capítulo 33

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Las armas se apartaron dejándole paso a una figura encapuchada que apoyaba sus manos en una vara de hierro que pasaba por detrás de su cabeza, le bastó con un vistazo rápido e hizo un gesto con su mano derecha alejándose a revisar otros vehículos.

Sin mediar palabra, un robusto hombre negro apartó su mangual y sacó de la mochila un largo tubo de plástico y de su cintura se descolgó un depósito portátil.

-Ká, dale - dijo con voz grave.

Entonces su delgado compañero que cubría su rostro con un casco de fútbol americano y en su cuerpo las respectivas protecciones, guardó los dos bates de béisbol que llevaba y fue a por las llaves para así abrir el depósito del vehículo. Momento que aprovechó Mel para salir y pedirles ayuda.

-Nuestro amigo está herido ¡Ayudadnos!- gritó desesperada intentando contener la sangre de Zack.

-Queremos gasolina, no estorbos- contestó sin mirarle aquel hombre.

-No seas estúpido y ayúdanos, luego podrás llevártela toda.

-Nos la llevaremos igualmente- reía de lado contemplando la escena.

-Pero ésta es nuestra gasolina- le apoyó Alex imponiéndose.

-Afloja ese puño, no te lo recomiendo- dijo preparando el tubo al momento que Ká volvió con las llaves.

-¿Y si hacemos un trato? Os damos la gasolina y vosotros material médico- les ofreció Mel.

-¡Oh, quieren negociar! ¿Es eso lo que he oído, tío?- preguntó acelerado Ká a su compañero.

-Dios santo, relajate y concentrate, nadie va a hacer nada- le contestó dándole un toque en el casco que le hizo tambalearse.

Cuando Ká se agachó para sacar la gasolina, Alex bajó para impedírselo.

-He dicho que es nuestra- le replicó sacando el tubo.

Acto seguido el robusto hombre le empujó en el pecho con su mano dejándole contra la furgoneta.

- ¿Ves a esa chica que anda revisando más vehículos? Tiene una tarea que cumplir y contra antes acabemos, antes nos iremos- continuó quitando el tubo a Alex e introduciendolo de nuevo.

No estaban precisamente de acuerdo con ellos, pero no tenían armas con las que defenderse y en su situación, lo mejor era evitar el enfrentamiento.

-¡Relájate big daddy! Esto ya casi está – reía Ká de forma exagerada- una tarea, un pago.

Big daddy rebuscó en su bolsillo y sacó una diminuta bolsa con polvos blancos que le lanzó a Ká.

-¡¿Qué os pasa?! Vais a dejar que muera aquí, sólo os importa la puta gasolina a cambio de droga ¿En qué clase de persona os convierte eso?- les acusó enfurecida Mel.

-En personas con un refugio a las que no les falta de nada. Hay que dar para recibir, rubita- le contestó sin remordimiento Big daddy.

-Hostias es lo único que vais a recibir cuando me levante…- murmuró Zack entrecerrando los ojos.

-No lo entendéis, estamos en vuestra misma situación pero de otra manera, tío- dijo ká dándole la espalda al bidón para acercarse a ellos.

-No necesitamos tu opinión- le apartó al instante Mel.

-¿Ves? Me porto bien con la gente y me tratan así, que cruel es la vida- se dejó caer hacia atrás Ká de forma dramática mofandose de aquellas palabras.

-Porque eres idiota te cojan por donde te cojan ¿Dónde has dejado el bidón ?- frunció el ceño Big daddy.

-Pues donde va a estar, aquí- se giró a la par que lo decía cuando se percató de su ausencia- ¡¿Pero qué mierda?!

¿Supervivientes? (Zombie) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora