Sentía como mis lágrimas empezaban a caer a causa de su hermosa historias.

— ¿Mamá como llevas el haber perdido a mi padre? Yo no sé si sería capaz de vivir sin Peter.

— Es duro mi niña. — veo como sus lágrimas empieza a salir. — tu padre era todo para mí, pero te tengo a ti y por ti debo seguir adelante, a tu padre le hubiera gustado que yo siguiera mi vida, porque yo también lo hubiera deseado.

— ¿Piensas enamorarte nuevamente?

— No lo sé.... En este momento no lo creo ya que tu padre dejo muy alto la posibilidad que alguien toque mi corazón nuevamente. Cuando hay un amor como lo que tuvimos tu padre y yo, déjame decirte que es muy difícil volver amar. Creo que tú lo estás entendiendo porque siento que sientes lo mismo junto a Peter.

— No sé que decirte mamá. — seco mis lágrimas. — solo quiere que seas feliz, si llega a tu vida alguien que logré entrar tu corazón, no te preocupes por mí.

— Me da gusto saberlo mi niña, pero por ahora no quiero a nadie en mi vida. — ella también se secó las lágrimas que comenzaron a caerle. — cuando vuelva Antonio por favor dile que me venga a ver. Estando con él siento que estoy cerca de tu padre.

— Está bien mamá. — la abrazo y cierro mis ojos.

No sé cómo haré cuando me toque contarle la verdad, siento que será un golpe muy duro para mi mamá. Después de pasar un rato con ella, la ayudo a volver a la cama y se queda profundamente dormida ya que todavía tiene que recuperar fuerzas pero ella se le ve mejor.

Salgo de la habitación camino hacia las escaleras la cual me encuentro a Peter apoyado.

— Sabes es peligroso que este apoyado así ya que puedes caerte y rodar por las escaleras. — me acerco a él.

— No te preocupes. Estuviste llorando.

— Sí, pero no son lágrimas de dolor, mi madre me contó su historia con mi padre. — Peter se sienta en uno de los escalones y me hace sentarme junto a él. — sabes para eso están los muebles para sentarnos.

— Olvida que eres nuevamente la princesa. — me da un beso en la mejilla. — entonces tu madre te contó una historia de ella y tu padre.

— Sí. Mi madre no venía de una familia con título era una simple empleada, pero mi padre se enamoró de ella sin importarle que no fuera una princesa, una duquesa. Él se enamoró de ella y siempre la vio como una igual.

— Que lindo.

— Quiero que tú seas mi igual. No me importa que no tengas título de realiza o que vengas de clase alta. Solo quiero tu amor y darte mi amor. Sé que a veces soy una tonta como actuó, pero te amo y quiero estar junto a ti, quiero que nunca te sientas mal porque seré reina, quiero que siempre me veas como una mujer normal que te ama con todo su ser, que eres toda mi vida, quiero que cuando me comporte como una caprichosa tú esté conmigo para volver a ponerme los sobre la tierra.

— Mi amor. — Peter me besa dulcemente. — gracias por darme tu amor porque es lo único que me importa de ti. Estaré junto a ti siempre que tú lo desees, estaré junto a ti, siempre que tenga tu amor, te llamaré mi reina caprichosa, si te comportas de esa manera. Te doy mi alma, mi amor y sobre todo mi vida para que hagas lo que quieras. Porque lo único que me importa es que tú amor mío, seas feliz.

— Te amo. — lo abrazo emocionada. — por favor nunca dejes de amarme.

— Nunca pasará amor mío. Tendrás mi amor siempre que tú quieras tenerlo.

Pongo mi cabeza en su hombro.

— Todavía no me creo que todo haya terminado. Ya no hay más peligro en mi contra. Sin Antonio para hacernos daño, ya todo volverá a la normalidad. Aunque duele saber que mi padre no estará con nosotros.

— No pensemos en Antonio y en nada. Piensa en lo nuevo que trae la vida para ti. Serás reina, harás muchas cosas buena por tu país.

— Eso espero. No quiero decepcionar a nadie. Quiero ser la reina que mi padre quiso que fuera, quiero que todos estén conforme conmigo.

— Lo vas a lograr, serás la mejor y yo estaré junto a ti para verlo. Ahora hermosa, vamos porque me enteré que hicieron un delicioso pastel de chocolate y hay que ir a pedir para comer. — se levanta y me ayuda. — espero que no pienses en dieta ni nada por el estilo.

— ¿Estás loco? Yo pensando en dieta. Claro que no, cariño. Además el chocolate es mi vida.

Bajamos las escaleras tomados de la mano. Entramos a la cocina y me siento en la mesa. Los empleados me ven todavía sin creer que yo, la princesa esté en la cocina. Peter nos sirve dos rebanadas de pastel de chocolate y dos vasos con leches y comenzamos a comer. Gimo encantada al sentir como el chocolate se derrite en mi boca. Peter se ríe ante mi forma de emocionarme al comer el pastel.

— Este pastel está delicioso. — digo encantada.

— Me alegra que le guste. — miro a la mujer que habló.

— Disculpa. ¿Tú eres?

— Perdón su majestad. — baja la cabeza. — soy la nueva cocinera, acabo de llegar hoy.... Mi nombre es Florencia.

— Bienvenida, Florencia. La verdad ganaste punto al hacer este pastel tan delicioso, es el mejor que he probado en mi vida. — al darle ese cumplido veo como sus ojos se iluminan.

— Le haré cada día los mejores postres y comida que usted pueda imaginar, quedará encantada con mi trabajo.

— Ya lo estoy. Por favor cuando mi madre se despierte quiero que le lleven una rebanada de pastel y leche. También quiero que no le digan nada sobre Antonio. — todos asiente.

— Cariño tarde o temprano tendrás que decirle.

— Lo sé, pero ahora quiero que ella se recupere al cien. No quiero que recaiga. Peter para mi madre Antonio es un gran amigo y será muy doloroso para ella saber que él fue el causante de todos los atentados y la muerte de mi padre. Quiero que ella esté tranquila y ya recuperada cuando se lo llegue a contar.

Asiente y escuchó mi celular sonar. Lo tomo y atiendo. Cuando termino la llamada Peter espera que le diga quién me llamó.

—  Me invitaron a una celebración de uno de los orfanato que va mi madre siempre. Cómo mi madre no puede ir, me invitaron a mí en su lugar para agradecer por lo que la casa real ha hecho con los que se recauda en las fiestas.

— ¿Irás?

— Antes para mí sería lo peor que haría, pero ya no soy la misma que ante así que si iré. Además llevaremos regalos para los niños. También me encargaré que envíe en los otros lugares que mi madre ayuda.

— Me da gusto.

— Creo que no te dará mucho gusto amor. — me mira sin entender. — no irás con el traje que usas siempre, vas a ir como mi pareja, iremos como personas normales. — le guiño un ojo coquetamente. — así que mañana no trabajas.

Sonrío al ver la mirada de asombro de él mientras sigo comiendo de mi pastel. Haré que mañana sea muy alegre para esos niños al igual que lo será para mí. Quiero algo de alegría para borrar la tristeza de lo que ha pasado en mi vida. Tengo que aprender a dejar el dolor atrás. Ahora en adelante tengo que ser feliz por lo que viene a mi vida. Espero que las personas no sigan viendo en mí a la antigua joven que no le importaba nada. Ya no quiero ser recordada se esa forma. Quiero que ahora en adelante vea la nueva mujer que soy, a la que le importa el bienestar de todos. Esa es la meta que me propongo. Quiero hacer que todos se sientan orgullosos de mí.

Protegiendo a la Princesa Where stories live. Discover now