quieres que aprenda a sobrevivir?

Sans dirigió la mirada a la ventana, el sol no se veía, un día nublado.

-Días como estos, los niños como tú...

¡¡DEBERÍAN ARDER EN EL INFIERNO!!

-Necesitan darse cuenta de por qué ocurren ciertas cosas-Finalizó Sans

La bolsa de basura sonriente miente

Frisk suspiró entre alegre y asustada. Undyne iba ha hablar con ella, pero no necesitaba eso. La verdad era lo que ella demandaba y nadie le otorgaba

Sans puso una mano en su hombro

-Pronto pequeña, pronto. No quieras aprender a correr antes de andar

Pero Frisk ya sabia lo que pensaba su amigo: "Seguro que la pobre niña quiere ser más fuerte para tenernos orgullosos, pero como aún no puede se pone triste"

Se equivocaba, Frisk no quería estar aquí, Frisk quería estar en el subsuelo como antes de hacerlos a todos libres, en su cabeza había rondado la idea de Resetear...pero Sans, a base de palabras de aliento le había quitado esa idea de la cabeza.

"-Mira Frisk-le había dicho- ¿ves las estrellas? Todas parecen muy cercanas ¿verdad? Y todas parecen iguales. Pero como ya sabrás, no es cierto. Están a millones de años luz entre ellas, y hay algunas más grandes, más pequeñas, Rojas, verdes, azules... Pero todo parece igual. Imagina ahora que no hay estrellas. ¿Qué ves?

-El cielo vacío

-¿Hay Luna?

-Sí

-¿Crees que la Luna tapa a las estrellas?

-¡¡NO!!¿Qué culpa tendrá la pobre Luna?

-No tengo nada más que explicarte- y se fue satisfecho"

En su momento la niña no entendió nada de la explicación de su amigo, pero, con el paso del tiempo de iba dando cuenta de que, Sans, le había dado un precioso tesoro aquel día. Uno que podía usar en cualquier momento y para vuelquen situación. Un hechizo mágico para arreglarlo todo. Un bálsamo que lo curaría todo.

-HUMANA, LA HORA DE ENTRENAR CON UNDYNE LLEGÓ-Con el paso igual de pesado que al inicio del día Frisk salió de la casa con Papyrus de escolta. Atravesaron un bosque muy poblado. Un sonido los alertó de que había algo tras la maleza. La muchacha no paró como hacía al principio, estaba segura de que era un animalito. Al ver la despreocupación de Frisk Papyrus también ignoro por primera vez el ruido, al parecer, el esqueleto alto había aprendido de sus errores.
Pero justo cuando pasaban el matorral de largo, una mutación humana los sorprendió. Se abalanzó sobre Papyrus con un grito desgarrador.
Cuando este se deshizo de la presión física del "humano" le lanzó unos ataques azules muy sucesivos pues el monstruo no se quedaba quieto.
Frisk se concentró entonces tal y como Sans le había enseñado. Cuando llegó el momento en el que llegó a la etapa de sus ojos brillando azul se decidió por usar un Gaster Blaster. Y tras dos ataques del mismo Gaster Blaster el "humano" fue derrotado.

-¿Estás bien Papyrus?

El esqueleto asintió y con un ritmo más acelerado llegaron jadeando a casa de Undyne

-Hey nerd-dijo la chica refiriéndose a Papyrus- ¿y tu bufanda?

-Es verdad Paps, la perdiste- La morena contempló como Papyrus sonreía con tristeza

-Habrá sido cuando luchaba con el "Humano" no importa, Sans no creo que se enfade demasiado...vuelvo para casa...-dijo algo temeroso de todas maneras

-Quédate, hoy...hoy no entrenamos Papyrus-le comentó Undyne

Muy lejos de ahí, Sans había salido a buscar a Papyrus, el debería haber vuelto de escoltar a la niña. Pasó por el bosque y vió el cuerpo de una mutación en el suelo,había sido destrozado por un Gaster Blaster. Pisó el cuerpo,salió un líquido negruzco y viscoso que haría vomitar a cualquiera. Cuando iba a pasar de largo de la boca de la mutación salió algo más. La bufanda de Papyrus
Sans se quedó mudo. Todo tenía sentido. Paps podía haber muerto... Y Frisk, asustada, habría matado a la bestia con un Blaster. Y lógicamente salió huyendo hacia la casa de Undyne.
Volvió a casa con la bufanda casi negra y desgarrada.

-¿Qué traes ahí Sans?-Toriel sacó del horno una tarta de caramelo

-Unas sentencias de muerte, una para mí...y otra para esta "raza humana" tan novedosa que tenemos por aquí-Dijo Sans lleno de ira y rencor hacia el mundo entero-una mutación asesinó a Papyrus... Frisk está bien, al parecer ella mató a la cosa esa...

-Wow... Sans...l--lo siento, te acompaño en el sentimiento-Toriel acercó su mano

Sans la retiró de un golpe

-¿Se te ha muerto tu único hermano a ti?¿No? Entonces no comprendes mi dolor. Ni mi odio. Ni mi venganza

-Sans...

-Ahora sí que llega lo que todos esperaban...EN DÍAS OSCUROS COMO ESTOS, LOS HUMANOS DE HOY EN DÍA...-Un ruido de una puerta cerrándose interrumpió a Sans.

Era Frisk

Toriel y Sans no tardaron ni un segundo en abrazarla

Frisk aún desconcertada, no dejaba de tener en mente lo que Papyrus le había hecho prometer, Nadie tenía que saber qué pasaría unos días en casa de Undyne hasta saber qué decirle a Sans sobre su bufanda.

-Frisk- dijo Sans poniéndose de pie y colocándose la capucha de su chaqueta- mañana entrenamiento intensivo. Voy ha enseñarte fuerza y valor, pero de verdad. Te voy a enseñar a ser fuerte de la verdadera forma. No con tu alma, si no con tu poder.

La firmeza de Sans y su confianza llenó a Frisk de determinación. Casi podía saborear el recuperar su control sobre las fichas de guardado